Sánchez propone a Torra que la mesa de gobiernos se constituya este mismo mes sin mediador

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

ATLAS TV

«Este va a ser un diálogo franco y los testigos serán los 47 millones de ciudadanos», afirma el presidente del Gobierno

07 feb 2020 . Actualizado a las 17:46 h.

Pedro Sánchez se ha comprometido con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, a poner en marcha a lo largo de este mes de febrero la mesa de diálogo entre el Gobierno y el Gobierno catalán que pactó con ERC a cambio de su investidura. Además, el jefe del Ejecutivo ha mostrado a la conclusión de su esperado encuentro que confía en liderar la primera reunión de dicha mesa. «La composición la tendremos que negociar, pero manifiesto mi voluntad de encabezar esa primera reunión», afirmó desde el Palacio de Sant Jaume.

El jefe del Ejecutivo trasladó a Torra un documento de 44 puntos («Agenda para el reencuentro») en los que ofrece respuesta a históricas demandas del nacionalismo catalán. Y en el primero de ellos es en el que se recoge su compromiso de poner en marcha una mesa de diálogo que tambaleó la semana pasada, cuando la Moncloa anunció que la dejaba en barbecho hasta que se celebraran unas nuevas elecciones en Cataluña, abriendo así una crisis en el seno del Gobierno con sus socios de investidura secesionistas y que obligó a una rectificación de la Secretaría de Estado de Comunicación a las seis horas en la que confirmaba que la mesa quedaría constituida antes de los comicios autonómicos. Sánchez acotó hoy su primera reunión en las tres semanas que restan para que concluya el mes.

En la misma no estará presente el mediador o el relator, esa figura de prestigio internacional para dar fe de los avances que se vayan acordando. «Este va a ser un diálogo franco, absolutamente transparente, por tanto, el mediador van a ser los 47 millones de ciudadanos que van a ser testigos de todas las propuestas», afirmó Sánchez.

Marc Brugat | EUROPA PRESS

Tal y como estaba previsto, en el cara a cara de este jueves, Torra volvió a reclamar el derecho de autodeterminación para Cataluña y la amnistía para los líderes secesionistas encarcelados tras la sentencia del 1-O, una circunstancia que Sánchez volvió a emplear para recordar «la complejidad» de llegar a un acuerdo debido a «la lejanía de las posiciones del Gobierno de España respecto al Gobierno de Cataluña». «Sobre autodeterminación me ha trasladado que 'autogobierno dentro de la Constitución' y no he tenido respuesta sobre el fin de la represión», ha explicado Torra.

La visita de Sánchez a Cataluña para reunirse con Torra responde a una de las exigencias de ERC a cambio de la investidura. El titular de la Generalitat lo recibió con todo el ceremonial y toda la pompa con la que se suelen desarrollar las cumbres bilaterales entre jefes de Estado, en un claro intento de ofrecer esta imagen de un encuentro entre dos presidentes, de igual a igual.

Nacho Doce | REUTERS

Precisamente para que tuviera el efecto contrario, con el ánimo de rebajar el ruido, Sánchez ha llenado su agenda de actos y de encuentros durante la visita a Barcelona: este jueves se reunirá en la Delegación del Gobierno con representantes de sindicatos, y mañana mantendrá un encuentro con la alcaldesa, Ada Colau, y otro con la presidenta de la Diputación de Barcelona, Nùria Marín. Desde la oposición lo han acusado de intentar «blanquear» así su reunión con Torra.

Punto octavo: posible reforma fiscal 

Además del compromiso de iniciar la mesa de diálogo en febrero, otro de los puntos que destacan en el documento que Sánchez le entregó a Torra este mediodía es el octavo, en el que el Gobierno abre la puerta a una reforma de la fiscalidad. La ministra de Hacienda ha citado para mañana en Madrid al consejo de Política Fiscal y Financiero, constituido por los consejeros de Hacienda de cada comunidad autónoma, para informarles de la nueva senda de déficit. Al encuentro no acudirá ningún representante del Ejecutivo catalán, que solo tiene previsto mandar a un técnico, algo que lamentó Sánchez. Torra, en cambio, ha apoyado la decisión del vicepresidente del Govern y conseller de Economía, Pere Aragonès, de no asistir. «Buscamos una relación bilateral entre España y Cataluña, porque nos consideramos un sujeto político. Queremos hablar de tú a tú con el Estado», ha zanjado.

Este sanedrín económico es uno de los primeros pasos en el largo camino para presentar en el Congreso el Proyecto de los Presupuestos Generales del Estado. En el documento también se confirma que Cataluña será muy bien tratada en el reparto de inversiones, al confirmarse que aumentarán alrededor de un 50 % respecto a los últimos aprobados hasta la fecha. «En un Consejo de Ministros podrían resolver la mitad de estos puntos, que son déficits crónicos, atrasos y agravios que deseamos que se resuelvan rápidamente», vinculados con la financiación y la inversión en infraestructuras, ha apuntado Torra.

