¿Puede ganar la izquierda en Madrid?

ESPAÑA

Ángel Gabilondo, en un mitin en Carabanchel en una imagen de archivo.
Ángel Gabilondo, en un mitin en Carabanchel en una imagen de archivo. Jesús Hellín | Europa Press

Los expertos creen que los últimos acontecimientos pueden movilizar su voto

25 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Todas las encuestas indicaban que Isabel Díaz Ayuso iba a lograr una arrolladora victoria el 4M, que le permitiría gobernar con el apoyo de Vox. Era algo que se daba por hecho. Sin embargo, la aparición de tres nuevos elementos podría cambiar esa percepción. En primer lugar, la encuesta del CIS, que prevé un escenario igualado con ligera ventaja de la izquierda. En segundo, las cartas amenazando de muerte a uno de los candidatos, Pablo Iglesias, al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y a la directora de la Guardia Civil, María Gámez. Por último, el rifirrafe en el debate de la cadena Ser, en el que la candidata de Vox, Rocío Monasterio, puso en duda la veracidad de las amenazas, lo que hizo que Pablo Iglesias lo abandonara y luego lo secundaran el socialista Ángel Gabilondo y Mónica García, la candidata de Más Madrid. Los expertos consultados por La Voz analizan el nuevo escenario de cara al 4M

¿Puede ganar la izquierda?

Improbable. «No se puede descartar de plano como hipótesis, aunque parece improbable», señala Carlos Barrera. «Mucho tiene que cambiar la percepción social de los madrileños para que se produzca ese vuelco», añade. «El argumento del miedo a la derecha o a la ultraderecha no es suficiente, porque no cala en bastantes nichos de población ya convencidos de dar un aprobado a la gestión de Ayuso», explica. «Se quiere mantener desde la izquierda la ilusión por el cambio para lograr la mayor movilización posible, pero conseguirlo en tan solo unas semanas de campaña no es realista», concluye.

GIRO EN LA CAMPAÑA

Punto de inflexión. En cambio, para Verónica Fumanal, «el debate de la cadena Ser puede ser un punto de inflexión importante en la campaña, porque cambia el escenario». Resalta que «por primera vez se ha visto la amenaza de la ultraderecha y la no condena de Monasterio a las amenazas a Iglesias puede hacer que se movilice la izquierda». Además, «a Ayuso la deja en una situación muy complicada, porque va a tener que enfrentarse a la pregunta sobre si es legítimo gobernar con un partido que no cumple los mínimos estándares democráticos». La politóloga afirma que «las amenazas de muerte no pueden ser tomadas a la ligera por ningún partido político que quiera representar legítimamente a todos los ciudadanos, no se trata de la ideología, porque la ideología siempre debe respetar las mínimas reglas del juego democrático». Carmen Lumbierres coincide: «La campaña electoral se ha roto desde el incidente de la Ser; si siempre son decisivas, y más en los últimos años con la volatilidad de la política y el retraso de la decisión de voto a los últimos días, esta vez mucho más». En su opinión, «la tensión política es tan elevada que cualquier otro acontecimiento en los días que faltan para la votación podría dar un giro como supuso la gestión comunicativa del 11 de marzo del 2004».

Santiago Martínez destaca que «en una campaña siempre existe una posibilidad de sorpresa, y no sería tan sorprendente que fruto de alguna eventualidad durante la misma la izquierda lograra ganar».

el sistema electoral.

