Sánchez subió a la tribuna hasta en tres ocasiones con el ánimo de no «entrar en las provocaciones» y para desmontar los ataques de «la ultraderecha» en voz de «un falso patriota» y «un depredador sin valores y sin escrúpulos» que pretende «sembrar el odio» e ilegalizar «tres de las cuatro lenguas» del país.
Así, cuestionó que «reivindicase la Iglesia católica» al tiempo que «desprecia la figura del papa», que señalase la manifestación del 8M como uno de los principales focos de contagio del covid-19 cuando ese mismo día Vox celebró un acto multitudinario en Madrid, y en especial, su reivindicación de «los gobiernos del dictador Franco», que «se inclinó ante Hitler y que encarceló y ejecutó a miles de españoles». Sánchez reinterpretó una célebre cita atribuida a Unamuno tras estallar la Guerra Civil: «Hoy no convencerá como tampoco vencerá», pronosticó.