Pablo Iglesias insiste con los nuevos Pactos de la Moncloa: «Tender la mano es nuestra obligación»

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID | LA VOZ

ESPAÑA

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El vicepresidente del Gobierno conversó por teléfono con el líder de la CEOE tras el comunicado de la patronal en el que se le acusa de «manipular»

10 abr 2020 . Actualizado a las 18:51 h.

La apuesta del Gobierno por tratar de reeditar unos nuevos Pactos de La Moncloa de cara a la reconstrucción del país tras la crisis del coronavirus sigue en pie. Las bases para construir dicho acuerdo no parecen las mejores, tal y como quedó constatado en el debate de ayer en el Congreso tras el que Sánchez logró prorrogar el estado de alarma hasta el próximo 26 de abril, pero el Ejecutivo sigue insistiendo en la invitación cursada por el presidente para que todas las fuerzas políticas del arco parlamentario, agentes sociales, sindicatos, empresarios y representantes de las comunidades autónomas y ayuntamientos se sienten en la misma mesa para consensuar un futuro para el país. Este viernes volvió a tender la mano «tendió la mano» a través de su vicepresidente segundo, Pablo Iglesias. «Lo que hicimos ayer fue proponer un gran acuerdo que nos une a todos. Tender la mano a todo el mundo es nuestra obligación como Gobierno», reiteró.

En el debate de ayer tan solo Ciudadanos, que reclama la paternidad de esta idea, se mostró abierto a participar en esta reedición del pacto de 1977, aunque recela de que pueda tratarse de una artimaña de Sánchez para lograr «una foto». El líder del PP, Pablo Casado, se refirió a ello como «una cortina de humo» para tapar la mala gestión del Gobierno, y dejó en el aire su asistencia. A Vox, la tercera fuerza de la Cámara, ni se le espera. Pero tampoco se mostraron muy receptivas ayer en el debate ninguna de las formaciones soberanistas que resultaron decisivas en la investidura se mostraron muy receptivas.

Pero este rechazo no solo se evidenció ayer en el hemiciclo. La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) difundió ayer un duro comunicado contra el Gobierno, lamentando que no contaran con su opinión para implantar un Ingreso Vital Mínimo, como presumió Pablo Iglesias, al que acusaron de «manipulador». El líder de Podemos reconoció en su entrevista de este viernes en TVE que tras el comunicado de la patronal, habló por teléfono con su líder, Antonio Garamendi, con el que aseguró mantener «una buena relación personal».

 Desescalada gradual

El líder de Podemos defendió que el ingreso vital mínimo era una acuerdo de la coalición «previo» al coronavirus, pero que estaba aparcado debido a su complejidad legal, al abarcar a muy distintas administraciones. «La crisis lo ha puesto de urgencia. Lo que estamos planteando, una discusión que esperamos que se resuelva muy pronto, es que se necesita para ya. Hay familias que están en una situación desesperada». Iglesias destacó que esta medida goza de un gran consenso, ya que el exministro de Hacienda de Rajoy, Luis de Guindos, o el antiguo máximo responsable económico de Cs, Toni Roldán, se mostraron partidarios de su aplicación.

Iglesias también hizo referencia a esa «desescalada» del confinamiento que el Gobierno tiene previsto iniciar en los próximos días. En la línea marcada el miércoles por Salvador Illa y reforzada ayer por Sánchez, evidenció que la misma será gradual. «Hay que ser extremadamente prudentes. La desescalada va a tener que producirse de manera muy moderada y atendiendo siempre a los criterios de los expertos.Vamos a tener que seguir siendo muy estrictos. No vamos a poder volver a la normalidad de diciembre muy pronto», auguró.

