La legislatura catalana, pendiente hoy de la decisión de Torrent sobre Torra

CRISTIAN REINO BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

Quique García | Efe

La oposición avisa que recurrirá todas las votaciones en las que participe el presidente. La Cámara catalana vivirá hoy y mañana otras dos sesiones parlamentarias de alto voltaje

27 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La Cámara catalana volverá a vivir esta semana dos sesiones parlamentarias de alto voltaje (hoy y mañana). No de la trascendencia de las de septiembre y octubre del 2017, pero sí decisivas para la actual legislatura catalana, que aguanta con un ojo puesto en el Tribunal Supremo, porque puede inhabilitar definitivamente a Quim Torra, y el otro en Waterloo, donde Carles Puigdemont deshoja la margarita para decidir el momento adecuado para pulsar el botón del adelanto electoral.

El independentismo está en continua pugna y sigue instalado en la dinámica de si debe o no obedecer las resoluciones judiciales. La Junta Electoral Provincial dio el jueves 48 horas al Parlamento catalán para que ejecute la retirada del escaño a Torra y comunique el nombre de su sustituto. El plazo expira hoy lunes, en medio de un pleno en el que el presidente catalán insiste en que quiere participar y votar como cualquiera de los 135 parlamentarios autonómicos.

En principio, según los letrados de la Cámara, la suspensión acordada por la Junta Electoral Central y avalada provisionalmente por el Tribunal Supremo, solo afectaría a su condición de diputado y no a la de presidente de la Generalitat, aunque Ciudadanos y el PP ya le dan trato de expresidente. No así los socialistas ni el propio presidente del Gobierno que mantiene su intención de reunirse en breve con Torra para empezar a perfilar la mesa de diálogo entre los dos gobiernos para buscar una salida al pleito catalán.

La patata caliente la tiene el presidente de la Cámara autonómica, el republicano Roger Torrent, que tiene dos opciones, las dos con consecuencias políticas para él. Si desobedece, mantiene el acta de diputado de Torra y le permite votar como uno más, se expone a una querella por desobediencia, que pondría en peligro su carrera y situaría la política catalana en el bloqueo, la bronca, el enfrentamiento institucional y el desafío al Estado. 

Aviso soterrado de Aragonès

Además, nada de lo que apruebe la Cámara catalana sería valido en principio, pues Ciudadanos y el PP ya han avisado que impugnarán todas las votaciones en las que participe Torra. Pere Aragonès, en un aviso soterrado a sus socios, advirtió el sábado de que no aprobar los Presupuestos abocaría a Cataluña al colapso. Pero JxCat no tiene intención de ceder.

Torra fue claro días atrás. «Soy diputado y presidente de Cataluña. No nos echaremos atrás», dijo. El dirigente nacionalista recordó que la Cámara catalana «ratificó» su condición de diputado y lo que está en juego es la defensa de la «soberanía del Parlament». Chantaje emocional a Torrent y a ERC que corren el riesgo de quedar como unos blandos.

Si los republicanos ceden, JxCat tendrá servido en bandeja el argumentario de la campaña catalana: quienes han pactado con los socialistas vetan al presidente de la Generalitat, como lo hicieron hace dos años con Puigdemont. La marcha atrás de Roger Torrent daría alas al expresidente Carles Puigdemont para forzar un adelanto electoral que dejaría en el aire la mesa pactada entre los gobiernos y el apoyo de ERC a los Presupuestos de Sánchez.