PSOE y PP batallan por la imagen en un acuerdo sobre el CGPJ que parece hecho

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Pablo Casado, se saludan con el codo antes de una reunión en la Moncloa  el pasado mes de septiembre
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Pablo Casado, se saludan con el codo antes de una reunión en la Moncloa el pasado mes de septiembre Pool

Los populares aseguran que Podemos se queda fuera y el Gobierno lo niega

23 feb 2021 . Actualizado a las 12:07 h.

Después de más de dos años de bloqueo en la negociación, el acuerdo para la renovación del Consejo General de Poder Judicial (CGPJ) parece hecho. Pero ahora la batalla ya no es estrictamente política, sino de imagen. Ni el Gobierno ni el PP quieren dar la impresión de haber cedido. O más bien, ambos pretenden hacer ver que han impuesto sus condiciones. Una semana después de las elecciones catalanas, en las que fueron superados en el espacio del centroderecha por Vox y por Ciudadanos, los populares se declaran dispuestos a firmar un acuerdo que restituiría su imagen en el liderazgo de la oposición. Pero explican que si ello es posible es porque el Gobierno ha aceptado su condición de que Unidas Podemos fuera marginada de la negociación. Moncloa niega la mayor y asegura que el PP ha negociado con todo el Ejecutivo, en el que se incluye Unidas Podemos.

 «Podemos está al margen»

El secretario general del PP, Teodoro García Egea, dio casi por hecho el acuerdo y aseguró el PSOE ha aceptado apartar a los de Pablo Iglesias, que no tendrán además representación en el CGPJ. «Podemos está al margen de las conversaciones para renovar el Poder Judicial. Creemos que es el camino adecuado para fortalecer las instituciones, porque el pirómano no puede elegir al bombero», señaló el número dos de los populares. Unas declaraciones que en el Gobierno se consideran una provocación y que amenazan con retrasar un pacto que se pretendía cerrar esta misma semana. El ministro de Transportes y secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, no aclaró si Unidas Podemos estará en la foto del acuerdo y tampoco si tendrá un cupo de vocales en el CGPJ. Pero insistió en que quienes han negociado siempre en nombre de «todo» el Gobierno de coalición en su conjunto son el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, y el secretario general de la Presidencia, Félix Bolaños Ábalos exigió al PP que abandone los «vetos» y los «chantajes» y consideró «absolutamente necesario» que se llegue un consenso «cuanto antes».

Sus palabras fueron aprovechadas por Unidas Podemos para reivindicar su participación en el posible acuerdo y acusar al PP de pretender «sabotear» el pacto. El portavoz de la formación morada, Pablo Echenique, calificó de «noticia falsa» el anuncio de los populares y achacó las declaraciones de García Egea al miedo del PP a que «Vox le llame derechita cobarde por pactar con un gobierno socialcomunista».

La diferencias de criterio se han trasladado al propio CGPJ. Su presidente, Carlos Lesmes, decidió ayer no incluir en el orden del día del pleno previsto esta semana los nombramientos que el consejo tenía decidido llevar a cabo. En concreto, estaba previsto designar a dos nuevos magistrados para la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo y otro para la Sala de lo Social, además de, entre otros, a los presidente de los tribunales superiores de Justicia de Canarias y País Vasco. Pero un grupo de vocales conservadores cuestionó su decisión, sosteniendo que para paralizar esos nombramientos debería haber consultado al pleno. Pero algunos que han apoyado las designaciones desde que el consejo está en funciones estaban dispuestos a nos hacerlo ahora.

 Resto de órganos pendientes

El posible acuerdo que pondría fin al bloqueo no afecta solo al CGPJ, sino a la totalidad de los órganos constitucionales pendientes de renovación, incluido el Tribunal Constitucional, en donde deben ser relevados cuatro magistrados, entre ellos su presidente, Juan José González Rivas, y la vicepresidenta, Encarnación Roca. Están también pendientes de un acuerdo de consenso el Defensor del Pueblo, cuyo titular, el socialista Francisco Fernández Marugán, ejerce en funciones desde 2017, y el Consejo de RTVE, para los que también se requieren mayorías parlamentarias reforzadas de tres quintos para las que es imprescindible presencia del PP. Populares y socialistas alcanzan por sí solos esa cifra en el Congreso y el Senado, sin necesidad de incluir a Unidas Podemos ni a ningún otro partido en el acuerdo final.

