Baja la confianza en Sánchez, ningún líder político aprueba, y Vox y Cs son los únicos partidos que mejoran
18 nov 2020 . Actualizado a las 18:35 h.La gestión de la pandemia y su traspaso a las comunidades autónomas no ha tenido importantes consecuencias positivas para el Gobierno, pero tampoco negativas, según el barómetro del CIS dado a conocer este miércoles. El instituto demoscópico dirigido por José Félix Tezanos concluye que el PSOE ganaría de nuevo unas elecciones. El PP sería segunda fuerza, seguida de Vox, Unidas Podemos y Ciudadanos. La distancia que el mes pasado había entre socialistas y populares (30,8 y 18,9) se acorta en tan solo una décima (30,4 y 18,6) por lo que el desgaste del Gobierno sería apenas apreciable en las urnas.
valoración de líderes
Sánchez, baja, y suben Casado y Arrimadas. La valoración que los españoles tienen de Pedro Sánchez ha pasado en un mes del 4,5 al 4,4, por lo que se deja una décima. Mientras, Pablo Casado e Inés Arrimadas ascienden en valoración, al subir el primero del 3,1 al 3,4, y la segunda, del 3,5 al 3,7. Esta aprovecharía bien su gestión política de apoyo a los Presupuestos, mientas que el popular recuperaría tirón al haberse desmarcado de Vox. Por su parte, Pablo Iglesias se mantiene invariable en un 3,3 como en octubre. Santiago Abascal, al igual que Sánchez, desciende una décima, del 2,4 ha pasado al 2,3. En cuanto a la confianza en los líderes, cerca de un 70 % manifiestan tener poca o ninguna confianza en Sánchez. Casado no sale mejor parado. El porcentaje es para él del 86 %
estimación de voto
Mejoran Vox y Cs. Entre los partidos de ámbito estatal solo Vox y Cs salen bienparados. Los de Abascal lograrían tres décimas más que en octubre y se sitúan en un 13,2 % de intención de voto, mientras que los de Arrimadas suben 1,3 y llegan el 9,5 %. El resto, PSOE, Partido Popular y Unidas Podemos perderían entre tres y cuatro décimas cada uno para situarse en un 30,4, un 18,6 y un 11,4, respectivamente. La coalición de gobierno sigue sumando la mayoría, con un 41,8 %.
principales problemas
Problemas para la salud y el desafío independentista. La encuesta, realizada entre el 3 y 12 de noviembre, después de rechazarse en el Congreso la moción de censura de Vox y de aprobarse el nuevo estado de alarma hasta mayo, determina que un 44,2 % sitúa como el principal problema los peligros para la salud, la falta de recursos para combatir el coronavirus y la pandemia, mientras que un 42,7 % estiman que la crisis económica y los problemas financieros es lo más importante y un 24,3 % entienden que lo es el paro. Ahora bien, en Cataluña la percepción de los principales problemas no coinciden. Allí, para un 35,1 % el escollo más relevante es el tema de «la independencia», el segundo es la crisis económica (32,8), y el tercero, los peligros para la salud, un 24,2 %.
cataluña
Evaluación de la Generalitat. El estudio de Tezanos concluye que un 43,8 % de los encuestados han valorado como mala o muy mala la gestión de la Generalitat catalana frente a un 16,3 % que la califica de muy buena o buena. La gestión de Pere Aragonés, presidente desde octubre, tampoco sale bien parada. Es mala o muy mala para un 23,2 % y buena o muy buena para un 18,2 %.
El BNG sube una décima su intención de voto y Bildu pierde casi dos tercios de sus apoyos
El BNG obtendría un 0,6 % de los apoyos, según el último barómetro del CIS, lo que implica una ligera recuperación, ya que en el estudio del mes anterior se quedaba solo en el 0,5 % después de que en septiembre hubiese logrado un 0,8 % del total nacional de votos, un buen resultado obtenido tras las pasadas elecciones gallegas, momento en el que llegó incluso a arrebatar al PSdeG la segunda posición en los comicios.
Por contra, los aberzales vascos de EH Bildu se quedarían con un 0,4 % de los sufragios pese a su acercamiento al Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias para brindarle sus escaños y facilitar la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, maniobra que ahora parece restarle apoyos entre sus seguidores. En el barómetro anterior, los simpatizantes de Arnaldo Otegi habían progresado del 0,8 % al 1,1 %.
ERC sería el más votado en Cataluña, pero cede la sexta posición a nivel nacional
El barómetro correspondiente a noviembre concluye que ERC daría el sorpasso a Junts per Catalunya si ahora se celebrasen elecciones. Así, al ser preguntados los encuestados por a qué partido votarían de haber comicios, un 2,1 % han elegido al partido de Oriol Junqueras, mientras que al de Carles Puigdemont solo lo votarían un 0,9 % y a los antisistema de la CUP los apoyarían un 0,3 % de los electores.
Ahora bien, a nivel nacional Esquerra pierde una posición, al ceder la sexta plaza al partido de Íñigo Errejón, Más Madrid. Aunque ERC haya adelantado a Junts en intención de voto, y eso pueda darle alguna alegría a los de Pere Aragonés, lo cierto es que también tienen motivo para preocuparse, pues el 2,1 % que ha obtenido es un mal resultado. En septiembre había logrado un 2,8 %, y en octubre, un 3,3 %.
Esquerra también gana en cuanto al partido que más confianza inspira, mejor líder, estar más unido, en capacitación para gobernar Cataluña y solo cede puesto en el epígrafe de capacidad para llegar a acuerdos con el Gobierno del Estado. En esta cuestión le adelantan los del PSC, con un 26,1 % frente a un 25,5 %.
En cuanto al PSC y JxCat, este último solo se sitúa mejor respecto a la valoración de líderes, 10,4 % ante un 9,9 % de los socialistas. El PDECat, por su parte, queda relegado a porcentajes muy inferiores a los de la CUP.
También el barómetro es un elemento de preocupación en JxCat. El partido del expresidente huido de la Justicia se deja nueve décimas al pasar del 1,8% al 0,9%.
En intención directa de voto, un 20,5 % apuestan por ERC, seguido del PSC (15,2 %), con Catalunya en Comú Podem en tercer lugar (8,7 %), Cs en cuarta posición (8,2 %) y JxCat en quinto puesto (8,1 %). Por debajo quedarían la CUP (3,8 %), PP (2,1 %), Vox (1,3 %) y, con un porcentaje residual, el PDECat (0,3 %). De ello se deduce el hundimiento de Cs, ganador de las autonómicas del 2017, y de los posconvergentes de Puigdemont y Quim Torra.