Sánchez se desmarca de sus socios de Gobierno: «Lo que se juzgan son personas, no instituciones»

J. V. L.

ESPAÑA

Atlas TV

El presidente del Gobierno ve «adecuada» la respuesta de la Casa Real con la salida del rey emérito

04 ago 2020 . Actualizado a las 19:51 h.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, manifiesta su «absoluto respecto a las decisiones que ha tomado la Casa Real», por cuanto hay detrás en el sentido de «distanciarse de supuestas conductas reprobables por parte de un miembro de la Casa Real» y que pueden ser objeto de investigación judicial. En su comparecencia al término del Consejo de Ministros, ha querido marcar distancia con las críticas de sus socios de Unidas Podemos hacia la monarquía con una defensa cerrada de la actuación de Felipe VI y una puesta en contexto de lo que significa la marcha del rey Juan Carlos para la institución. Destacó que en España «ha habido casos de corrupción supuestamente ligados a partidos políticos y a agentes sociales y no se ha cuestionado el sistema de partidos políticos ni tampoco a los agentes sociales». Circunscribe, por tanto, lo sucedido a la figura del rey emérito y lo aparta de lo que significa la Jefatura del Estado. «Lo que se juzgan son personas, no instituciones», sentencia el presidente, quien pone el acento en que «don Juan Carlos está a disposición de la Justicia como cualquier otro español».

«España necesita de estabilidad y de instituciones robustas»

A su juicio, «la respuesta es la que corresponde a una democracia vigorosa», porque «los medios de comunicación no han mirado para otro lado», y han puesto estas irregularidades en conocimiento de la opinión pública; «los jueces y los fiscales están actuando y la Casa Real ha marcado distancias». Además, recalca que España, y más en estos momentos de pandemia, «necesita de estabilidad y de instituciones robustas, que tienen que abonarse con transparencia y con regeneración», con lo que insiste en que «la línea marcada por la Casa Real es la adecuada». «El Gobierno que yo presido considera plenamente vigente el pacto constitucional», destacó Sánchez, que negó tener información sobre el lugar al que se ha trasladado Don Juan Carlos después de abandonar España.

Sánchez señaló que los asuntos que despacha con el jefe del Estado son «discretos y confidenciales y, en consecuencia, en ese ámbito quedan». Así justificó que no informase a sus socios de las conversaciones mantenidas con Felipe VI y este desenlace en la situación del rey emérito, en la que considera que actual monarca ha actuado con una «ejemplaridad y transparencia que pueden aprobar una amplia mayoría de ciudadanos, con independencia de que voten lo que voten».

«La clave de bóveda del pacto es la monarquía constitucional»

Después de negarse repetidamente a desvelar tanto la ubicación de Don Juan Carlos, porque aseguró desconocerla, como la posibilidad de que se le retire el título de rey emérito, incidió en que la convivencia en el seno del Gobierno, en el que una parte aboga por abrir el debate de la república, no está en duda. Se guía por la hoja de ruta del acuerdo de Gobierno y da cabida a sensibilidades distintas, empezando por la del Partido Socialista, que es el único que queda vivo del pacto constitucional. «Nosotros sí somos los arquitectos de la Constitución» reivindicó el presidente para quien «la clave de bóveda» de aquel acuerdo es «la monarquía constitucional».

Sánchez, que no se refirió en ningún momento en su alocución inicial al que era el tema del día, también dio la callada por respuesta a los periodistas en la mayoría de las cuestiones. Aprovechó las preguntas relativas a la reunión con Ciudadanos y la relación con Podemos para esquivar los elementos centrales relativos a la marcha del exjefe del Estado, o la «huida» como la calificaron sus socios, empezando por la ministra de Igualdad, Irene Montero, quien aseguró que los acuerdos a los que llegasen con la Jefatura del Estado son del PSOE y no del Gobierno. Se quedó con que la información relativa al paradero del rey emérito debe desvelarla la Casa Real si así lo considera -antes había asegurado que la desconocía- y tampoco aclaró si su seguridad o alguno de los gastos en los que pueda estar incurriendo corren a cargo del Estado. Se limitó a asegurar que los presupuestos son públicos y volvió a incidir en la confidencialidad de sus conversaciones con Felipe VI.