El umbral del 5 %. El consultor político explica que «al final, el reparto de escaños en virtud del método D'Hondt puede propiciar que si el resultado está reñido entre ambos bloques, las relaciones de fuerza dentro de cada uno puedan afectar al resultado final». En ese sentido, «una subida importante de Vox podría restar escaños al PP, pero Vox quedaría más rezagado en dicho reparto frente al primero, que sería el PP, por lo que podría perderse algún escaño que pasaría a algún partido de izquierda intermedio entre el PP y Vox». Asimismo, «si Cs no llega al 5 %, la derecha perdería parte de los siete diputados que suelen asociarse en Madrid a ese 5 % de voto». Por contra, «en la izquierda no existe este problema, ya que todos van a obtener representación, y podrían arañar parte de esos siete diputados».

movilización

La clave de la participación. «Llegamos hasta aquí con un solo debate, como quería Ayuso, y sin verse envuelta en el conflicto Monasterio-Iglesias hasta el momento; ahora le toca condenar la violencia pero lo hace poniendo en pie de igualdad las amenazas neofascistas de Vox con la campaña provocadora de Podemos; y aquí es imposible mantener equidistancia», asegura Lumbierres. Prevé que «el PP intentará obviar a Vox en sus actos y declaraciones de campaña, pero el partido ultra la pondrá en evidencia repetidamente, necesita recuperar voto; son los penúltimos según las encuestas»

«Otro de los que van a la cola de las encuestas, Podemos, que se ve claramente superado por su desgajamiento en Más Madrid, necesita una posición unánime de la izquierda, el giro de Gabilondo desde el debate televisivo les legitima como socios fiables, y es esperable la reacción de aquellos votantes progresistas que pensaban quedarse en la abstención e irán a votar», asegura. Estima que «en la capacidad de movilización de la izquierda y el porcentaje de participación estará el quid del 4 de mayo, claramente como una batalla PP-VOX/PSOE-Más Madrid-Unidas Podemos, con Ciudadanos desubicado».

las posibles sorpresas

Mónica García. «Aunque no aventuro muchas sorpresas, quizás el crecimiento de Más Madrid acercándose al PSOE más de lo que prevén las encuestas», afirma Barrera. Según su punto de vista, «Gabilondo no es un candidato que encandile y se ha sumido en contradicciones varias, y la aparición de Iglesias en la política madrileña viene ya, cómo pasa el tiempo, a representar la ‘vieja política', la del Gobierno». En contraposición a ellos, «Más Madrid tiene el encanto de lo más joven y reciente y una candidata con garra y tesón». Martínez consideraría una sorpresa que «Iglesias lograse adelantar a Más Madrid, o Vox, si fruto de sus provocaciones, lograse mejorar sustancialmente sus resultados». También que «Más Madrid lograra una mayor transferencia de votos del PSOE en vez de Podemos».

Las claves de que el efecto Ayuso funcione

¿A qué se debe la fortaleza del efecto Ayuso, que podría captar un altísimo porcentaje de votos procedentes de Ciudadanos y frenar el avance general de Vox en el resto de España? «Es una cuestión de liderazgo fuerte y reconocible, en el que ha sabido conjugar dos factores: capitalizar en su figura la labor del Gobierno de coalición con Ciudadanos, y mostrarse tan o más resistente y contumaz que Vox al Gobierno Sánchez-Iglesias», asegura Barrera. Todo ello, «con un fondo de liberalismo económico aplicado a la situación de pandemia opuesto al intervencionismo desmesurado clásico de la izquierda».

Martínez lo explica por dos motivos. «Uno, el uso de un concepto muy transversal como la libertad, en torno al cual generó una disyuntiva moral para el votante de derecha, sea cual sea su color, logrando así colocar un marco mental en el electorado de derecha muy preciso en el que el ‘beneficio singular percibido' del PP es muy claro y motivador para su potencial votante». En segundo lugar, «la aparición de Pablo Iglesias fortalece ese marco, refuerza la apelación al voto útil reforzando asimismo la disyuntiva con la apelación comunismo o libertad». Para el consultor político, experto en campañas electorales, «en gran parte, sin pretenderlo, se ha encontrado con un círculo virtuoso que le permite camuflar sus carencias personales y de gestión, logrando así un halo positivo en torno a su figura dentro del votante conservador». Y, añade: «Por eso Vox está realizando una campaña muy provocadora, porque las encuestas, y las suyas propias especialmente, reflejan claramente cómo esa apelación al voto útil libertario por parte del PP funciona en Madrid».