Condenados a 16 y 17 años por violar en grupo a una menor en una localidad de Barcelona

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

La Audiencia de Barcelona juzga a dos hombres acusados de una violación en grupo a una niña de 14 años en Pineda de Mar (Barcelona) en 2018
La Audiencia de Barcelona juzga a dos hombres acusados de una violación en grupo a una niña de 14 años en Pineda de Mar (Barcelona) en 2018 EUROPA PRESS

Los detenidos agredieron sexualmente a la adolescente, lo grabaron y luego difundieron el contenido en redes sociales

13 jul 2020 . Actualizado a las 23:55 h.

La Audiencia de Barcelona ha condenado a 16 años y medio y a 17 años y medio de cárcel a dos jóvenes acusados de violar en grupo a una menor de 14 años en Pineda de Mar (Barcelona), grabarlo en móvil y después difundirlo en redes sociales.

La agresión sexual tuvo lugar el 22 de marzo del 2018 en una masía abandonada de Pineda de Mar, donde una decena de jóvenes condujeron a la menor de 14 años para violarla por turnos, grabarlo y después publicar las imágenes en redes sociales. En total, participaron más de diez violadores, pero por el momento solo se ha podido identificar a los dos adultos condenados y a otros dos menores que han seguido un proceso paralelo.

Según informa Efe, la sentencia, dictaminada por la sección décima de la Audiencia de Barcelona, atribuye a los dos acusados un delito continuado de agresión sexual y otro de revelación de secretos. Además, les impone la prohibición de comunicarse con la víctima durante los diez años posteriores a su estancia en prisión y, durante el mismo período, la libertad vigilada.

La sentencia por delito continuado rebaja la condena solicitada por la Fiscalía, que pidió 81 años y medio de cárcel para uno de los causados y 43 años y medio para el otro por delitos de agresión sexual. La sala considera también como atenuante la anomalía o alteración psíquica por una «baja madurez intelectiva» que afectaba a las capacidades de decisión de uno de los acusados. 

Les impone además el pago conjunto a la víctima de 32.250 euros en concepto de indemnización por daños morales, secuelas y el mes y medio que tuvo que permanecer ingresada en el hospital tras la agresión por una violación cometida «con una violencia e intimidación particularmente degradante y vejatoria» .

En su sentencia, la sala destaca que la menor «se sintió absolutamente sola en una casa abandonada», a la que solo se podía llegar en coche y acceder por un agujero en las ventanas, lejos de la población de Pineda de Mar y «donde nadie podía oírla aunque gritara».

«Se sintió paralizada al constatar que quedó rodeada por un grupo de chicos mayores que ella (...), las circunstancias del lugar descrito y el contexto o ambiente en el que se produjo la agresión», apuntan los magistrados, quienes recalcan que dicha intimidación llevó a la menor a asustarse y quedarse «sin capacidad de reacción», adoptando una actitud de «sometimiento y pasividad».

La Audiencia considera probado que los acusados acudieron al lugar de los hechos «a fin de satisfacer sus deseos sexuales» tras ser avisados de que la joven estaba realizando felaciones, por lo que, al llegar, la rodearon y la agredieron en presencia de otros diez menores de entre 14 y 15 años.

De acuerdo con el tribunal, la agresión se produjo «con intención de amedrentarla y con el propósito de obtener una satisfacción sexual, menoscabando su libertad sexual, así como con propósito de vejarla y de atentar contra su dignidad, prevaliéndose de la superioridad que les proporcionaba esa situación y así vencer su negativa a lo que se proponían hacer».

Los acusados cometieron la agresión «aplaudiendo» y «jaleando en repetidas ocasiones», a la vez que grabaron vídeos e hicieron fotografías obligando a la menor a realizar actos sexuales y conscientes de que se producía en contra de su voluntad. Imágenes que luego publicaron y difundieron en la red.

La agresión solo finalizó cuando los acusados y el resto de agresores escucharon la sirena de un coche de policía, lo que les llevó a abandonar la masía y dejar allí a la joven, que tuvo que dirigirse al centro de la ciudad sola «gritando auxilio».

A consecuencia de la violación, la menor estuvo ingresada durante un mes y medio en el hospital, sufrió estrés postraumático y se provocó autolesiones.