El rey Juan Carlos cumple 83 años en Abu Dabi y sin visos de regresar a España

Mateo Balín MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Juan Carlos I, en una imagen de marzo del 2018
Juan Carlos I, en una imagen de marzo del 2018 MARIO RUIZ

Los próximos meses dirimirán su futuro judicial en el Supremo con tres diligencias de la Fiscalía y el examen de una querella política

04 ene 2021 . Actualizado a las 18:47 h.

Tras residir 72 años en España, después de celebrar más de medio siglo de su designación oficial como heredero de Franco, transcurridos 45 años desde su coronación y seis y medio de su abdicación, don Juan Carlos cumple este martes 83 años en su peor momento personal. Alejado de su familia, en el exilio forzado de Abu Dabi desde agosto pasado «ante la repercusión pública que están generando ciertos acontecimientos pasados», el rey emérito pasará este martes su aniversario más amargo.

Los cantos de sirena de su entorno patrio sobre su inminente regreso en Navidad se quedaron en eso, en simples intenciones. La razón esgrimida fue la pandemia y el temor a contagiarse por tratarse de una persona de alto riesgo, pero los motivos reales no han cambiado desde verano.

Su horizonte procesal sigue abierto; existe la necesidad de mantener el cortafuegos con Felipe VI tras la decepcionante actuación de su padre, y qué mejor manera que contener su protagonismo fuera del país; y, en línea con esta decisión, evitar las interferencias tras el reciente anuncio del Gobierno de impulsar una Ley de la Corona. Una modificación orgánica que vaya más allá de las medidas de transparencia y buen gobierno que ha ido aprobando el rey desde que accedió al trono en junio del 2014.

Deterioro físico

La fotografía de don Juan Carlos tomada el pasado 29 de diciembre y difundida este domingo por Telecinco, en la que se le ve en el puerto deportivo de la Isla de Yas, caminando con dificultad con la ayuda de dos escoltas, es la primera instantánea en cinco meses. El retrato de un hombre anciano e impedido que reside en un hotel de lujo a 5.700 kilómetros de la Zarzuela, y que espera con resignación el momento para regresar a casa. Sin embargo, esos «acontecimientos pasados» que investiga la Fiscalía del Tribunal Supremo —dada su condición de aforado— no tienen visos de cerrarse de forma próxima, al menos en su totalidad.

El anterior monarca tiene abiertas tres diligencias para dirimir si cometió delitos fiscales y blanqueo de capitales tras conocerse el patrimonio oculto al fisco español. Hace un mes, su abogado anunció la presentación ante la autoridad tributaria de una declaración «sin requerimiento previo» para satisfacer una deuda tributaria de 678.393 euros, incluyendo intereses y recargos, de los ejercicios del 2016 al 2018. Los fiscales responsables de la investigación comunicaron a través de una nota que la citada declaración voluntaria se trataría del impuesto de sociedades y que iba a ser analizada para confirmar si había sido «espontánea, veraz y completa».

Este movimiento de la defensa de don Juan Carlos busca cerrar una de las tres diligencias en marcha: la referida a los movimientos de dinero con tarjetas opacas. Las otras dos son las comisiones por las obras del AVE saudí y el hallazgo de una cuenta sospechosa en la isla de Jersey, según advirtió Antiblanqueo. La primera se va a archivar porque los hechos son anteriores a su abdicación, cuando era inviolable, y la segunda no preocupa al entorno del emérito. De forma paralela, la Fiscalía del Supremo también tiene que pronunciarse en las próximas semanas sobre la admisión de una querella de Izquierda Unida, que ha abonado 12.000 euros de fianza para personarse. IU, que forma parte de la coalición en el Gobierno, aprecia hasta 13 indicios de delito contra don Juan Carlos.

Nuevas críticas de Podemos

Podemos ha augurado que «desgraciadamente 2021 no será un año sin escándalos en la jefatura del Estado» y ha subrayado que el rey emérito Juan Carlos I «no se limitaba a llenarse los bolsillos», sino que también «cuidaba de los negocios de su familia».

