Aumenta la tensión entre Gobierno y PP a las puertas de la comisión del covid-19

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo BAreño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Cayetana Álvarez de Toledo, durante la sesión de control al Gobierno celebrada este miércoles
Cayetana Álvarez de Toledo, durante la sesión de control al Gobierno celebrada este miércoles J.J. Guillén | Europa Press

PNV y ERC se distancian del PSOE y UP, que necesitan apoyos para controlar el foro

30 abr 2020 . Actualizado a las 09:03 h.

Solo un día después de que el Congreso aprobara por unanimidad la creación de una comisión parlamentaria para la reconstrucción económica y social tras la pandemia del covid-19, y a pocas horas de que hoy concluya el plazo para que los partidos designen a sus representantes en ese foro, el Gobierno y el PP elevaron ayer al máximo la tensión política en torno a las medidas y el calendario impuesto por el Ejecutivo para iniciar la desescalada.

Una coyuntura que hace difícil albergar esperanzas de que la comisión, que se constituye la próxima semana, sirva para acercar posturas y lograr acuerdos unánimes sobre decisiones futuras.

No para hacer «el ridículo»

Durante la sesión de control, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acusó de «intransigente» al líder del PP, Pablo Casado, por la posición critica con el Ejecutivo sobre las medidas de desescalada. Y, en su respuesta, Casado elevó el tono contra el jefe del Ejecutivo, al que acusó de mentir a los ciudadanos, a los profesionales sanitarios y a la Unión Europea, y adelantó que no puede esperar la colaboración del PP para «hacer el ridículo».

Pero quizá más preocupante para Sánchez es que sus socios de investidura se desmarcan cada vez más del Gobierno ante la falta de diálogo. Algo que podría dejar al POSE y Unidas Podemos en una situación de soledad en la comisión, encajonados entre las críticas del PP y Vox a su gestión y los reproches de nacionalistas e independentistas por lo que consideran una recentralización de facto por la privación de competencias que implica el mantenimiento del estado de alarma. Tanto ERC como el PNV advirtieron ya ayer a Sánchez de que, de seguir así, no apoyarán una nueva prórroga en el Congreso e incluso se plantean la posibilidad de votar en contra.

La comisión mantendrá la proporcionalidad en el número de escaños del Parlamento, de forma que sus 46 miembros se dividirán en 13 para el PSOE, 9 para el PP, 5 para VOX, 4 para Unidas Podemos y uno para cada uno de los demás partidos con representación en el Congreso. Socialistas y morados, que suman 17 votos, necesitan por tanto el apoyo de otros siete partidos para alcanzar la mayoría en la comisión y para aprobar sus conclusiones.

La primera prueba para el Gobierno será la designación del presidente de este órgano parlamentario. El PP aspira a ocupar ese puesto y por eso ha propuesto a la expresidenta del Congreso Ana Pastor, cuya labor fue muy bien valorada por todos los grupos, incluidos nacionalistas e independentistas. Y también Ciudadanos presenta sus opciones al cargo con el argumento de actuar como árbitro entre el Gobierno y la oposición. El PSOE trata sin embargo de alcanzar un acuerdo con sus socios de investidura sobre una figura de consenso para hacerse con la presidencia. 

ERC y JxCAt plantan a Darias

Las dificultades del Gobierno para sumar apoyos a su gestión en torno a la reconstrucción se pondrán de manifiesto hoy en el Senado durante la Comisión General de Comunidades Autónomas, en la que los presidentes autonómicos del PP, entre los que no estará Núñez Feijoo, se mostrarán muy críticos. Pese a que en un principio anunciaron su presencia, ni ERC ni Junts per Catalunya asistirán a la sesión de la cámara alta, de la que se descolgaron ayer, y en la que la representante del Gobierno será la ministra de Administración Territorial, Carolina Darias. ERC, que había solicitado que la sesión fuera manera telemática, justificó ayer su espantada en el «afán» del Gobierno por «recentralizar competencias» con el estado de alarma. JxCAT consideró una «grave irresponsabilidad» convocar a 17 representantes autonómicos en plena pandemia y rechazó debatir con Darias porque no tiene «ninguna responsabilidad directa en la gestión de esta crisis».