Interior refuerza la presencia policial para frenar las caceroladas contra el Gobierno

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Decenas de personas han participado, por sexto día consecutivo, en las protestas contra el Gobierno en la calle Núñez de Balboa
Decenas de personas han participado, por sexto día consecutivo, en las protestas contra el Gobierno en la calle Núñez de Balboa SUSANA VERA | Reuters

Marlaska ve legítimas las manifestaciones, pero exige respeto al derecho a la salud

16 may 2020 . Actualizado a las 10:30 h.

La proliferación de manifestaciones de protesta no autorizadas contra la gestión del Gobierno en la crisis del coronavirus, apoyadas públicamente por dirigentes de Vox y también por la presidenta de la Comunidad, Isabel Ayuso, preocupa al Ejecutivo, que trata de impedir que vayan a más. El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, pidió ayer a los dirigentes políticos que no hagan un llamamiento «a otra cosa que no sea a cumplir la normativa propia de esta situación excepcional extraordinaria que vivimos y que tanto está exigiendo del conjunto de la ciudadanía». Y, aunque consideró «absolutamente legítima y positiva» la protesta, pero «sin poner en riesgo otros derechos fundamentales como el de la salud».

El epicentro de estas protestas, que celebran desde hace varios días grupos de ciudadanos que se manifiestan en la calle con caceroladas, coreando consignas contra el Gobierno y portando banderas de España, se encuentra en la calle Núñez de Balboa, situada en barrio de Salamanca, el de mayor nivel de renta de la capital. Los manifestantes han constituido un movimiento llamado Resistencia Democrática que, en un comunicado, llama a sumarse a las protestas a las 21 horas, respetando las distancias de seguridad y usando mascarillas. Esta plataforma aclara que su convocatoria «no supone la desobediencia a las fuerzas del orden público, que cumplen las normas que le son impuestas en el ejercicio de su deber». 

Aumento de presencia policial

El titular de Interior eludió entrar en polémicas con Díaz Ayuso, que reclamó el pasado jueves que los vecinos puedan salir «un ratito cada día» a protestar, pero incidió en que lo que la sociedad está reclamando a sus políticos es «estar un poquito a la altura».

Aunque Marlaska negó que haya dispositivos especiales en «lugares concretos», la presencia de efectivos policiales en Núñez de Balboa y en otras calles de los barrios de Aravaca o Fuencarral, donde se producen concentraciones similares, ha ido en aumento. Los agentes se limitan a indicar a los concentrados que deben mantener la distancia de seguridad. «Todos podemos ejercer nuestro derechos y libertades fundamentales, pero últimamente no estoy oyendo hablar del derecho a la salud pública», señaló Marlaska, que aseguró que no hay ningún derecho o libertad fundamental suspendido en virtud del estado de alarma. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, se refirió también esas protesta e instó a «toda la ciudadanía» ara mantener «una actitud responsable». La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, de Cs, dijo compartir algunas de las protestas, pero insistió en la cuestión sanitaria y advirtió de que «probablemente se produjeron contagios» en esas concentraciones.