Desmantelan en Toledo la mayor plantación subterránea de marihuana hallada en España

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

Ministerio del Interior

Este habitáculo, en el que fueron halladas 1.022 plantas, albergaba un completo y sofisticado laboratorio para el cultivo intensivo de cannabis y estaba conectado con una segunda estancia

05 oct 2020 . Actualizado a las 14:53 h.

La Policía Nacional ha desmantelado una plantación subterránea de marihuana de 300 metros cuadrados situada bajo un olivar de Toledo, que es la mayor de sus características hallada en España por este cuerpo policial, en una operación en la que han sido detenidos cuatro hombres de un clan familiar.

La plantación se encontraba en un zulo excavado con este fin a 4 metros de profundidad bajo un olivar ubicado en el paraje del Cerro de los Palos, muy próximo a la ciudad de Toledo, dentro de una finca que era propiedad de uno de los cuatro detenidos, en cuyo interior fueron halladas 1.022 plantas de cannabis.

Se trata de la plantación de marihuana subterránea más grande que ha hallado hasta ahora en España la Policía Nacional, que ha encontrado plantaciones en cuevas pero ninguna de estas dimensiones, ha informado en una rueda de prensa el jefe superior de Policía de Castilla-La Mancha, Félix Antolín, que ha presentado este lunes la operación junto al delegado del Gobierno en la comunidad autónoma, Francisco Tierraseca.

Antolín ha destacado que la creación de esta instalación ha sido muy costosa, sumando el coste de la adquisición de la finca, del minado del subsuelo y el equipamiento, ya que la intención de sus promotores era crear una plantación de alto rendimiento que se mantuviera en el tiempo, con la que esperaban alcanzar una producción de más de un millón de euros al año, informa Efe.

La operación fue iniciada a raíz de las investigaciones paralelas iniciadas por las comisarías del Cuerpo Nacional de Policía de Ciudad Real y de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), que apuntaban a la posible existencia de una nueva plantación de marihuana, de grandes dimensiones, que se había instalado en Toledo en el mes de agosto, han indicado Antolín y Tierraseca.

Los investigadores localizaron esta finca situada en el Cerro de los Palos, en la que residía un clan familiar de origen rumano, en la que en principio no había evidencias visuales del cultivo ni ninguna construcción que pudieran albergar la plantación, aunque si se percibía un fuerte y característico olor a marihuana.

También había indicios claros de que se habían realizado considerables movimientos de tierra en la finca, lo que llevó a los investigadores a considerar que la plantación estaba en una construcción subterránea.

Cuando accedieron a la propiedad para realizar el registro, autorizado judicialmente, los agentes encontraron un orificio en el terreno, semioculto bajo cartones, palés de madera y cajas, a través del cual se accedía a una estancia creada para albergar un completo y sofisticado laboratorio para el cultivo intensivo de cannabis, que obtenía la energía eléctrica para funcionar a través de dos conexiones ilegales a la red pública.

Este habitáculo, en el que fueron halladas 1.022 plantas, estaba conectado con una segunda estancia en la que se estaba instalando la infraestructura necesaria para ampliar el laboratorio (y que conectaba con otra salida, situada al otro extremo de la finca), que podría haber permitido una cosecha de entre 150 y 200 kilos de cogollos de marihuana.

En el interior, los agentes encontraron a tres hombres que se encargaban del mantenimiento de la plantación, que fueron detenidos junto a otro hombre que llegó después en una furgoneta. A los cuatro detenidos, uno de ellos menor de edad, se les imputan los delitos de tráfico de drogas y defraudación de fluido eléctrico.