Sánchez augura una legislatura larga y Vox le anuncia una moción de censura

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cuando el líder de Vox, Santiago Abascal, se dirige al estrado
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cuando el líder de Vox, Santiago Abascal, se dirige al estrado Emilio Naranjo | EFE

La oposición deja solo al Gobierno y critica el triunfalismo del presidente

29 jul 2020 . Actualizado a las 23:50 h.

Pedro Sánchez cree que el acuerdo en Europa le garantiza una legislatura larga. La oposición en pleno critica su triunfalismo y Vox le presenta una moción de censura. Ese es el resumen del debate en el Congreso, en el que el presidente del Gobierno defendió el pacto alcanzado en el Consejo Europeo por el que España recibirá 140.000 millones de euros en transferencias y préstamos para hacer frente a la pandemia del covid-19 y a sus consecuencias económicas. El jefe del Ejecutivo reivindicó su protagonismo en el pacto. Aseguró que España fue «determinante» porque fue la que «más hizo» para lograrlo y porque fue el país que primero pidió un gran plan de recuperación y reclamó junto a Italia que se financiara mutualizando la deuda. Y él, personalmente, según dijo, «tendió puentes» para ello. «Cuando España propuso un plan Marshall para encarar la mayor calamidad en un siglo en el continente europeo, Europa aprobó un plan Marshall», resumió sobre su propio papel.

Sánchez pide «unidad»

El presidente del Gobierno reclamó la «unidad» de todas las fuerzas políticas para que estén «a la altura». «Si en Europa se puede, en España se debe poder. Debemos hacer que se pueda llegar a acuerdos», señaló, apuntando a la negociación de los presupuestos. Y advirtió además a la oposición de que, tras el acuerdo alcanzado en Europa, «se prepare para una larga y fructífera» legislatura con él en la presidencia del Gobierno.

Casado negó a Sánchez el protagonismo del que presume y acusó al Ejecutivo de estar instalado en la «mentira, la arrogancia y en un triunfalismo que llega a ser ofensivo». En una dura intervención, preguntó a los diputados del PSOE «de qué se ríen» cuando en España ha habido 45.000 muertos y cuando «el paro ha crecido diez veces más en la pandemia que en el resto de la UE». Admitió que el acuerdo en Europa es bueno para España, pero aseguró que fue el Partido Popular Europeo el que lo propuso, mientras Sánchez se limitó a «chupar rueda» y a dejar que otros negociaran por él «con una escucha pasiva». Pese a ello, aseguró que, en contra de lo que afirma el Gobierno, se trata de «un rescate en toda regla».

El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, valoró el acuerdo alcanzado en Europa «con sus limitaciones», pero aprovechó el debate para pedir a Sánchez que «elija bien a los compañeros de viaje» ante la «tarea crucial» que tiene por delante, en referencia a los presupuestos, porque la «geometría variable no ha funcionado» en la comisión del Congreso para la reconstrucción. El mismo reto, pero en sentido contrario, le planteó el portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, quien advirtió a Sánchez de que tendrá que elegir entre el «camino recto» de la «moderación y la sensatez» pactando con Cs o el «largo y tortuoso camino» de la «radicalidad», junto a «populistas y los nacionalistas». Valoró también el acuerdo, pero insistió en que «no es el momento de los aplausos» ni para la «autocomplacencia». El portavoz del BNG, Néstor Rego, afirmó que las condiciones del «rescate» serán «lesivas» para Galicia y preguntó a Sánchez si el dinero se va a utilizar para nacionalizar empresas como la planta de Alcoa en San Cibrao.

El PP ataca la moción

El líder de Vox, Santiago Abascal, sorprendió al anunciar que presentará en septiembre una moción de censura contra un Gobierno «ilegítimo, criminal y desaprensivo» y pedir al PP y a «todos los partidos que no creen en la ruina y en la muerte» que apoyen esa iniciativa. «Señores del PP, los españoles no pueden esperar más», advirtió, dejando claro que su intención es más bien presionar a los populares que al Gobierno, dado que la iniciativa está fracasada de antemano.

El PP rechazó de inmediato apoyar a Abascal afirmando que no participará en «maniobras de distracción que refuercen al PSOE». Sánchez se burló del líder de Vox y le retó a presentar la moción de inmediato, sin esperar a septiembre. «¿Qué pasa señor Abascal, que se va de vacaciones?», preguntó, al tiempo que advirtió a Casado de que la moción se presenta en realidad contra él. Le preguntó por ello también si «hará de Vox o del PP» y señaló que Abascal «no se lo ha puesto fácil» al líder popular.

Protesta del resto de grupos. La bancada socialista al completo para aplaudir a Sánchez

El PSOE se salta el acuerdo para limitar el aforo en el pleno

El PSOE repitió la salva de aplausos para recibir a Pedro Sánchez tras el acuerdo alcanzado en Bruselas. Pero en esta ocasión lo hizo burlando el pacto que habían alcanzado todas las fuerzas políticas en la mesa de portavoces para limitar la asistencia al pleno a un 50 % de los diputados de cada grupo para respetar las medidas de distanciamiento social.

La bancada socialista renunció, sin embargo, al voto telemático y se presentó al completo en la Cámara, añadiendo incluso a un grupo de senadores, con el portavoz del PSOE en la Cámara Alta, Ander Gil, a la cabeza, y con todos los ministros del Gobierno en el banco azul, para ovacionar el presidente.

La distancia entre los diputados del PSOE era mínima en una bancada abarrotada, mientras los demás grupos guardaban el distanciamiento exigido. En el PP, pidieron el voto telemático la mitad de sus diputados: 44 de 88. La decisión de los socialistas provocó las protestas del resto de formaciones, que acusaron al PSOE de incumplir el acuerdo suscrito y dar un mal ejemplo con su actitud a una ciudadanía a la que el Gobierno exige, bajo amenaza de multa, que cumpla con las recomendaciones sanitarias. El Grupo Socialista se defendió asegurando que avisó de antemano de que se saltaría el acuerdo.

El portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, pidió la palabra tras la intervención de Sánchez para quejarse de que el Grupo Socialista había incumplido el acuerdo porque quería «atronar con aplausos al presidente del Gobierno». «Difícilmente vamos a hacer cumplir las normas a la gente si nosotros mismos no las cumplimos cuando las aprobamos», protestó Bal. La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, explicó que no hay ningún precepto en el reglamento del Congreso que le permita limitar la presencia de los diputados y solo señaló la exigencia de portar mascarillas durante el debate.

Esa última exigencia sí fue atendida por todos los diputados presentes, lo que permitió contemplar una variedad de opciones incluso entre miembros del mismo grupo. Sánchez asistió con una mascarilla blanca que, por primera vez desde el inicio de la pandemia, incluía una bandera de España. Otros portaban máscaras con diferentes diseños, incluidas algunas con flores.