El Gobierno rectifica y excluye a Iglesias de la cumbre con Marruecos

R. Gorriarán MADRID | COLPISA

ESPAÑA

El líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, pasa por delante de Pedro Sánchez
El líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, pasa por delante de Pedro Sánchez Reuters | JUAN MEDINA

Iglesias ha mantenido una posición controvertida sobre el Sáhara, y recientemente recordó que sigue pendiente el referendo de autodeterminación en ese territorio

07 dic 2020 . Actualizado a las 21:02 h.

Pedro Sánchez ha decidido que Pablo Iglesias no forme parte de la delegación gubernamental que participará el 17 de diciembre en la cumbre de alto nivel con Marruecos. En un primer momento, se anunció desde la Moncloa que el vicepresidente segundo viajaría a Rabat, pero el presidente del Gobierno cambió de planes.

Fuentes gubernamentales descartaron que la ausencia tenga relación con las posiciones de Iglesias a favor del referendo de autodeterminación en el Sáhara o de las estrechas relaciones que mantiene Podemos con el Frente Polisario, organización en conflicto bélico sordo e intermitente con Rabat y que el 13 de noviembre mantuvo un tiroteo con el Ejército marroquí en la zona de Guerguerat. Dos días después, Iglesias reprodujo en su cuenta de Twitter la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de 1995 en la que urge a que se celebre «sin más demora, un referendo libre, limpio e imparcial para la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental». El 30 de noviembre, afirmó que «el Ministerio de Exteriores, con mucha discreción y mano izquierda, está trabajando» para que se recupere la figura del enviado especial de la ONU para el Sáhara Occidental. El Gobierno negó entonces que Marruecos hubiera hecho llegar «ningún tipo de malestar o lamento» por la postura del vicepresidente respecto a la excolonia española que Rabat pretende anexionar. Pero medios de comunicación saharauis aseguraron ayer que la ausencia de Iglesias obedece a un veto de Marruecos, que Sánchez, según estos medios, habría aceptado. El Ministerio de Asuntos Exteriores aún no ha cerrado el encuentro del presidente del Gobierno con el rey Mohamed VI, una reunión que sería el corolario exitoso a la cumbre bilateral. La versión de la Moncloa es que Iglesias no asistirá porque no tiene que firmar ningún memorando de entendimiento. En la primera información oficial, sin embargo, se apuntó que el vicepresidente, aunque no estaba confirmado, se iba a reunir con la ministra marroquí de Solidaridad y Familia. Las fuentes gubernamentales alegaron, además, que Rabat tiene importantes restricciones a los movimientos de la población por la pandemia, una medida que aconseja la reducción de la delegación oficial.

Preparación al detalle En el Gobierno niegan que esta rectificación vaya a desembocar en un nuevo enfrentamiento en la coalición. Iglesias, según fuentes gubernamentales, dio su conformidad a las razones que le expuso al presidente para su exclusión.

En la Moncloa recuerdan que el vicepresidente ya ha participado en otras cumbres bilaterales, en la hispano-portuguesa de octubre, y el mes pasado con Italia, y si no está en la de Marruecos es por las citadas razones técnicas, no por vetos de nadie.

El Gobierno de Sánchez ha preparado al detalle la cumbre bilateral con la crisis de inmigrantes en Canarias como punto central de la agenda. El ministro del Interior viajó hace dos semanas a Rabat para abordar con su homólogo la forma de frenar las salidas de pateras desde Dajla y otro puntos de la costa marroquí, y para llegar a un acuerdo sobre los vuelos de repatriación. Interior calcula que de los 20.000 africanos que han llegado a las islas este año, la mitad son marroquíes.

Un tema muy delicado, que exige el máximo tacto diplomático, y en el que la presencia de Iglesias podría ser un elemento de tensión por su beligerancia con la política de la monarquía alauí sobre la excolonia española aunque su papel en la cumbre bilateral fuera secundario. En el Ministerio de Asuntos Exteriores no se olvidan de que en el viaje del rey Felipe VI a Bolivia de hace un mes para lo toma de posesión del presidente Luis Arce, el vicepresidente no era el jefe de la delegación pero desarrolló una intensa agenda paralela con fuerzas de la izquierda latinoamericana. La Casa del Rey no hizo comentarios, pero en círculos diplomáticos mostraron su estupefacción.