El nuevo PP de Casado busca sobrevivir ante la vieja Gürtel

Nuria Vega MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Foto de archivo de una reunión en Génova de la nueva cúpula del PP
Foto de archivo de una reunión en Génova de la nueva cúpula del PP Mariscal | Efe

Génova confía en su renovación para marcar distancias

13 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Con cierto hastío, entre el escepticismo, la preocupación y el deseo de sacudirse ya una sombra, la de Gürtel y sus derivadas, que ha sido una constante desde el año 2009. Así se han recibido en el PP las novedades de la operación Kitchen. La renovación de la cúpula del partido en el 2018 es la ventaja que en la formación conservadora le reconocen al actual líder, Pablo Casado, respecto a la anterior dirección. Aun así, apuntan las fuentes consultadas, no le quedará más remedio que gestionar el chaparrón.

La cautela con la que cargos populares se refieren estos días en público a la investigación judicial no quita que en privado trasladen que «hay un cierto olor a podrido», que «el caso es feo» y que, de confirmarse, los hechos serían «muy graves». Se trataría de una estructura policial para el espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas en busca de documentación comprometida para altos dirigentes del partido, cuando el Ministerio del Interior lo dirigía Jorge Fernández Díaz. Quienes trabajaron a las órdenes de Mariano Rajoy trasladan sus «dudas» sobre que el exjefe del Ejecutivo, como se apunta en un informe policial, estuviera al tanto. Vaticinan, de hecho, que esa sospecha «quedará en nada». Pero también abogan por la prudencia, y algunas fuentes dicen no poner «la mano en el fuego por nadie».

En este escenario, ven «obvio» que en Génova hay un alto interés en marcar «todas las distancias posibles» con la anterior etapa del PP. Más aún después de escuchar este viernes al portavoz, José Luis Martínez-Almeida, admitir que las noticias que se van conociendo son «preocupantes».

El debate, sin embargo, surge en torno a si ese distanciamiento debe serlo también respecto a Rajoy. Varios dirigentes aseguran haber echado en falta «algo de delicadeza». Reclaman que se proceda «con tacto» y sin «echar a la hoguera» a una «figura tan importante», subrayan, para las bases del PP. «Lo primero, porque a día de hoy no hay nada; lo segundo, porque no sabemos cómo evolucionará el caso; y, lo tercero, porque a quien ha sido presidente del Gobierno no puedes apartarlo», advierten esas mismas voces. Por lo demás, no creen que a Casado le quede más opción que poner énfasis en que las estructuras del partido se han actualizado. A partir de ahí, Génova sustenta su discurso en que su presidente «ha sido muy claro con el compromiso del PP con la transparencia, la firmeza y la ejemplaridad en todo lo que respecta a asuntos judiciales». Por ahora, en todo caso, no se estudia la suspensión cautelar de militancia de Fernández Díaz. Anticorrupción ha pedido que la Audiencia cite a declarar al exministro y a la exsecretaria general de la formación, María Dolores de Cospedal. En el partido no terminan de confiar en el escrito en el que se pide la investigación. Fuentes del comité ejecutivo creen ahora justificado que se denuncie el perfil «de enorme beligerancia política» de quien está al frente de la institución, la exministra de Justicia socialista Dolores Delgado. 

Agenda de oposición

La batalla política está, desde luego, garantizada. PSOE y Podemos ya han registrado una solicitud para impulsar una comisión de investigación sobre Kitchen en el Congreso. Y Cs la apoya. A ese órgano es muy probable que sea llamado a declarar el propio Rajoy. En el PP, mientras tanto, dan por sentado que el Gobierno, vía los partidos que lo componen, intentará jugar «al desgaste» mientras frena que también se revise en el Parlamento la supuesta financiación irregular de Podemos. Fuentes territoriales abogan, en este escenario, por diferenciar lo judicial de lo político. Consideran que el PP debe, por un lado, insistir en que son los tribunales los que tienen que investigar los hechos y la gravedad de los mismos. Y, por otro, subrayar las contradicciones de PSOE y Podemos. «Y no dejar que la agenda de oposición quede opacada», añaden.