Iglesias ignora las pruebas e insiste en acusar a las cloacas del Estado por el caso Dina

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

Pablo Iglesias
Pablo Iglesias Ballesteros

El líder de Podemos alegó que los investigadores no han descartado que el robo del móvil de su exasesora en el 2015 fuera una «actuación deliberada» para desacreditarle

02 jun 2020 . Actualizado a las 09:43 h.

Las dudas sobe el caso Dina y el papel del vicepresidente del Gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias, sobre la gestión de la documentación robada a su antigua asesora en el Parlamento Europeo, que según el juez instructor tardó en devolverle el material «entre 5 y 39 meses», dio ayer un nuevo giro al ignorar Iglesias las pruebas recabadas por la Justicia e insistir en la «teoría de las cloacas del Estado» para evitar cualquier sospecha sobre su comportamiento.

Iglesias alegó, pese al último auto judicial, que los investigadores del caso Villarejo no han descartado la hipótesis de que el robo del móvil de su exasesora en el 2015, y cuyos datos aparecieron en manos del excomisario, fuera una «actuación deliberada» para desacreditarle.

Ese uno de los argumentos que Iglesias esgrime en el recurso de 16 páginas ante el juez Manuel García Castellón para que revoque su decisión de retirarle la condición de perjudicado en la pieza 10 del caso Villarejo, en la que se investigan las circunstancias que rodearon al robo del móvil de Dina Bousselham.

«A día de hoy, no se ha podido probar aún que el robo del móvil fuese un hecho casual o una actuación deliberada, encaminada a obtener información sensible, privada e íntima, sobre mi representado, a los efectos de perjudicarle políticamente», apunta la abogada de Iglesias.

Acción planificada

De hecho, plantea la posibilidad de que el robo de ese móvil en concreto se planificara a raíz de que «varias las publicaciones» hablaran de «una supuesta relación afectiva entre el señor Iglesias y la señora Bousselham».

«Este hecho a día de hoy, indiciariamente al menos lleva a la convicción, de que el robo del móvil, no tenía otro objeto que el de obtener información sensible para perjudicar al señor Iglesias», sostiene el recurso.

«Presumiblemente, todas las actuaciones ocurridas desde el robo del móvil, pasando por el informe PISA, hasta la difusión en los medios del contenido del móvil de doña Dina, tienen una clara correlación con los hitos electorales», y, según sostiene, la abogada en su recurso, fueron «gravemente perjudiciales» para Podemos y «particularmente» para Iglesias.

Las aparentes contradicciones entre las declaraciones que han prestado Iglesias y la exasesora sobre el estado en que se encontraba la tarjeta cuando ambos la recuperaron -él de manos del presidente del Grupo Zeta y ella del líder de Podemos- llevaron al juez la pasada semana, previa petición de la Fiscalía, a dejar de considerar al vicepresidente como perjudicado por estos hechos. Además abrió la posibilidad de abrir diligencias contra el líder morado por entender que podría haber incurrido en posibles delitos de obstrucción a la Justicia y destrucción de pruebas.

Dina Bousselham mandó esta semana un escrito al juzgado para matizar tres declaraciones interiores que complicaban la situación judicial de Pablo Iglesias.