Es precisamente en ese plan de «deshibernación» en el que está trabajando el Gobierno para evitar una sangría en el empleo y salvar al mayor número posible de empresas del cierre. El Ejecutivo extendió hoy la mano a los sindicatos y a los empresarios para volver a la Mesa del Diálogo Social. La patronal (CEOE) dio plantón a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, después del rifirrafe con Iglesias. La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, trató de apagar el incendio asegurando que los empresarios son una parte imprescindible para «lograr un gran pacto nacional» y que están en «absoluta y continua» comunicación con sus representantes. La andaluza atribuyó a un malentendido la polémica con el ministro de Derechos Sociales, pero lo cierto es que a la mesa no acudió ninguno de los portavoces de la CEOE, todavía molestos por la polémica en torno a la puesta en marcha de una renta mínima universal. Díaz recogió las demandas de los sindicatos de cara a la progresiva apertura de puertas en la economía que se hará en dos fases: una primera de «excepcionalidad atenuada» y una segunda de «normalización atenuada». El objetivo es atenuar el choque que sufrirán trabajadores y empleadores cuando traten de volver a la «normalidad». «Ha sido una reunión muy productiva, retomaremos la Mesa del Diálogo Social, porque es esencial que trabajadores y empresas cuenten con todo el respaldo del Gobierno para las siguientes fases», ha apuntado la ministra. Un punto sobre el que también están de acuerdo los sindicatos: será imprescindible contar con los empresarios para cerrar grandes acuerdos como los del inicio de la crisis en torno a las medidas temporales y extraordinarias. 

Mantener los ERTE

La gran demanda que deslizaron hoy los sindicatos fue la de mantener la red de seguridad de los ERTE para evitar despidos masivos en las empresas una vez que se abran las puertas y se cuantifiquen las pérdidas. La recuperación de la actividad no será inmediata así que el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, insistió en dar garantías sólidas de que se mantendrá la vía abierta a los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo «manteniendo el contador a cero» para que no expiren las prestaciones de desempleo a los trabajadores afectados si no se logra el rápido descongelamiento del tejido productivo. 

El secretario general de Comisiones Obreras (CCOO), Unai Sordo, insistió en utilizar los ERTE como palanca para evitar despidos en la fase de reapertura: «Tenemos que negociar la renovación de estos ERTE con el objetivo principal de salvaguardar empleo y evitar la destrucción de puestos de trabajo». Eso sí, sin perder de vista a los colectivos más expuestos a la pérdida del empleo, como las empleadas de hogar, los trabajadores temporales o quienes desempeñan su actividad en la economía sumergida. También exigieron al Gobierno a «andar con pies de plomo» a la hora de permitir la reapertura en las fábricas, negocios y oficinas: «Ninguna empresa que no pueda garantizar el compromiso de protocolo de medias de seguridad puede estar abierta. En este momento hay empresas que no pueden garantizar estos protocolos», subrayó haciendo hincapié en el peligro que supondría revertir los esfuerzos logrados en estas semanas de confinamiento. 

El PP pide a Sánchez que reduzca su Gobierno y destine el ahorro a la lucha contra el coronavirus

En una proposición al Congreso propone recortar vicepresidencias, unificar ministerios y prescindir de asesores

El Grupo Parlamentario Popular ha pedido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que «adelgace» su Consejo de Ministros, recortando vicepresidencias y unificando ministerios para, posteriormente, destinar el ahorro a la lucha contra el coronavirus.

En la proposición no de ley que ha presentado en el Congreso para racionalizar la Administración del Estado, y que ha difundido este viernes, el Grupo Popular pide también que, mientras dure la crisis, la mayoría del Ejecutivo prescinda de asesores que no sean funcionarios.

Además de reducir vicepresidencias, los populares solicitan concretamente a Sánchez que unifique los ministerios cuyas competencias «fueron artificialmente repartidas sin excesivo sentido por su acuerdo de gobierno con Podemos», y citan como ejemplo los de Trabajo y Seguridad Social, Sanidad y Consumo, Educación, Ciencia y Universidades.

Asimismo, el PP insta al Ejecutivo a que suprima todos los puestos de trabajo del personal eventual no funcionario que presta su actividad al servicio de los vicepresidentes, de los ministros y de los secretarios de Estado.

En el caso de asesores eventuales no funcionarios que trabajen en el Gabinete del presidente del Gobierno, la reducción planteada es del 50 %. Finalmente, la PNL subraya que los recursos presupuestarios librados como consecuencia de la reducción planteada deberían ser destinados a gastos vinculados a la lucha contra la pandemia COVID-19.

En la exposición de motivos de esta iniciativa se recuerda que el anterior jefe del Ejecutivo, el popular Mariano Rajoy, redujo las vicepresidencias de dos a una; el número de ministerios, de 15 a 13; limitó el número de asesores por ministro y secretario de Estado; y exigió que esos puestos se cubrieran mayoritariamente por funcionarios.