Sobre los llamamientos a la formación de un Gobierno de concentración en España - que el PSOE rompa con Podemos y pacte con la oposición a su derecha-, el vicepresidente ha recordado que esa idea ya se promovió en las dos elecciones generales de 2019. «Esos grupos pusieron todo su poder económico y mediático para tratar de influir en la población y que saliera el gobierno que ellos querían», ha afirmado. De hecho, cree que seguirán haciéndolo, pero que la democracia española «no se va a dejar tutelar por los que no aceptan los resultados electorales».
Por otro lado, el ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030 ha declarado que, ante la situación complicada que afronta el Gobierno por la crisis del coronavirus, su deber es «hacer lo correcto». A su juicio, eso significa «proteger a la gente a través de un escudo social y proteger la estructura productiva» del país. «Hay que proteger a las empresas y a los trabajadores, hay que proteger, en una palabra, a la patria», ha señalado. Y mientras cumple «los deberes patrióticos que impone una crisis como esta», Podemos no hará «cálculos electorales», ha asegurado, añadiendo que ya llegará el momento de que la gente valore en las urnas la actuación de cada partido o cada institución durante este periodo.