Fernández Díaz niega que los SMS que le incriminan en la operación Kitchen sean suyos

La Voz REDACCIÓN | AGENCIAS

ESPAÑA

Juan Carlos Hidalgo | EFE

El exministro asegura que su imputación «carece de cualquier sustento» y está «anclada en meras sospechas y conjeturas»

02 oct 2020 . Actualizado a las 14:34 h.

El exministro del Interior Jorge Fernández Díaz ha remitido un escrito al magistrado del caso Kitchen en el que asegura que ni envió ni recibió los mensajes que le incriminan en la supuesta operación de espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas y cree que estos son «perfectamente manipulables».

«El señor Fernández Díaz ni envió ni recibió los mensajes de texto SMS que constan impresos e incorporados en dos actas notariales», asegura el recurso de su defensa contra su imputación y al que ha tenido acceso Efe.

El magistrado de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón citó a Fernández Díaz como investigado el 30 de octubre en un auto donde se hacía eco de unos mensajes de 2013 que el exsecretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez -imputado en la causa- registró ante notario y que atribuía supuestamente al exministro.

«Chófer B. Sergio Javier Ríos Esgueva (ahora hace esa función con su mujer)», decía uno del 13 julio de 2013 atribuido a Fernández Díaz, seguido de otro que indicaba: «Es importante». «La operación se hizo con éxito», señalaba otro mensaje del 18 de octubre de ese año.

Pero Fernández Díaz, que pide al juez que cambie su citación a la de testigo, niega la autoría de unos mensajes que son, subraya, «perfectamente manipulables» y carecen de valor probatorio, y considera su contenido «totalmente inverosímil y contradictorio».

Señala que los notarios «no comprobaron ni pudieron comprobar técnicamente la realidad de las comunicaciones», y añade que las actas notariales «no garantizan la identidad de los comunicantes» y que, antes de imputarle, los investigadores debieron haber comprobado su «autenticidad» mediante una prueba pericial.

El juez del caso cree que hay indicios para pensar que el Ministerio del Interior podría haber sido el centro nuclear de la Operación Kitchen, pero el recurso asegura que «el origen» de ésta «ni estuvo ni afectaba» al ministerio y «resulta obvio» que Bárcenas era extesorero del PP, no del departamento que dirigió Fernández Díaz, por lo que «no estaba vinculado» con el mismo.

Niega además que tuviera interés en la causa de los llamados papeles de Bárcenas porque «no se ha relacionado nunca su nombre con este asunto», por lo que rechaza que estuviese interesado en «la creación o coordinación» de una operación dirigida a sustraer información de dicha investigación judicial, «suponiendo» que esta «existiera realmente».

En esta causa el magistrado investiga si la Operación Kitchen se pagó con fondos reservados a cargo del ministerio, pero Fernández Díaz asegura que la competencia del «control y gestión» de éstos era de la Secretaría de Estado de Seguridad, de la que estaba al frente Francisco Martínez.

Argumento del que se sirve para afirmar que no hay «indicio» de que «estuviera al corriente o participara en la gestión de los fondos» que, según la Fiscalía, se destinaron al pago del chófer de Bárcenas -a quien Villarejo captó para espiarle-, sino solo «meras sospechas y conjeturas».

Recuerda además que la Fiscalía hace referencia en el sumario al «contacto Cecilio» -en supuesta alusión al CNI- y que Martínez escribió en unas notas de su móvil que tenía «muy claro» que en este «asunto» hubo «otros servicios que intervinieron».

Con todo, el exministro asegura que su imputación «carece de cualquier sustento» y está «anclada en meras sospechas y conjeturas» de las que no se puede inferir de manera «tangible, objetiva y concreta» su participación en los hechos.