Aragonés asegura que hará todo lo posible para que la pandemia no impida votar a los catalanes el 14 de febrero

La Voz COLPISA

ESPAÑA

Pere Aragonés, presidente en funciones de la Generalitat
Pere Aragonés, presidente en funciones de la Generalitat Quique Garcia | Efe

ERC se desmarca de Puigdemont y de su autodenominada asamblea de representantes

21 dic 2020 . Actualizado a las 06:00 h.

El vicepresidente de la Generalitat, en funciones de presidente, Pere Aragonès, aseguró ayer que hará todo lo que esté en su mano para que el próximo 14 de febrero se puedan celebrar las elecciones autonómicas en Cataluña.

En declaraciones a RTVE 24h, Aragonés explicó que la pandemia del covid-19 «nos ha enseñado que no podemos dar nada por garantizado», aunque se ha comprometido a trabajar y hacer todo lo que esté en su mano «para asegurar la situación sanitaria y que el 14 de febrero esté garantizado el voto». Tras las elecciones del 14F, «es imposible», aseguró, que ERC pacte con el PSC porque tienen «proyectos antagónicos para Cataluña», ya que para los republicanos sus objetivos son la defensa de la autodeterminación y una amnistía que garantice la libertad de los independentistas presos y el regreso de los que están «en el exilio».

Plantón de ERC a Puigdemont

Por otra parte, el expresidente Carles Puigdemont presentó este fin de semana desde Bruselas la autodenominada asamblea de representantes, una especie de parlamento paralelo, en el que solo participan dirigentes independentistas. Se trata de la parte que faltaba para completar el Consejo para la República, presidido por Puigdemont desde Bruselas y desde el que trata de seguir pilotando el movimiento secesionista. Sin embargo, el acto fundacional de la asamblea de cargos electos tuvo ausencias muy considerables. La Cup acudió únicamente como observadora y ERC ni siquiera participó. Hubo representantes de JxCat, PDECat, Demòcrates, la ANC y Omnium. Los republicanos ya hace tiempo que consideran el Consejo para la República un «chiringuito» de Puigdemont, pero hasta ahora habían acudido a todas sus reuniones. El último acto fue en febrero en Perpiñán, y se convirtió en un baño de masas para el expresidente. En esta ocasión, y a dos meses de las elecciones, los republicanos tenían claro que el acto celebrado entre Bruselas y Barcelona sería «partidista» y «electoralista» y decidieron plantar al líder secesionista.

Quique Garcia | EFE

JxCat y ERC ya hace tiempo que han roto. Está por ver si tras los comicios vuelven a pactar. Los planes de los republicanos pasan por tejer «amplias alianzas» en la Cámara catalana y mantener el diálogo abierto y la colaboración con el Gobierno central. Nada que ver con la vía rupturista por la que aboga Puigdemont, quien aprovechó para presentar una nueva hoja de ruta política con la que pretende alcanzar la independencia.