El Gobierno avisa a sus socios de Podemos que el rey Juan Carlos «no huye de nada»

RAMÓN GORRIARÁN MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Emilio Naranjo

Yolanda Díaz subraya que la sociedad «quiere ejemplaridad y comportamientos limpios»

06 ago 2020 . Actualizado a las 10:48 h.

Tras la tibia respuesta de Pedro Sánchez a las duras críticas de Pablo Iglesias a la salida de España del rey emérito, la vicepresidenta primera no se anduvo con contemplaciones y reclamó a sus socios de Unidas Podemos que dejen de hablar de «huida indigna», porque Juan Carlos de Borbón «no huye de nada», ya que «no está inmerso en ninguna causa» judicial. La advertencia de Carmen Calvo refleja el momento de tensión que vive el Gobierno de coalición. Calvo defendió la salida escogida por la Casa del Rey para preservar la institución monárquica frente al reguero de informaciones sobre las actividades financieras presuntamente delictivas del anterior jefe del Estado. La vicepresidenta quiso dejar claro que el Gobierno, en su conjunto, está de acuerdo con el paso dado por la Casa del Rey. Una conformidad obligada por su parte, porque la salida estaba pactada con la Moncloa tras semanas de intensos debates.

Para no generar más polémicas, la titular del Ministerio de Trabajo, Yolanda Díaz, manifestó ayer que la sociedad «quiere ejemplaridad y comportamientos limpios», y para todo lo demás hizo suyas las explicaciones dadas por el presidente de Gobierno el martes.

Pero los ánimos de los dirigentes morados sin responsabilidades gubernamentales no aplacaron. La alcaldesa de Barcelona señaló que Juan Carlos de Borbón «no merece ostentar» el cargo de rey y exigió que «devuelva el dinero que ha conseguido de forma ilícita». Ada Colau consideró «más indignante que decepcionante» la actitud de Pedro Sánchez al esconder las negociaciones con Felipe VI al resto del Gobierno, porque «lo mínimo es tener informados de asuntos tan relevantes como estos» a los socios de coalición.

El presidente del grupo de Unidas Podemos en el Congreso, Jaume Asens, se sumó a la petición de Esquerra, JxCat y EH Bildu para que Carmen Calvo explique en el Congreso las conversaciones con la Zarzuela que han convertido al Gobierno en «cómplice» de la decisión adoptada. La vicepresidenta no quiere dar detalles de las negociaciones; es más, dentro del velo de oscuridad que se ha tendido en torno a la operación sugirió que no estaba al tanto de la decisión de Felipe VI. 

Calvo niega que haya opacidad

En el Gobierno, dijo sin inmutarse, «nos enteramos» del contenido del comunicado del lunes «al mismo tiempo que todo el mundo. Como es lógico». La vicepresidenta es, según fuentes gubernamentales de toda solvencia, de las pocas personas del Ejecutivo que participó en las conversaciones con la Zarzuela, en su caso con el jefe de la Casa del Rey, Jaime Alfonsín. La número dos del Gobierno negó asimismo que haya opacidad en todo lo que rodea la salida de España del rey emérito Juan Carlos I. «En este asunto hay claridad absoluta», y se remitió a las explicaciones dadas por Juan Carlos I en la carta a Felipe VI recogidas en la nota oficial remitida desde el palacio de la Zarzuela.

En ese texto no hay explicación ni información por parte del emérito. El ex jefe del Estado solo dice que «ante la repercusión pública que están generando ciertos acontecimientos pasados de mi vida privada» ha decidido «trasladarme, en estos momentos, fuera de España».

La oposición aprovecha las divergencias para atacar a Sánchez e Iglesias

M. A. A.

La bipolaridad que ha proyectado el Gobierno respecto a la salida de España del rey emérito y sobre la monarquía como modelo de Estado ha sido recibida por la oposición como un argumento más para tratar de quebrar, o al menos debilitar, a la coalición PSOE-Unidas Podemos. Este miércoles los populares acusaron al Ejecutivo de Pedro Sánchez de lanzar «mensajes contradictorios» sobre la Corona. «Por un lado sostienen que apoyan al rey, mientras que por el otro lado atacan a la institución», afirmó el vicesecretario de Comunicación del partido, Pablo Montesinos.

En Génova intentan estos días hacer valer su liderazgo en la oposición después de que Vox anunciase la semana pasada que presentaría una moción de censura contra Sánchez a la vuelta de las vacaciones. El partido ha iniciado una escalada verbal -y a través de mensajes en las redes sociales- encabezada por su portavoz en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, que llegó a pedir a los socialistas «la ruptura inmediata con Podemos y el inicio de conversaciones para formar un Gobierno de concentración constitucionalista». A su juicio, ese cambio de socios del PSOE es «lo que España necesita» y «lo que Europa aplaudiría». 

Vox carga las tintas

Pero Vox tampoco ha querido quedarse atrás. Un día después de presentar su propio sindicato, Santiago Abascal calificó de «cuadrilla sin escrúpulos» a socialistas y morados. Vox pretende sumar las divergencias del Gobierno en torno a la monarquía -a las que calificó de «traición»- como una nueva razón para atraer al PP y a Ciudadanos, todo pese a que ambas formaciones continúan desconcertadas por la estrategia y están en las antípodas de apoyarla.

Lo cierto es que hasta ahora los únicos partidos que formalmente han pedido explicaciones al Gobierno han sido EH Bildu y ERC, que el martes pasado presentaron un escrito a la Mesa del Congreso para solicitar la comparecencia de la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, para explicar -en palabras del documento- «el papel del Ejecutivo en la huida del rey emérito».