Catorce detenidos y seis agentes de los Mossos heridos en otra noche de incidentes en Barcelona

LA VOZ REDACCIÓN / AGENCIAS

ESPAÑA

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«Si llega a explotar el coche de la Urbana hablaríamos de un muerto», dice el consejero de Interior

28 feb 2021 . Actualizado a las 13:37 h.

Catorce personas fueron detenidas anoche en los incidentes registrados en Barcelona, en los que resultaron heridos leves seis agentes de los Mossos, según el último balance hecho este domingo por la policía catalana y los servicios de emergencias tras otra jornada de disturbios tras las concentraciones en apoyo al rapero Pablo Hasel.

Fuentes del Sistema de Emergencias Médicas (SEM), por su parte, han informado a EFE de que durante los disturbios de anoche atendieron a cinco personas, de las que una fue trasladada a un centro hospitalario en estado menos grave y cuatro fueron atendidas en el lugar de los hechos y pidieron el alta voluntaria.

Los incidentes se produjeron después de que unas 4.000 personas, según la Guardia Urbana, se manifestasen en la capital catalana para pedir la libertad del rapero Pablo Hasel y para reivindicar la regulación de los precios del alquiler, la derogación de la ley mordaza, de los antidisturbios de los Mossos, la reforma laboral o la excarcelación de los líderes del procés, entre otras demandas.

La protesta había sido convocada por fuerzas como Arran, la CUP, Endavant, el Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans (SEPC) y los CDR, y la han apoyado, entre otros, el Sindicat de Llogaters y Podem Catalunya.

En los disturbios registrados al acabar la manifestación se intentó quemar una furgoneta de la Guardia Urbana con un agente dentro, el incendio del cuartel de este cuerpo en las Rambla, y se volvieron a saquear tiendas, vandalizar oficinas bancarias y ocasionar daños en un hotel, entre otros daños.

Fuentes de los Mossos han informado este domingo a EFE de que de las 14 personas detenidas en los incidentes, dos son menores. Tras los arrestos de anoche, son 137 las personas detenidas en actos vandálicos en Cataluña desde el martes 16 de febrero, día en que fue detenido y encarcelado el rapero Pablo Hasel por una condena por enaltecimiento del terrorismo.

Uno de los detenidos está vinculado presuntamente al fuego que afectó a un vehículo de la Guardia Urbana. 

Los Mossos, en diversos filtros habilitados anoche durante los disturbios, encontraron a personas que querían meter en las zonas de los disturbios piedras, aguarrás, material pirotécnico y diversos botes de pintura.

La policía catalana constató que los incidentes los desarrollaron grupos organizados violentos, de entre 15 y 20 personas encapuchadas, que utilizaban material pirotécnico y gasolina para quemar entidades bancarias, establecimientos y un vehículo de la Urbana.

Los agentes también detectaron que, mientras actuaban esos grupos, otros saqueaban comercios y, en otro nivel, un tercer colectivo de personas levantaba barricadas para impedir la acción policial.

Entre las personas que reclamaron ayuda a los Mossos por los incidentes se encuentra un equipo del SEM que se vio rodeado e increpado por un grupo de violentos en el cruce de las calles Hospital con Bernardí Martorell.

A pesar de la violencia de las acciones, los Mossos no llegaron a utilizar en ningún momento pelotas de foam ni realizaron cargas contra los alborotadores. Los Bomberos, por su parte, actuaron para apagar 14 contenedores incendiados y cuatro cajeros automáticos.

El consejero de Interior, Miquel Sàmper, ha alertado este domingo de la deriva de la violencia que se está viviendo en las calles de Cataluña y de que «ahora estaríamos hablando de un muerto» si anoche llega a explotar la furgoneta de la Guardia Urbana a la que se prendió fuego en la Rambla de Barcelona.

«Algún día nos haremos daño porque si ayer llega a explotar aquel coche de la Guardia Urbana, con un agente dentro, estaríamos hablando de un muerto», ha subrayado Sàmper en una entrevista a RAC1.

Para ejemplificar la escalada de la violencia que está percibiendo, el consejero ha destacado también que la quincena de mossos de la comisaría de Vich (Barcelona) tuvieron que refugiarse ayer en el interior del edificio policial ante la presencia de unos 200 manifestantes «muy violentos», por lo que ve necesario que las comisarias de poblaciones pequeñas tengan también material antidisturbios.

Ha recordado además que hace unos días algunos manifestantes prendieron fuego a un semáforo del Eixample y que «si hubiera calado en un toldo, estaríamos hablando de un edificio quemándose».

Ante todas estas situaciones, ha destacado que se está pasando de delitos en grado de tentativa a consumados, y que las personas empiezan a ser el objeto de los ataques. «Estamos ante un nuevo paradigma que es la violencia en el núcleo de la seguridad», ha dicho.

Respecto a los altercados en la ciudad de Barcelona, ha señalado que los manifestantes que protagonizaron las principales escenas de violencia llevaban material incendiario como garrafas de gasolina y que incluso pudo haber algún cóctel molotov.

A los detenidos se les podría acusar, según ha dicho, de delitos consumados de altercados y orden público y de ataque a una autoridad, «con lo que todo se complica y las penas pueden ser más importantes».