Sánchez consigue 15 días más de alarma, pero insiste en que es necesaria hasta finales de junio

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

J.J. Guillén | Efe

El Gobierno insiste en que no hay otra alternativa mejor recogida en la Constitución

06 may 2020 . Actualizado a las 20:05 h.

Sánchez logró este miércoles renovar el permiso del Congreso para extender el estado de alarma hasta el próximo 24 de mayo, aunque con más dificultades que nunca. Fue un triunfo ajustado y con gol en el descuento, ya que hasta el último suspiro no consiguió cerrar los apoyos que le permitieran no depender del PP. Estos dos acuerdos llegaron de la mano de dos partidos antagónicos, como Ciudadanos y el PNV, que coincidieron en advertirle que vaya buscando un marco jurídico alternativo para continuar con el proceso de desescalada más allá de las dos próximas semanas. Igual que el PP, que finalmente se abstuvo.

El Gobierno finalmente cosechó 178 apoyos: PSOE (120), UP (35), Cs (10), PNV (6), Más País (2), Compromís (1), Nueva Canarias (1), Coalición Canaria (1), PRC (1) y Teruel Existe (1). En el bloque de los abstencionistas coincidieron los 88 diputados del PP, los 5 de Bildu, los dos de Navarra Suma y el del BNG, que hace dos semanas había apostado por el sí. Se abstuvo finalmente un diputado independiente de Esquerra, Joan Josep Nuet. Fuentes de ERC consultadas por Efe han indicado que Nuet dispone de libertad de voto cuando no hay acuerdo en alguna votación, aunque siempre se busca la máxima «colaboración y entendimiento» dentro del grupo parlamentario.

Finalmente, el pelotón del no consiguió 75 votos, los de Vox (52), ERC (12 de los 13 que tiene), JxCat (8), la Cup (2) y Foro Asturias (1).

La votación supone un punto de inflexión en la legislatura, ya que por primera vez se quebró el bloque en el que se apoyó Sánchez para ser investido, lo que propició ataques y reproches cruzados entre los dos partidos que sustentan al Gobierno, PSOE y Podemos, y sus hasta ahora socios parlamentarios de ERC, que se movieron de la abstención al no. Moncloa entiende que este nuevo equilibrio de fuerzas no tiene mucho futuro, de ahí la insistencia de la portavoz del Grupo Socialista, Adriana Lastra, en «tender la mano» a Gabriel Rufián: «El futuro de este país pasa porque la izquierda de este hemiciclo se entienda», admitió.

Apenas unos minutos antes este había recordado a Sánchez con cierto tono amenazador gracias a qué votos duerme cada noche en la Moncloa: «Sin diálogo no hay legislatura, si son tan progresistas, demuéstrelo», afirmó.

En realidad, tanto Cs como PNV ya venían pronunciándose a favor de la prórroga de alarma en los anteriores debates, pero sus votos cobraron especial relevancia desde que se oficializó el salto de Esquerra.

El presidente del Gobierno planteó la votación como una «una decisión que nos va marcar para siempre» que trasciende más allá de la esfera política, convirtiendo el voto en una «opción moral» mediante la que «todos nos mediremos por las implicaciones éticas que vamos a tomar en el día de hoy», afirmó. 

Sánchez defendió que el estado de alarma es la única «herramienta constitucional» que permite evitar la propagación del virus, y que poner fin a esta excepcionalidad sería un «error absoluto, total e imperdonable». Por eso insistió en que este mecanismo debería prolongarse hasta el final de la desescalada, es decir, el 22 de junio en el mejor de los casos. «La meta está cerca. Les exhorto a perseverar unas semanas más. Necesitamos que se mantengan algunas limitaciones a nuestra movilidad. Se lo debemos ante todo a los fallecidos, a los enfermos que se han recuperado y que siguen hospitalizados, a los sanitarios, a los policías, a los militares, a los trabajadores del campo y de la ciudad».

Se dirigió a sus socios soberanistas: «No es ningún recurso retorcido del centralismo, no lo es», comentó fijando su mirada en la bancada nacionalista. Tampoco «ningún ardid para limitar las libertades», advirtió, tratando de abortar las críticas de la oposición, con la que quedó constatado que han volado todos los puentes. Y ya para todo el hemiciclo, aseguró que su único objetivo es «proteger y salvar vidas extremeñas, catalanas y gallegas, de derechas y de izquierdas», afirmó.

Por otra parte, Sánchez anunció que cuando España entre en la fase 1 del desconfinamiento, declarará el luto nacional, y avanzó también que una vez concluido el proceso «se celebrará un homenaje a las víctimas».

El sí de Cs en medio de críticas

La presidenta de Cs, Inés Arrimadas, acudió por primera vez al Congreso desde la declaración de la pandemia para poner en valor su acuerdo con el Gobierno, aunque eso no impidió que se mostrara muy crítica con la gestión del Ejecutivo respecto a la crisis del coronavirus. No obstante, defendió la «utilidad» de su partido para «servir al interés general». «No me importa que unos me llamen facha y otros me llamen traidora», comentó.