Fallece a los 81 años por coronavirus Rodríguez Galindo, exgeneral de la Guardia Civil condenado por los GAL

Redacción LA VOZ

ESPAÑA

Rodríguez Galindo, saliendo de la Audiencia Nacional, donde tenía el lugar el juicio por el asesinato de Lasa y Zabala, en el año 2000
Rodríguez Galindo, saliendo de la Audiencia Nacional, donde tenía el lugar el juicio por el asesinato de Lasa y Zabala, en el año 2000 IGOR AIZPURU

Estaba ingresado hace un mes en un hospital de Zaragoza

14 feb 2021 . Actualizado a las 11:30 h.

El exgeneral de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo falleció ayer en un hospital de Zaragoza en el que había ingresado hace un mes tras resultar infectado por coronavirus, según confirmaron fuentes de su entorno familiar.

El que fuera el mando del instituto armado más laureado en la lucha contra ETA pero que a la vez fue el oficial de mayor graduación condenado por la guerra sucia de los GAL, había sido trasladado a la UCI a principios de febrero, tras agravarse su estado de salud y sus problemas respiratorios a cuenta de la infección, que también contrajo su mujer. Galindo, que cumplió 82 años el pasado día 5 y que ya presentaba problemas cardiovasculares, llevaba varios días intubado, sin que los médicos lograran revertir sus situación. La imagen y el nombre del exgeneral se empezó a conocer a principios de los ochenta cuando pasó a dirigir la 513 Comandancia de la Guardia Civil, con sede en Intxaurrondo (San Sebastián), a la sazón el corazón de la lucha antiterrorista en esos años de plomo, en los que la Guardia Civil era la vanguardia contra ETA, pero también una de sus principales víctimas.

La llegada de Galindo a Intxaurrondo supuso un antes y después de la lucha contra la banda terrorista en España. En los quince años que dirigió la comandancia fueron detenidos más de 800 activistas y fueron desmantelados 90 comandos y grupos de colaboradores. Su gente tuvo un papel clave en la detención de la cúpula de ETA en Bidart en marzo de 1992, un golpe del que la banda nunca logró rehacerse y a que a la larga marcó la senda de su declive que a la larga significaría el declive y posterior final de la banda. Esos éxitos le valieron el ascenso a general y la aureola de ser el mayor especialista de la lucha ETA.

Lasa y Zabala

La reapertura en 1995 del caso por el secuestro y asesinato de los presuntos etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala en 1983 a manos de guardias civiles de Intxaurrondo, cuando Galindo era su máximo responsable, acabó para siempre con la estrella y con su carrera profesional. Los cadáveres de Lasa y Zabala, secuestrados en Bayona, fueron encontrados años después en una localidad de Alicante donde habían sido asesinados y enterrados usando cal viva para descomponer los cuerpos y dificultar así su identificación.

El exgeneral terminó en el banquillo de la Audiencia Nacional, que en abril del 2000 le condenó a 71 años de prisión por el secuestro y asesinato de los dos activistas, en la que fue la primera acción de los GAL. Penas similares recibieron el entonces gobernador civil de Guipúzcoa, Julen Elgorriaga y otros tres guardias civiles. El 9 de mayo de 2000, Rodríguez Galindo ingresó en prisión.

Un año después, el Supremo aumentó en cuatro años la pena de cárcel por los mismos delitos . Y el 2 de abril de 2002, el que fuera el general más laureado en la lucha contra ETA perdió oficialmente y para siempre su condición de miembro del instituto armado.

Galindo pasó en prisión poco más de cuatro años de los 75 a los que fue condenado. En el 2004, la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, que siempre le denegó el paso al tercer grado, sin embargo le permitió que cumpliera su condena fuera de la cárcel dada la grave enfermedad cardiovascular que padecía y su avanzada edad. Rodríguez Galindo tuvo durante los años en el lideró la lucha contra ETA un fuerte respaldo por los ministros socialistas José Barrionuevo y José Luis Corcuera. Además mantuvo una estrecha relación con el secretario de Estado de Seguridad Rafael Vera.