La «molécula de dios» del sapo bufo: así es el alucinógeno más potente del mundo

L. G. V.

ESPAÑA

Nacho Vidal ha sido detenido por administrar esta sustancia al fotógrafo José Luis Abad, que murió minutos más tarde de fumar esta droga. A los expertos les preocupa que en España cada vez hay más interés en este rito chamánico

04 jun 2020 . Actualizado a las 09:13 h.

El desierto de Sonora, que ocupa parte de México y Estados Unidos, más allá de ser una idílica postal para nostálgicos de Thelma Louise, oculta entre su infinito abanico de especies una variedad de sapo que se ha convertido en los últimos años en objeto de deseo de aquellos que buscan vivir experiencias sensoriales estrambóticas. O que quieren poner fin de una vez por todas a su adicción a las drogas, porque con este fin se promociona en cantidad de ocasiones el Bufo alvarius. Más que el animal en sí, son sus glándulas parótidas las que suscitan interés, pues en ellas se encuentra un cóctel de alcaloides psicoactivos que provocan alucinaciones; entre otros temidos efectos. 

Conocida como la «molécula de dios», esta sustancia que se ingiere fumada, padece una constante paradoja: algunos médicos la utilizan como remedio para acabar con la adicción a las drogas de sus pacientes, al tiempo que es precisamente este mismo colectivo el que alerta de los peligros de este potentísimo psicotrópico. 

El sapo bufo acaba de saltar a la palestra mediática en España por la detención de Nacho Vidal. El actor porno está acusado de homicidio imprudente por suministrarle este veneno a un conocido fotógrafo, que murió minutos después de ingerir esta sustancia. Sin embargo, en ciertas esferas ya tenía un hueco más que asentado. Tanto es así que aunque es originario de México, ya hace un tiempo que no hay que cruzar fronteras para pegarse un viaje. Según reveló La Sexta hace unos meses, en Madrid, Barcelona y Marbella se ofrecen sesiones con sapo de bufo por 125 euros. En estos encuentros el interesado inhala la droga en presencia de un chamán o, en todo caso, de un acompañante que guía al consumidor.

Muchos expertos se echaron las manos a la cabeza ante el interés que comenzó a suscitar esta potente droga que, advierten, y así se reflejó con la muerte del fotógrafo José Luis Abad, llega a ser letal. Sin alcanzar este extremo, entre los efectos que señalan los especialistas, el rito del sapo bufo, o lo que es lo mismo, fumar bufantoína, provoca un estado de conciencia alterada que dura unos 20 minutos y que provoca diferentes estados en cada consumidor. Unos conocen solo unas risas histéricas mezcladas con pequeñas alucinaciones, otros pueden llegar a sufrir arritmias, bloqueo sinusal, fibrilación y paro cardíaco.