Pablo Iglesias presiona a Sánchez para que reactive la reforma de la elección del CGPJ afeada desde Bruselas

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID | LA VOZ

ESPAÑA

Iglesias y la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, en una charla privada en la sesión de este miércoles en el Congreso.
Iglesias y la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, en una charla privada en la sesión de este miércoles en el Congreso. EUROPA PRESS / E. Parra. POOL

Casado se mantiene firme y se niega a que Podemos participe en el reparto del órgano de gobierno de los jueces

16 dic 2020 . Actualizado a las 19:34 h.

El presidente del Gobierno y el jefe de la oposición llevaban sin hablar 55 días, pero la conversación telefónica que mantuvieron este martes solo sirvió para constatar las diferencias casi insalvables que les separan en muchos asuntos, tal y como quedó constatado en el Congreso en un pleno al que Pedro Sánchez acudió para dar cuenta del estado de alarma.

Las diferencias son múltiples y diversas, pero cristalizan todas ellas en la negativa del PSOE y PP por llegar a un acuerdo para proceder a la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el órgano de Gobierno de los jueces, para el que se requiere una mayoría en la Cámara Baja de al menos tres quintas partes y, por tanto, a diferencia de otras votaciones como la investidura o los Presupuestos, pasa por el visto bueno de los populares. 

Moncloa lleva meses acusando a Casado de paralizar dicha renovación. El presidente del PP pasó este miércoles al contraataque al denunciar que es Sánchez el «único que está bloqueando la renovación institucional» por su «cobardía» ante Pablo Iglesias por no aceptar que el reparto de los vocales del CGPJ se negocie exclusivamente entre el PSOE y el PP, como se viene haciendo «en los últimos 40 años». Génova pone como condición innegociable para llegar a un acuerdo que Podemos no participe en la designación de estos jueces, especialmente cuando desde el partido morado están intensificando sus ataques contra la Corona y tras las declaraciones del vicepresidente segundo en las que se refería a Bildu y ERC como «socios fundamentales en la dirección del Estado».

Fuentes en la dirección del PP trasladan a este periódico su malestar por el momento en el que Sánchez decidió hacer la llamada telefónica a Casado tras casi dos meses sin intercambiar impresiones, al coincidir esta con el instante en el que la mayoría parlamentaria del Gobierno y sus socios aprobaban una ley mediante la que se limitan los poderes del CGPJ mientras este se encuentre en funciones. 

En la nevera del Congreso aguarda otra reforma legal acordada entre el PSOE y Podemos mediante la que ambas formaciones pretenden rebajar el umbral parlamentario para que se pueda llevar a cabo la renovación del CGPJ, convirtiendo la posición del PP en irrelevante. Esta iniciativa planteada por las dos formaciones que sostienen al Gobierno fue afeada desde Bruselas, por lo que decidieron dejarla en barbecho. Pero este miércoles Pablo Iglesias volvió a presionar a Sánchez para que se decida a recuperarla y seguir adelante. En pleno debate en el Congreso, el vicepresidente segundo afirmó en un tuit que la postura de Casado solo dejaba dos opciones: «Asumir que el CGPJ no se va a renovar hasta que la derecha gane unas elecciones» o «cumplir el mandato constitucional y adaptar la ley al presente para cumplir la Constitución».