Alfonso Guerra ve falta de espíritu de colaboración para sacar adelante los Pactos de la Moncloa

LA VOZ REDACCIÓN / AGENCIAS

ESPAÑA

Alfonso Guerra
Alfonso Guerra RAUL CARO

El histórico socialista dice que «no es hora de criticar al Gobierno, aunque se hayan cometido errores»

23 abr 2020 . Actualizado a las 15:34 h.

El exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra ve en los partidos políticos de hoy menos actitud de «colaboración» que la que tenían las fuerzas políticas en la época en la que se suscribieron los Pactos de la Moncloa, en el año 1977.

En una entrevista en 7TV Andalucía, recogida por Europa Press, Guerra ha sido preguntado sobre el hecho de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, haya apelado a unos nuevos Pactos de la Moncloa para hacer frente a las consecuencias que tendrá sobre el país la crisis sanitaria del coronavirus. Para Guerra, sin duda, ahora «se ha puesto de moda hablar» de los Pactos de la Moncloa, pensando en las consecuencias que va a tener esta pandemia sobre la economía: «La comparación no tiene mucho sentido porque las circunstancias son otras y la actitud de los partidos políticos son muy diferentes». Ha recordado que en los años 70, los partidos, los sindicatos y la propia sociedad se estaba dando cuenta de que estábamos pasando de una dictadura a una democracia y había que apoyar ese trance, y fueron de cada sitio las personas «más capacitadas».

En su opinión, ahora no es así porque actualmente la política «está mal vista en general por la sociedad y entonces los mejores no quieren ir a la política». Ha insistido en que las circunstancias de entonces eran muy diferentes a las de ahora. «Las circunstancia entonces eran muy diferentes porque aquello era un tránsito a una democracia que obligaba a aceptar muchas cosas que, en condiciones normales, uno no hubiera aceptado, pero sabía que lo exigía la transición que estábamos haciendo», según ha apuntado Guerra.

A su juicio, ahora los partidos tienen una actitud de «menos colaboración y pactar hoy se entiende que es ceder»: «Claro que es ceder, pero cede el otro también y cuando ceden todos, no cede nadie», que es lo que se logró con la Constitución.

En cualquier caso, Alfonso Guerra ha defendido la fuerza tremenda de los españoles ante una situación como la que estamos viviendo y ha recordado que España ha pasado a lo largo de su historia por situaciones «más graves» que esta como fue una guerra civil en la que murieron 500.000 personas y un millón tuvieron que salir del país.

Así, ha afirmado que esta crisis sanitaria «dejará huella» y saldremos «con mejor conciencia, prestando más atención a lo sustantivo». En este sentido, ha advertido de que «vivimos en un mundo de consumismo, donde le damos más importancia a tener cosas que a ser, que es lo principal», por lo que esta situación mejorará nuestra condición de ser humano«.

Alfonso Guerra ha considerado que ahora «no es el momento oportuno para hacer la crítica» ni del Ejecutivo español ni de los partidos sobre la gestión política de la crisis del coronavirus, y aunque entiende que «todos los gobiernos ha cometido graves errores, y el nuestro también», en relación a esta pandemia, hay que tener en cuenta que «estaban ante una sorpresa que les ha pillado a todos a contrapié», y «es muy difícil calificar de errores cosas que hubiéramos cometido probablemente todos».

En esa línea, ha argumentado que, en este momento en el que «centenares de miles españoles» están «infectados de una enfermedad grave» por la que han muerto más de 21.000 ciudadanos en el país, «no es el momento oportuno para hacer la crítica ni del Gobierno ni de los partidos». «Es el momento de apoyar, de ayudar, de participar de alguna manera en resolver la cuestión y hacer más llevadero» el trance «a las personas que sufren», según ha abundado Guerra antes de insistir en que no cree que «sea el momento de lanzarse dardos y críticas» entre Gobierno y oposición.

Ha señalado además que «esto es un huracán que ha tomado por sorpresa a todos los gobiernos del mundo», y también a ciudadanos y a instituciones, y «todo el mundo ha cometido errores», si bien ha sostenido que, «cuando las cosas son muy difíciles, son más entendibles los errores».

De igual modo, el histórico socialista ha sostenido que la actual crisis sanitaria está constituyendo «una prueba muy dura» para «el conjunto de la población», pero «los españoles están demostrando una ejemplaridad extraordinaria». En esa línea, ha indicado que es «una prueba muy difícil que se está pasando con muy buena nota», porque «es difícil mantener a tantos millones de personas, algunos en pésimas condiciones, con una disciplina y paciencia tan extraordinarias».

Además, Guerra ha apuntado que la crisis «está desvelando la nobleza de espíritu que hay en tantísimos españoles», desde sanitarios y farmacéuticos hasta reponedores y cajeros de supermercados, de forma que «se está dando un ejemplo excepcional» que explica que, todos los días, «se tenga la emoción de salir a aplaudir» desde balcones y ventanas a las 20,00 horas.

En cambio, ha lamentado que la crisis también «ha puesto al descubierto que lo que llamábamos residencias de mayores eran almacenes de ancianos que no estaban protegidos por una sanidad permanente, continua, de vigilancia», de forma que, «cuando ha entrado, esta pandemia ha arrasado en residencias». Al hilo, ha apostado por que «la diferencia que hay en España entre residencias privadas y públicas debería invertirse», de forma que «debería haber muchas más» que fueran públicas y estuvieran «bien atendidas», y en esa línea ha considerado que, «ahora que la conciencia está muy viva por lo que está pasando, deberían hacerse proyectos en ese sentido».

Por otra parte, Guerra ha afirmado que «el reparto de poder territorial no ha funcionado bien» en la gestión de esta crisis y ha instado a «revisarlo». «Las comunidades han sido un impulso muy importante para el conjunto de España pero, a veces, hay cosas que no funcionan y hay que hace revisiones», ha advertido.

Así, ha asegurado que hay comunidades que han aceptado las decisiones «arrastrando los pies, poniendo pequeños obstáculos» y ha señalado «una muy en concreto», en referencia a Cataluña. «España es un Estado descentralizado pero unitario. Esto tiene que entrar en la cabeza y está en la cabeza de muchos españoles pero de menos políticos», ha apuntado.