Un nuevo foco de tensiones en el Ejecutivo de coalición

 G. Bareño

El deseo de Pedro Sánchez de cerrar a toda costa un acuerdo con el PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial e invertir la actual situación de mayoría conservadora en el consejo es otro punto de fricción con su socio Pablo Iglesias, que amenaza con agravar la tensión entre ambos si se consuma un pacto que, al menos formalmente, deje fuera a Unidas Podemos. El ala socialista del Gobierno trata de soslayar la condición impuesta por el PP de marginar al partido morado asegurando que no se trata de un acuerdo entre partidos, sino entre un Gobierno de coalición, en el que también está Unidas Podemos, y la primera fuerza de la oposición.

La salida pasaría porque los representantes del Ejecutivo pusieran encima de la mesa, dentro de su cupo mayoritario entre los 20 vocales, dos nombres propuestos por Unidas Podemos, aunque Iglesias aspira a tener hasta tres. Pero lo cierto es que desde el PP aseguran que los nombres ya se conocen y no hay ninguno que pueda considerase vinculado a la formación morada. Y también que Unidas Podemos se resiste a no salir en la foto de un acuerdo que considera vital para sus aspiraciones.

 El pacto parecía en realidad encarrilado desde hace tiempo. Pero las elecciones catalanas obligaron a posponerlo. Y ahora, las fuertes discrepancias surgidas en el Gobierno de coalición lo ponen en peligro. Desde que se celebraron esos comicios, Iglesias ha redoblado el pulso al sector socialista del Ejecutivo. A las profundas diferencias que había tras la negativa del PSOE a acceder a una nueva subida del salario mínimo se unió el rechazo categórico de Unidas Podemos a apoyar la reforma de las pensiones, con amenaza de salir a la calle incluida si se elevaba el período de cálculo para la prestación.

El siguiente nubarrón a al vista es la ley de Vivienda, en la que los socialistas se comprometieron a incluir la regulación del precio de los alquileres a cambio del apoyo de sus socios a los Presupuestos. Un compromiso que el sector socialista se niega ahora a asumir. El último choque se ha producido a costa de la detención y encarcelamiento del cantante Hasel. Aunque el PSOE está dispuesto a modificar la ley para evitar que se entre en prisión por delitos de injurias al rey, el respaldo de Unidas Podemos a las protestas en la calle que han derivado en violencia ha elevado al máximo la tensión en el Gobierno.

Ábalos descarta una reunión de Sánchez e Iglesias para rebajar el enfrentamiento

 Redacción

Los encontronazos públicos de los dos sectores del Gobierno de coalición, que van en aumento, tienen su traducción en un alejamiento personal entre el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias. En los últimos tiempos, se había institucionalizado una reunión semanal todos los dos lunes entre ambos líderes para desbrozar los atascos políticos entre el PSOE y Unidas Podemos. Pero hace semanas que esa cita está suspendida sine die y no se espera una reunión urgente para tratar de frenar el creciente desencuentro y reconducir la situación. El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, admitió ayer que no tiene noticia de que vaya a haber pronto una reunión entre Sánchez e Iglesias, aunque restó importancia a la cuestión porque ambos tienen oportunidad de verse personalmente todos los martes en el Consejo de Ministros.

 Resignados a la discrepancia

A falta de otra solución, los dos socios de coalición parecen resignados a convivir en medio de la discrepancia pública. Ábalos se refirió a las últimas diferencias en torno a los hechos violentos que se están produciendo en Cataluña y en otras ciudadanos de España tras el encarcelamiento del cantante Hasel, que Unidas Podemos no condena explícitamente, e indicó que en el partido de Pablo Iglesias «son plenamente conscientes de sus palabras y de sus silencios, de sus acciones y omisiones». Y consideró normal que en un Ejecutivo de coalición las diferencias entre los dos socios sean públicas y evidentes porque se trata de dos partidos políticos distintos que interpretan la realidad de forma diferente. «Es esperable, no nos sorprende», indicó al ser preguntado, destacando que lo importante son las políticas concretas.

El portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, admitió también que por el momento no hay información ni expectativas sobre un posible encuentro esta semana entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Pero el dirigente morado restó también trascendencia a las discrepancias afirmando que la interlocución entre los dos socios de la coalición es «permanente a todos los niveles».