El abuso de Borràs del derecho parlamentario

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

27 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

De poco o nada han servido los tirones de orejas que ayer le dedicó Salvador Illa al candidato Pere Aragonès para que abandone su prioridad independentista y piense en la ciudadanía. «¿Dónde está la Generalitat hoy en la visita de un comisario europeo que cierra un acuerdo para fabricar en Cataluña vacunas de Janssen?», «¿Es necesario este sometimiento a los antisistema?», le inquirió en el pleno de investidura. Pero el interlocutor se limitaba a pensar en cómo coquetear con Junts para que no lo deje en aspirante a presidente y el martes 30, día para el que se ha convocado el segundo pleno de investidura, los de Carlos Puigdemont le den su sí. Entretanto, el pupilo de Oriol Junqueras estudiará qué más puede ceder ante la presión de los posconvergentes: si la dirección de un nuevo procés -lo que privaría a ERC de su diseño y de marcar los tiempos -, la gestión de los fondos de la UE -Economía estaba en manos de ERC cuando la presidencia era de Junts y ahora parece que lo lógico es invertir los términos-, o maniobrar para intentar proteger como sea a la presidenta del Parlamento catalán, que está procesada por corrupción. Son las monedas que giran sobre sí los pulgares e índices de Aragonès, a la espera de ver cuál se para antes y qué lado muestra. Porque de lo contrario, Junts estaría dispuesta incluso a una repetición electoral después de pisar al republicano para intentar darle la vuelta al resultado y adelantarle en las urnas para negociar desde una posición más ventajosa. Lo que no se acaba de entender es cómo ERC no rechistó a la hora de votar a Laura Borràs (JxCat) para la presidencia de la Cámara, pese incluso a su procesamiento, cuando los republicanos siempre han presumido de «higiene», y no amarraron entonces el apoyo para hacer «honorable» a Aragonès. Ahora Borràs lo que ha hecho proponiéndolo a la investidura es un abuso de derecho parlamentario, porque sabía que no tendría los votos para ser elegido y, pese a todo, lo nombró candidato, relegando a Illa que tenía más votos tras los mismos escaños (33). Es decir, Borràs, que ya asoma como buena chef, ha cocinado un pleno para sus amigos independentistas, sus propios intereses y humillar a Aragonés.