Robles admite que hay «divergencias» en el Gobierno sobre los presupuestos

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

El PP reprocha a Cs que «se apunte» a apoyar las cuentas públicas antes de conocerlas

25 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«Divergencias». Ese fue el término utilizado por la titular de Defensa, Margarita Robles, para explicar el choque de estrategias en el Gobierno entre los ministros socialistas, que plantean explorar todas las posibilidades para tratar de aprobar los presupuestos, y los de Unidas Podemos, que rechazan pactos con el PP y Ciudadanos y apuestan por repetir la mayoría de la investidura con ERC. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es consciente de que tras del acuerdo en la Unión Europea es crucial contar con unas cuentas públicas para administrar los 140.000 millones de euros concedidos a España, y por ello no quiere cerrar ninguna puerta de antemano.

«No estamos para restar, estamos para sumar», advirtió José Luis Ábalos, uno de los pilares del Ejecutivo y, al contrario que Robles, destacado dirigente del PSOE. El titular de Transportes consideró que «lo normal es aspirar al máximo de apoyos posibles» a los presupuestos una vez que se ha llegado a un acuerdo con 27 países con Gobiernos de colores políticos muy diferentes y situaciones económicas distintas, e instó por ello a todos los partidos a «interiorizar» las necesidad de un acuerdo y «priorizar la situación de España».

También Robles insistió en sus diferencias con Iglesias, y señaló que «los ciudadanos quieren ver políticos próximos, que son personas, que se preocupan por sus problemas y no por consideraciones partidistas». Y, aunque restó importancia al debate interno en el Gobierno, señaló que lo relevante es que «una vez que se tome una decisión la debemos tomar unidos».

Garzón trata de rebajar el tono

Las declaraciones de Iglesias, en las que aseguró que un Gobierno en el que esté Unidas Podemos es «incompatible» con un acuerdo de presupuestos con el PP, y también con Ciudadanos, han sentado muy mal en el sector socialista del Ejecutivo, consciente de las graves dificultades que entraña en este momento pactar las cuentas públicas con ERC, formación inmersa en un clima preelectoral en Cataluña y en medio de la polémica por la posible anulación del tercer grado a los presos independentistas.

Aunque las divergencias continúan, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, trató de rebajar ayer el tono de enfrentamiento de Iglesias y apostó por «normalizar» el diálogo con partidos de cualquier signo e intentar llegar a acuerdos «con todo el mundo» para aprobar los presupuestos, aunque incidió en que la «base sobre la que desplegar» los acuerdos debe ser el programa del Gobierno de coalición pactado entre el PSOE y Unidas Podemos, que es «progresista» y de «izquierdas». «Con Ciudadanos tendremos que llegar, no entiendo por qué no íbamos a llegar a acuerdos en invertir en ciencia o educación. Quizás sea más difícil llegar en materia laboral», explicó el titular de Consumo. En el PSOE consideran, sin embargo, que con las nuevas circunstancias por el covid-19 habrá que replantear algunas de las medidas de ese acuerdo.

En medio de ese debate surgen también las diferencias entre el PP y Cs. La vicesecretaria de política sectorial de los populares, Elvira Rodríguez, reprochó ayer al partido de Inés Arrimadas que «se apunte» a acordar los presupuestos con Sánchez sin conocer su contenido, y advirtió al Gobierno de que si al final es Podemos el partido que lleva el «peso» en el diseño de esas cuentas públicas no «busque» al PP. «Cuando los hagan y tengan el papel preparado que lo pongan encima de la mesa y ya hablaremos», concluyó.