Sánchez expresa su deseo de culminar la legislatura tras la salida de Iglesias

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Pablo Iglesias habla con Pedro Sánchez en su último Consejo de Ministros
Pablo Iglesias habla con Pedro Sánchez en su último Consejo de Ministros Borja Puig de la Bellacasa / Spa

Nombra vicepresidenta a Yolanda Díaz, promueve a Nadia Calviño y hace ministra a Ione Belarra

31 mar 2021 . Actualizado a las 10:20 h.

El Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos abrió ayer una nueva etapa con la salida del Ejecutivo del líder del partido morado, Pablo Iglesias, que deja la vicepresidencia segunda para presentarse como candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Tal y como el propio Iglesias había pactado con el jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, la remodelación obligada por esa marcha se limita a nombrar a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, como vicepresidenta tercera del Ejecutivo, mientras que la titular de Economía, Nadia Calviño, asciende un peldaño en el escalafón, pasando a ser la vicepresidenta segunda. Y la hasta ahora secretaria de Estado para la Agenda 2030, Ione Belarra, asume la cartera de Derechos Sociales que ocupaba también Iglesias.

Sánchez dio por hecho que la coalición aguantará toda la legislatura al señalar que el objetivo es «crear empleo, hacer una España más sostenible, más cohesionada territorialmente, más digital y más progresista hasta el año 2023». Los relevos implican sin embargo un nuevo modelo de Gobierno en el que el líder de la formación más pequeña de la coalición no formará parte del Gabinete. Un diseño que será puesto a prueba en función de la influencia que mantenga Iglesias entre los ministros de Unidas Podemos y de si su salida del Ejecutivo implica o no que se sienta con más libertad para cuestionar al sector socialista de la coalición, con el que ya tuvo numerosos desencuentros en su etapa como vicepresidente.

Tras el último Consejo de Ministros al que asistió el líder de Podemos, Sánchez compareció en la Moncloa para anunciar los cambios, después de comunicárselos al rey Felipe VI. El líder del PSOE agradeció el trabajo desarrollado por el ya exvicepresidente segundo en un Ejecutivo en el que «siempre ha prevalecido la unidad y la responsabilidad». Afirmó que el acuerdo de Gobierno se mantiene «intacto». Alabó la trayectoria de Calviño, Díaz y Belarra, a las que calificó como «intachables», destacando su «disposición constructiva». Y explicó  que con estos nombramientos España se convierte en el sexto país del mundo y el cuarto de la Unión Europea con más mujeres en el Consejo de Ministros y en el único en el que cuatro vicepresidencias están ocupadas por mujeres.

Iglesias dice que fue un «honor»

Iglesias no compareció en rueda de prensa tras participar en su último Consejo de Ministros y se despidió con un vídeo grabado en su despacho oficial en el que señaló que para él ha sido «un honor» ser vicepresidente, a pesar de que la «correlación de fuerzas», ha impuesto «muchos límites y contradicciones». Explicó que, aunque ha comprobado que el Gobierno es «un instrumento con enorme capacidad para movilizar recursos», tiene enfrente a «oligarquías que ejercen su inmenso poder económico y mediático para que las instituciones defiendan sus intereses, y no los intereses de la mayoría». «No me cabe duda de que la nueva vicepresidenta, Yolanda Díaz, va a seguir demostrando el trabajo extraordinario que es capaz de hacer», dijo sobre la que ha elegido como su sustituta en el Gobierno. Ya por la tarde, Iglesias se encaró en Coslada (Madrid) con un grupo de personas que le recibió con protestas y con el saludo fascista cuando acudía a una reunión con miembros de una asociación vecinal.