El independentismo catalán protagoniza un desembarco agridulce en el Parlamento de Estrasburgo

Cristian Reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

Puigdemont y Comín se estrenan como eurodiputados
Puigdemont y Comín se estrenan como eurodiputados GONZALO BOYE

Puigdemont y Comín se estrenan en la Eurocámara, a la que no irá Junqueras

13 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Era el día que el independentismo tenía marcado en rojo en el calendario. Lunes 13 de enero, pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo. Hace tres semanas, cuando el Tribunal de Justicia de la UE dictaminó que Oriol Junqueras tenía inmunidad como europarlamentario, en el secesionismo lo celebraron como el jaque mate al Estado que no pudieron dar el 27 de octubre del 2017. Sin embargo, aquella victoria cosechada por las fuerzas secesionistas en Luxemburgo se ha quedado a medias. Oriol Junqueras no podrá estar en el arranque de la legislatura europea como diputado, pero sí Carles Puigdemont y Toni Comín, los grandes beneficiados de la decisión del tribunal de Luxemburgo. Una circunstancia que les lleva a reivindicar que su denostada estrategia del exilio en Bruselas, como se refiere el independentismo a la huida, ha sido la acertada, frente a los que decidieron (como Junqueras) permanecer en Cataluña y asumir las consecuencias, en forma de juicio, primero, y condena de prisión después.

«El exilio no ha sido un refugio de cobardes, sino una trinchera de valientes», afirmó el abogado de Torra y Puigdemont, Gonzalo Boye. El Supremo cerró el jueves la puerta del Parlamento Europeo a Junqueras y el viernes la Eurocámara dejó de reconocer al líder republicano como eurodiputado.

ERC recurrirá la decisión del presidente de la Eurocámara, David Sassoli, al Tribunal General de la Unión Europea. Superada la pantalla de la Justicia española, la cuestión catalana se dirime ya en los tribunales europeos y apunta que acabará en el Tribunal de Derechos Humanos. Esa será la batalla final. Desde este lunes, la estrategia de internacionalizar el conflicto, que hasta ahora se limitaba a conferencias y campañas en el extranjero, entrará en un nuevo escenario con el protagonismo de Puigdemont en el Parlamento Europeo. La Eurocámara va a abordar la cuestión catalana más que nunca en su historia. 

Consecuencias

La Comisión Europea afirmó el viernes que estudia la situación jurídica del líder de ERC, Oriol Junqueras, que plantea «nuevos y complejos asuntos legales», y recordó que las decisiones del Tribunal de Justicia de la Unión Europea deben ser respetadas por los países de la UE.

Cataluña, por tanto, ha dejado de ser una cuestión interna de España, como aseguraban hasta hace bien poco los responsables comunitarios. Una imagen ilustra el cambio de rasante que ha supuesto la sentencia de Luxemburgo. El pasado 2 de julio, el día de la constitución de la Eurocámara, varios miles de personas se manifestaron en Estrasburgo frente al edificio legislativo para protestar por la no acreditación de Carles Puigdemont, Toni Comín y Oriol Junqueras como eurodiputados. Quim Torra tenía previsto acudir para arropar a su predecesor, pero al final no fue a la ciudad francesa. Tampoco el expresidente, que se quedó a escasos metros en el lado alemán por temor a ser detenido por las autoridades francesas. La situación de hoy será bien distinta. 

En la tribuna de invitados

No se espera que acuda tanta gente como en verano, pero sí estará toda la plana mayor del independentismo. Y además estarán dentro del Parlamento, en la tribuna de invitados, para escenificar su reconocimiento institucional. Estarán Torra, su vicepresidente, Pere Aragonès, el presidente de la Cámara catalana, Roger Torrent, buena parte del Gobierno catalán y los líderes de JxCat y ERC, así como representantes de la ANC y Ómnium Cultural. Además, una plataforma Omplim (llenemos) Estrasburg ha convocado una manifestación para la una de la tarde, cuatro horas antes del pleno. Se espera medio millar de asistentes, lejos de las 10.000 personas de julio. El Consejo para la República que dirige Puigdemont desde Waterloo desaconsejó la convocatoria, que no ha contado con la organización logística de la ANC, cuya capacidad movilizadora es mayor. Se leerá un manifiesto que reivindica la autodeterminación y concluye que la sentencia del TJUE «tiene unos efectos demoledores» para España, que se había conjurado para «impedir la representación en el Parlamento europeo de más de dos millones de votos». Celebra la decisión de conceder las credenciales de eurodiputados a Puigdemont y Comín y «exige a las instituciones europeas que obliguen a España a tomar las decisiones que permitan a Junqueras asumir la condición de eurodiputado». La intención de los organizadores es entregarle el manifiesto a Sassoli.