El Gobierno encara la recta final de los presupuestos sin haber escogido socios

Ramón Gorriarán, Colpisa MADRID

ESPAÑA

Europa Press

ERC desliga su apoyo a las cuentas de la reunión de la mesa sobre Cataluña

05 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno ya tiene su parte de los deberes presupuestarios hecha y cuenta con un documento pactado con Unidas Podemos que será la base de las negociaciones. A partir de esta semana abrirá las conversaciones formales con las fuerzas políticas con la certidumbre de que las cuentas saldrán adelante, pero con la incertidumbre de qué apoyos tendrán. Los vetos cruzados entre Ciudadanos, los morados y ERC persisten por más que Pedro Sánchez y la ministra de Hacienda insistan en pedir un acuerdo «extraordinario» para una situación «extraordinaria».

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, mostró su disponibilidad a atender las demandas de los hipotéticos socios. Con Unidas Podemos ha llegado a un entendimiento. Pero ahora hay que «hablar con el PNV, con ERC, con Ciudadanos, con Más País... y hasta que esa situación no se dé» no se podrá dar nada por definitivo. El caballo de batalla es la fiscalidad. Hasta no conocer las posiciones de los posibles apoyos «no estará completada la previsión fiscal que tiene el Gobierno», reconoció Montero en una entrevista con la agencia Efe.

El vicepresidente Pablo Iglesias ha anunciado que se va a ver «la huella» fiscal de su partido en los presupuestos, pero Sánchez ya ha advertido de que solo cuando se supere la pandemia se podrá afrontar la reforma impositiva que pactaron el PSOE y Podemos en su acuerdo de coalición. Todo está abierto y las piezas del puzle sin encajar. El Gobierno se juega la legislatura en estas cuentas públicas y no la va a poner en riesgo con posturas maximalistas por satisfacer a su socio.

Acercamiento de ERC

La Moncloa recibió ayer un mensaje favorable desde Cataluña con el anuncio del presidente interino de la Generalitat, Pere Aragonés, de que no supedita el respaldo de ERC a las cuentas a que se reúna la mesa de diálogo entre ambos gobiernos. Aragonès señaló que pedirán la reactivación de ese foro solo «cuando Cataluña ya no esté en interinidad» tras la inhabilitación de Joaquim Torra. Habrá que esperar, añadió, a que el Parlamento catalán haya elegido un nuevo presidente de la Generalitat tras las elecciones de febrero. El presidente interino sostiene que su partido va a negociar los presupuestos sin condicionantes soberanistas porque no es un momento para entrar en «un juego político, a ver quién queda bien».

Pero los vetos son el gran quebradero de cabeza de Sánchez, que empieza a hacerse a la idea de que no podrá contar con unos y otros y que la mayoría de los 200 votos será un objetivo inalcanzable. Tiene la tranquilidad de que es muy improbable que prospere alguna de las enmiendas a la totalidad del proyecto que se votarán a final de mes.

El reloj empieza a correr a partir de hoy. El Consejo de Política Fiscal y Financiera se reunirá para que el Gobierno comunique a las comunidades la eliminación de las reglas de gasto para este año y el próximo. A continuación, el Ejecutivo se verá con los alcaldes en la Comisión Nacional de la Administración Local. El martes, el Consejo de Ministros aprobará el techo de gasto para los presupuestos y el cuadro macroeconómico adecuado a la caída del PIB. El tablero está listo solo queda mover las fichas.

Montero propone ahora crear un fondo para compensar a los ayuntamientos sin remanentes por la caída de ingresos

Después del fiasco parlamentario que supuso para el Gobierno el rechazo del Congreso a la convalidación del decreto elaborado por el Ministerio de Hacienda que obligaba a los ayuntamientos con remanentes de tesorería a cederlos durante quince años a la Administración General del Estado a cambio de poder disponer de 5.000 millones de euros de liquidez, y de la posterior suspensión de las reglas fiscales, el Ejecutivo plantea ahora compensar a los ayuntamientos en crisis. Aquel decreto fue rechazado por 193 votos en contra y solo 156 a favor, en la que fue la primera gran derrota del Gobierno en el Congreso, y provocó el voto en contra del PP y Ciudadanos, pero también de los independentistas. Números y apoyos que casan muy mal con la mayoría absoluta que el Ejecutivo necesita para los presupuestos, informa Gonzalo Bareño.

Tras aquel revés parlamentario, la ministra María Jesús Montero anunció ayer que propondrá a los partidos la creación de un fondo que compense a los ayuntamientos sin remanentes o que se encuentren en crisis por la caída de ingresos. Y avanzó que para el 2020 las entregas a cuenta de los entes locales estarán actualizadas al crecimiento del PIB en un 1,6%, idéntica cifra que se manejó para las autonomías.

«Tendrán que contar con un fondo que les permita compensar esa caída de ingresos, que permita incorporar las ayudas al transporte y que permita actualizar las entregas a cuenta de los ayuntamientos como hicimos con las comunidades autónomas», señaló Montero en una entrevista con la agencia Efe, en la que se mostró segura de llegar a un acuerdo con los grupos parlamentarios. Según explicó, el nuevo fondo serviría también para compensar la caída de ingresos por tributos vinculados a la actividad económica que se han visto mermados como consecuencia de la pandemia del coronavirus.

Nuevos porcentajes

Montero presentó esta nueva iniciativa como un proyecto elaborado a partir de su fallido decreto que preveía 5.000 millones de euros de gasto. Ese planteamiento, superado ya tras el rechazo de los municipios a ceder sus remanentes, se tendrá que «modular», según Montero, ya que ahora, al haberse cancelado las reglas fiscales, los ayuntamientos pueden utilizar sin límite sus remanentes durante los años 2020 y 2021.

Según la titular de Hacienda, ya no tiene sentido que el 60 % de esos 5.000 millones de euros se repartan por criterios de población y el otro 40 % se lo repartan los municipios con superávit, como estaba previsto, ya que «ahora es evidente que los remanentes están liberados» y lo que hace falta es que los entes locales que no dispongan de ellos tengan un volumen de recursos razonable, por lo que habrá que cambiar esos porcentajes.