De hecho, recuerda el auto, ella llegó a pedir al juzgado de Alcorcón el IMEI del teléfono sustraído «con la finalidad de recabar los datos de geolocalización».
El juzgado lo rechazó señalando que se trataba de un hurto al descuido por parte de autores desconocidos y ella lo recurrió tres veces sin éxito, hasta que se le denegó definitivamente en febrero de 2017.
«Todo ello -insiste el juez- permite observar hasta qué punto fue relevante para la pretensión de Dina Bousselham de esclarecer quién sustrajo su tarjeta, el hecho de que Pablo Iglesias Turrión le ocultase que la poseía».