Sánchez cita a Casado a través de la prensa y el PP dice que es un insulto

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Pablo Casado visita con el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, el Centro de Pantallas de Control de Madrid
Pablo Casado visita con el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, el Centro de Pantallas de Control de Madrid Europa Press

El presidente desea activar las conversaciones con todos los partidos antes del sábado

15 abr 2020 . Actualizado a las 08:58 h.

«La crisis del coronavirus lo ha cambiado todo». Ese es el mantra al que se aferra el Gobierno para exigir que cesen las críticas a su gestión en la crisis del COVID-19 y reclamar el apoyo unánime de todas las fuerzas políticas para firmar unos nuevos Pactos de la Moncloa.

El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, aceleró este martes el paso para conseguir ese acuerdo de «reconstrucción social y económica» y citó para el jueves al presidente del PP, Pablo Casado, en un intento de sondear su disposición al acuerdo. Después, entre el jueves y el viernes, Sánchez contactará con los líderes de todos los grupos parlamentarios, de mayor a menor.

El diálogo nace con mal pie

«Todo el que quiera aportar va a tener la oportunidad de hacerlo», aseguró la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, aunque, fijó ya de antemano la actitud con la que deben responder todos los que sean llamados por Sánchez. «No se trata solo de acudir», señaló, sino de que «el espíritu sea el de arrimar el hombro» y hacerlo «sin poner condiciones que no tienen nada que ver con el objetivo común del diálogo» para trasladar una imagen de unidad política ante la sociedad. Pese a esos deseos, el intento de reeditar los históricos pactos de la Transición nace con mal pie.

El PP denunció que Casado se enteró de que estaba citado para mañana sin que ni Sánchez ni ningún miembro del Ejecutivo le hubiera avisado previamente. «Este es el espíritu del pacto del Gobierno», señaló el secretario de Comunicación de los populares, Pablo Montesinos. El enfado en el PP llegó al punto de que ni siquiera confirmaron que Casado vaya a aceptar una cita fijada sin acuerdo previo y sin «un mínimo de respeto». Algo que consideran un «insulto» de Sánchez. «Si de verdad tienen interés en que se vea con Casado, que empiecen por acordar una fecha y una hora con nosotros», indicaron fuentes populares.

Ambiente de desconfianza

El jefe del Ejecutivo da este paso sin garantías de éxito, porque no solo en el PP, sino también entre sus aliados de investidura, como el PNV y ERC, la propuesta de un gran pacto político se ha acogido con gran desconfianza por entender que puede suponer un intento de «recentralización». Algo que el Gobierno negó expresamente ayer, invitando a los independentistas a sumarse al pacto.

E incluso Unidas Podemos pone en duda la conveniencia de alcanzar un acuerdo con la derecha sobre las medidas económicas necesarias. El único partido que apoya con entusiasmo la hipótesis de pacto es Ciudadanos.

Presión a la oposición

El contacto con Casado tendrá lugar un día después de la sesión de control al Gobierno del miércoles en el Congreso, que se prevé a cara de perro y que podría condicionar el recorrido del diálogo que plantea Sánchez. El Gobierno opta sin embargo por obviar la dificultades y poner ya en marcha la ronda de contactos para unos nuevos Pactos de la Moncloa. «Esperemos que este ofrecimiento sincero sea correspondido con altura de miras y generosidad», señaló la Montero, que advirtió además de que «quien quiera hacer una lectura de este acuerdo con las mismas claves de lo que pasaba hace un mes y medio se equivocará de plano» porque «la crisis del coronavirus lo ha cambiado todo».

Para superar la desconfianza del PP y desacreditar las posiciones de Vox, que rechaza de plano cualquier acuerdo, el Gobierno trata de elevar la presión antes de comenzar los contactos. «No creo que ninguna persona entendiera que los principales partidos no se sumaran al intento de llegar a un acuerdo básico», indicó la portavoz del Ejecutivo.