Su abuelo fue alcalde de Pineda de Mar durante el franquismo y un conocido empresario hotelero que cobró fama por levantar en 1963 el Taurus Park, el hotel más grande de España en aquella época. Su padre y sus tíos continuaron el negocio paterno, lo que rechazó Aragonès. Licenciado en Derecho, «con una formación académica sólida, ya que tiene un máster en historia económica y ha seguido estudios en la Harvard School of Government», afirma Arbós.
¿Qué diferencias hay entre el nuevo presidente en funciones y el líder de ERC, actualmente en prisión? «Aragonès y Junqueras siempre se han entendido, pero les caracterizan formas de hacer distintas», señala Gregori. «Junqueras es más intuitivo, creativo; Aragonès es más cartesiano, ordenado, establece un método; Aragonès no se considera su discípulo, pero Junqueras sí que es su mentor; Aragonès es consciente de que si Junqueras no estuviera preso, él no estaría ocupando estos cargos en el partido (coordinador nacional de ERC) o en el gobierno (vicepresidente)», explica. «Pero Aragonès no tiene la sensación de estar sustituyendo a nadie, dice que complementa el liderazgo de Junqueras. Ahora le toca mandar a Aragonès, por delegación y por confianza», añade. Pero puntualiza que «no será el presidente ni pretende serlo, asumirá algunas funciones, después del cese de Torra, pero evidentemente el escenario catalán es de campaña electoral casi permanente y esto condiciona un gobierno de coalición». En ese sentido, Arbós prevé que «las relaciones entre ERC y JxCat van a discurrir con la voluntad de ambas partes de evitar en lo posible choques excesivos» porque les conviene, ya que «se van a apoyar mutuamente tras las elecciones para facilitar que en la Generalitat siga habiendo un gobierno independentista».