En el capítulo de financiación autonómica, el Gobierno adelanta en el documento presentado hoy que planteará «una senda más transitable» en materia de déficit en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, convocado para mañana por la tarde. Es decir, que reducirá el déficit y la deuda pero relajando los objetivos para permitir, asegura el documento, la creación de empleo y el crecimiento económico. Y promete a Cataluña cumplir con los compromisos de inversión contenidos en el Estatuto de Autonomía, así como estudiar en el Consejo de Política Fiscal y Financiera los planteamientos tributarios de la Generalitat, de cara a elaborar el nuevo sistema de financiación autonómica. Un sistema que, dice, debe contar con la participación de todos los territorios y garantizar la lealtad y solidaridad entre los mismos, a la vez que una «justa distribución de los recursos públicos».

Precisamente la aprobación de unas nuevas cuentas constituye uno de los grandes desafíos a los que se enfrenta el Gobierno. En la votación de los mismos, ERC volverá a tener la llave de las mayorías. Ante el horizonte electoral que se avecina en Cataluña, los republicanos necesitan vender al secesionismo que su mesa de diálogo con el Gobierno es útil para avanzar hacia la independencia. Solo así podrán favorecer la aprobación de las cuentas. En el otro extremo, Puigdemont y JxCat, a través de Torra, tratarán de evidenciar que la mesa solo se trata de una maniobra de escapismo del Gobierno central para dar largas en su negativa a celebrar un referendo de autodeterminación. Este asunto se resume en una frase de Torra a la conclusión de la cita con Sánchez: «Nosotros no estamos aquí para vender falsas promesas ni expectativas, sino para demandar soluciones».

 Otras promesas en el documento

El texto recuerda el compromiso del Gobierno de coalición en materia de memoria histórica, y en particular para «anular las condenas y sanciones» a las víctimas de la dictadura, entre ellas la del expresidente de la Generalitat Lluís Companys.

En cuanto a las embajadas, le da un «sí con matices», al dejar claro que las delegaciones de la Generalitat en el exterior deben ajustarse a los principios contenidos en la Ley de Acción y Servicio Exterior del Estado.

Pero el Gobierno también se muestra dispuesto a descentralizar las ayudas y subvenciones y está abierto a negociar la unidad de mercado en el marco de la Comisión bilateral Generalitat-Estado.

Destaca, además, la propuesta de Pedro Sánchez de avanzar en el «corto plazo» en materia de becas, compensaciones por nuevas plazas judiciales y reclamaciones administrativas.

La propuesta dice estar abierta también a negociar en la Comisión Bilateral otras cuestiones como la reforma del sector eléctrico y el apoyo a la industria; la política comercial; derogar el voto rogado para facilitar el voto de los residentes en el exterior; se compromete a reformar el sistema de financiación local; colaborar en materia cultural; negociar la Ley del Deporte; negociar el IVA deducible de la Corporación Catalana de Medios y el multiplex -emitir por todas las plataformas posibles- de la citada Corporación; el apoyo a los Juegos Olímpicos de Invierno para 2030 y el apoyo al Mobile World Congress en Barcelona.

En cuanto a las políticas sociales y los servicios públicos, el documento deja claro que la nueva Ley de Educación contendrá la normativa que afecta al modelo de escuela catalana y se abre a negociar la gestión autonómica del 0,7 por ciento del IRPF para fines sociales; así como a negociar las leyes del tercer sector y del voluntariado y el Fondo de Ayuda Europeo para las Personas más Desfavorecidas (FEAD).

El Gobierno admite también negociar en la comisión bilateral las tasas judiciales y asistencia jurídica gratuita y la financiación de los Mossos. De hecho, se compromete a incluir en los Presupuestos el coste del incremento de la plantilla, así como la financiación del sistema nacional de salud y el de Dependencia, que considera como un área «prioritaria».

También se recogerá en el proyecto de Presupuestos para 2020 la mejora de las políticas activas de empleo y el apoyo a los Centros Especiales de Trabajo. A ello se añade la voluntad de mejorar la coordinación con las CCAA para mejorar la atención a los refugiados, además de crear un fondo de Asilo, Migración e Integración en colaboración con las comunidades autónomas; un programa de desarrollo rural para abordar el reto demográfico; la asistencia sanitaria universal básica y la lucha contra la pobreza energética.

En el capítulo de las infraestructuras, Pedro Sánchez le ha llevado a Torra el compromiso de invertir 1.500 millones en el aeropuerto de El Prat en los próximos años, en la nueva ciudad aeroportuaria y avanzar en iniciativas como el Corredor Mediterráneo, las estaciones de Sants y La Sagrera y el Plan de Rodalíes, con partidas específicas en los Presupuestos de 2020.

También se compromete a impulsar las infraestructuras portuarias con nuevos accesos viario y ferroviarios al puerto de Barcelona y el desarrollo de políticas de vivienda.

Finalmente, Sánchez ha prometido a Torra que agilizará «lo máximo posible» las solicitudes de ayudas presentadas para las provincias afectadas por los incendios de la Ribera del Ebro, la DANA y la borrasca Gloria. Se encuentran en su mayoría en fase de instrucción.