El ex número dos de la Policía Nacional revela que Cosidó conocía todo el operativo Kitchen

MATEO BALÍN MADRID / COLPISA

ESPAÑA

El excomisario Eugenio Pino (derecha), junto a su abogado
El excomisario Eugenio Pino (derecha), junto a su abogado Eduardo Parra | Europa Press

Eugenio Pino señaló que el exdirector general de la Policía Nacional estaba informado del plan de espionaje para buscar documentos sensibles para el PP en poder de Bárcenas

15 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El que fuera director general de la Policía Nacional en el último Gobierno del PP, Ignacio Cosidó, salió este lunes a colación en la instrucción de la operación Kitchen, el seguimiento parapolicial al extesorero del Partido Popular Luis Bárcenas para recuperar documentos comprometedores para los populares. Cosidó, exdiputado y exsenador entre el 2004 y el 2019, fue nombrado por el jefe operativo de la Policía Nacional en aquella época, el comisario jubilado Eugenio Pino, que este lunes compareció en el juzgado de la Audiencia Nacional.

Según fuentes presentes en la declaración, Pino señaló que Cosidó estaba informado del plan de espionaje puesto en marcha en el 2013, con el que presuntamente se buscaban documentos sensibles para el Partido Popular que estaban en poder de la familia de Bárcenas.

El nombre de Cosidó, que en la actualidad trabaja como asesor para la Junta de Castilla y León, era el último alto cargo del Ministerio del Interior que faltaba por aparecer en esta pieza separada del caso Villarejo. Y al final fue nombrado en el momento que menos se esperaba. La razón es que Pino compareció este lunes, en realidad, para tratar de aclarar uno de los asuntos que más quebraderos de cabeza trae al juez: la autoría y veracidad de los mensajes de móvil que incriminan al exministro Jorge Fernández Díaz.

Sobre este hecho declararon el citado ex director adjunto operativo (DAO) de la Policía Nacional, su colega el comisario jubilado Enrique García Castaño y dos notarios que protocolizaron los SMS que supuestamente recibió el ex secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez de su jefe Fernández Díaz.

Además de señalar a Cosidó, Pino, apostilló que habló en alguna ocasión de esta operación con Martínez pero no con el exministro. El comisario jubilado añadió que cuando recibió esa llamada de Martínez él se acababa de enterar de que esa operación estaba en marcha, pero dijo que él no la inició porque no tenía capacidad para tomar una decisión así.

Corinna, el CNI y la batalla del PP

Pino también explicó que al ver en prensa una información sobre las sociedades del excomisario Villarejo estando en activo pidió al inspector jefe de la UDEF, Manuel Morocho, que lo investigase. Éste le dijo que no había nada y fue después el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) el que sacó un documento con lo que había investigado del tema.

Pino relató asimismo que Villarejo comentó que tenía unas cintas grabadas de Corinna Larsen, la examante del rey emérito, y que quería investigar lo que ella le había contado, pero éste le pidió que no lo hiciera. Del mismo modo, mencionó que el director entonces del CNI, Félix Sanz Roldán, le requirió en tres ocasiones que detuviera a Villarejo, pero Pino le advirtió de que no entrase ahí, que el excomisario tenía copias de las grabaciones de Larsen y se podía producir un «daño incontrolado» a la Corona.

Según Pino, en esa época el CNI lo controlaba la exvicepresidenta Soraya Saénz de Santamaría a través de su jefa de gabinete María González Pico, mientras que sobre Villarejo tenían influencia la ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal y su «maridísimo», Ignacio López del Hierro.