Sánchez borra a Cs de la foto de Colón en un guiño a sus votantes

Ramón Gorriarán MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Pedro Sánchez y Ángel Gabilondo en un acto del PSOE sobre cambio climático, este domingo en la sede de Ferraz, en Madrid
Pedro Sánchez y Ángel Gabilondo en un acto del PSOE sobre cambio climático, este domingo en la sede de Ferraz, en Madrid EVA ERCOLANESE

El PSOE intenta conquistar a los 625.000 electores que apoyaron a los liberales hace dos años, de los que casi un tercio están indecisos

12 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de meses de señalar a Ciudadanos como unos de los tres jinetes de la plaza de Colón, Pedro Sánchez borró ayer de un brochazo a los liberales de la fotografía de la derecha. Una desaparición que no responde a una evolución del partido naranja hacia posiciones cercanas al PSOE -Inés Arrimadas anunció que si está en su mano volverá a apoyar al PP para gobernar Madrid- sino a un intento de captar votantes en la desbandada del electorado de esa formación.

Hasta ahora era Ángel Gabilondo el encargado del cortejo a los seguidores de Cs. Sánchez se dedicaba al cuerpo a cuerpo con Isabel Díaz Ayuso para polarizar la campaña en la creencia de que de esa forma se consolida el voto de la izquierda y se moviliza el de los desencantados. Pero ayer, el líder del PSOE dio un giro en línea con la estrategia de su candidato. «La bandera de la libertad nunca la tendrá el dúo de la plaza de Colón», afirmó en la sede de la calle Ferraz en un acto sobre cambio climático.

Por si el matiz pasaba desapercibido, precisó que en esa instantánea, de febrero del 2019, ya solo está «la ultraderecha» representada por el PP y Vox, una comunión, a su entender, «confusa» porque las diferencias entre ambos son difusas.

El PSOE no pretende tanto asegurarse el apoyo de los liberales a un eventual Gobierno de izquierda, -ve muy difícil que entren en la Asamblea de Madrid porque no superarían el listón del 5 % de los sufragios-, como reclutar votantes de ese partido. Los sondeos confirman uno tras otro que no alcanzará ese mínimo. La batalla está por tanto en los 625.000 votos logrados por los naranjas en el 2019. Una disputa que por ahora se decanta hacia el PP, que, de acuerdo al último CIS, captaría un 48,5 % de los apoyos liberales, por apenas el 5% que se inclinarían por los socialistas. Pero hay un segmento del 28 % que aún no sabe qué hará, porción que puede ser determinante en los resultados. 

El lado correcto de la historia

Sánchez se dirigió a los seguidores de Arrimadas que no se identifican con Ayuso y que se sintieron humillados con la expulsión del Gobierno de coalición. Libertad, dijo el líder socialista, es «vacunar y vacunar» y no «enredar y crear confusión y zozobra» con los criterios de inoculación.

Cs se ha mostrado crítico en Madrid con la estrategia de la presidenta contra la pandemia, siempre enfrentada a las medidas promovidas por el Gobierno de Sánchez y basada en otras más laxas para no estrangular la economía. Un enfoque que ocasionó encontronazos entre populares y liberales.

Los guiños a la parroquia naranja no impidieron que el líder del PSOE volviera a la carga contra la candidata del PP por su gestión. Le advirtió de que una vez que remita la crisis sanitaria y llegue el momento de hacer balance se verá quién estaba «en el lado correcto de la historia». Una referencia a Ayuso, que el pasado 15 de marzo defendió que cuando desde las fuerzas de izquierda «te llaman fascista es que estás en el lado bueno de la historia».

Sánchez también apeló a la movilización del votante que en las generales opta por la izquierda y en las autonómicas se queda en casa. Un fenómeno frecuente en casi todas las autonomías, pero que en Madrid tiene dimensiones significativas. Los estudios apuntan a una participación muy elevada, por encima del 70 %, pese a la pandemia y a que los comicios son un día laborable. El candidato socialista solicitó ayer a la izquierda «ir masivamente» a las urnas porque los votantes de la derecha van a ir «todos».