Así lo ha manifestado el partido en su cuenta oficial de Twitter en relación a la información publicada por El Confidencial, que apunta a la ayuda que brindó Juan Carlos I en el 2010 a Bruno Gómez-Acebo, hijo de su hermana Pilar de Borbón, para poner en marcha un fondo de capital riesgo para canalizar inversiones de firmas españolas en Emiratos Árabes.

El coportavoz del partido, Rafa Mayoral, manifestó recientemente que se debía abrir el debate sobre el futuro de la monarquía, que está «en riesgo de implosión» ante las irregularidades atribuidas a Juan Carlos I.

 «Está deseando volver»

El rey Juan Carlos cumple este martes 83 años, y lo hará en Emiratos Árabes Unidos, donde permanece alojado desde hace cinco meses tras su marcha provocada por sus presuntos negocios ocultos en el extranjero y sin pistas sobre cuándo podría regresar a España. El emérito se trasladó a Abu Dabi el pasado 3 de agosto, sin que apenas hayan trascendido noticias sobre su lugar de residencia, ni sobre su estado físico.

El padre de Felipe VI tenía pensado venir a España en Navidad pero finalmente desistió alegando que era arriesgado hacerlo debido a la situación sanitaria por el coronavirus y al ser una persona de alto riesgo. No obstante, mantiene su postura de que su estancia en el país árabe es solo un paréntesis toda vez que no tiene ninguna causa judicial abierta.

«Está deseando volver», señalan a Efe desde el entorno del rey emérito, quien decidió postergar su regreso porque «no le dejaron», en alusión a la postura de la Casa Real de que su vuelta podría ser contraproducente en las actuales circunstancias.Una de las ventajas de hospedarse en Emiratos Árabes Unidos, a 6.000 kilómetros de Madrid, era blindar su intimidad.

La primera fue del momento en que bajaba del avión a su llegada a Abu Dabi, unos días antes de que el Palacio de la Zarzuela comunicara oficialmente a mediados de agosto que se encontraba en el emirato. La segunda la divulgó este domingo el programa de Telecinco Viva la vida.

En esa instantánea, captada por un turista español en la isla de Yas, en Abu Dabi, el 29 de diciembre, se ve a Juan Carlos I, con mascarilla, caminando con dificultad apoyado en dos escoltas en uno de los muelles del puerto. El anterior jefe del Estado arrastra desde hace varios años problemas de movilidad que le han obligado a usar bastón. En las últimas semanas, algunos medios publicaron que se había sometido a algunas revisiones en una clínica del emirato tras la operación de corazón que se le practicó en agosto del 2019.

El diario Ara informó a mediados de diciembre de que el rey emérito estaba hospitalizado con covid-19, si bien la casa real desmintió que estuviera ingresado en ese momento, sin dar más detalles. Ha sido el único pronunciamiento de la Zarzuela desde agosto sobre Juan Carlos I, retirado de la vida pública desde junio de 2019, pero quien sigue siendo miembro de la familia real y conserva el título honorífico de rey.

A través de su abogado, Javier Sánchez-Junco, se supo el 9 de diciembre que regularizó su situación con Hacienda al pagar 678.393 euros después de que la Fiscalía del Tribunal Supremo decidiera esclarecer las donaciones recibidas de un amigo, el empresario mexicano Allen Sanginés-Krause, y que empleó para gastos familiares a través de tarjetas opacas.

La Fiscalía está examinando esta liquidación tributaria y mantiene vivas otras dos investigaciones, una sobre el supuesto cobro de comisiones del AVE de La Meca y otra sobre si tiene dinero oculto en el extranjero a espaldas del fisco.

 Desde Abu Dabi, Juan Carlos I está en contacto con familiares y amigos, entre ellos, los de la vela, cuyas regatas ha seguido a través de Internet. Por lo que ha trascendido, la única visita que ha recibido es la de la infanta Elena, uno de sus principales baluartes, quien estuvo con él unos días a finales de noviembre.

Lejos queda la última ocasión en la que se le vio con Felipe VI, que fue a finales de enero en el funeral de la infanta Pilar de Borbón, en la basílica del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, en la que estuvo la familia al completo.