Madrid y Londres acuerdan derribar la verja e integrar Gibraltar en Schengen

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID | LA VOZ

ESPAÑA

JON NAZCA | REUTERS

Los residentes a ambos lados del paso celebran tener una frontera blanda

02 ene 2021 . Actualizado a las 05:01 h.

Llanitos y linenses respiran aliviados con el principio de acuerdo sobre Gibraltar alcanzado in extremis entre España y el Reino Unido. Las economías de la colonia británica y el municipio andaluz de la Línea de la Concepción (Cádiz) están estrechamente relacionadas. Se estima que más de 10.000 gaditanos cruzan a diario la frontera para trabajar, un número que crece considerablemente si se amplía el radio de influencia al resto de los siete municipios que conforman el Campo de Gibraltar (Tarifa, Jimena de la Frontera, San Martín del Tesorillo, Castellar de la Frontera, San Roque, Los Barrios y Algeciras), un territorio en el que viven 270.000 personas.

Por su parte, a los 33.000 llanitos les preocupaba la posibilidad de quedarse sin mano de obra española para sus negocios o la opción de que se disparase el precio de algunos de los productos más básicos, como alimentos o combustible, a consecuencia de que el paso de los 200 camiones que a diario cruzan la frontera se convirtiese en un tormento burocrático. A ninguna de las dos partes les interesaba la aplicación más estricta de la normativa brexit que entró en vigor con el nuevo año, por lo que desde junio vienen negociando para suavizar el tránsito entre ambos territorios. Y todavía resta mucho por negociar, ya que lo único que Madrid y Londres han acordado hasta la fecha es un principio de acuerdo para favorecer la movilidad. La titular de Exteriores, Arancha González-Laya, confía en que el pacto acabe plasmado en un tratado en un plazo de seis meses. El preacuerdo todavía no es público y aún son muchas las incógnitas, misterio que Laya justificó con que los diputados que deberán ratificarlo merecen conocerlo con antelación, pero sí avanzó algunas de las bases sobre las que se sustentará.

Adiós a la verja

Espacio Schengen. España y el Reino Unido han acordado derribar la verja que delimita el suelo británico dentro de la Península. Gibraltar pasa a formar parte del espacio Schengen, por lo que no habrá controles fronterizos en los tránsitos a pie o por carretera. Sí habrá controles para las mercancías o personas que lleguen por mar y aire. Al menos durante los próximos cuatro años, los encargados de ejecutarlos serán los agentes de Frontex, cuerpo financiado por la UE. El Reino Unido se negaba a que la Policía o la Guardia Civil hiciesen esta tarea.

Pasaporte. Para los movimientos entre suelo español y el Peñón no se necesitará pasaporte, pero sí será exigido a los viajeros que lleguen desde Gran Bretaña y quieran acceder a la colonia.

Competencia

Grandes desequilibrios. La titular de Exteriores se comprometió a que el tratado que se plasmará en los próximos meses incluirá «medidas de competencia leal en lo fiscal, lo laboral, lo social y en lo medioambiental». Todavía falta por conocer qué sucederá con el precio de, por ejemplo, el tabaco, mucho más barato en la colonia británica que en los estancos andaluces situados a tan solo unos metros, fiscalidad que, extrapolada a muchos otros asuntos, contribuye a que el paro de Gibraltar se sitúe en el 1 % mientras el de la Línea se aproxima al 40 %.

La soberanía

«Irrenunciable». Laya afirmó que este principio de acuerdo se hace «sin perjuicio de las pretensiones irrenunciables» en el apartado de la soberanía.