Análisis: Fin a ocho meses de vértigo e interinidad en la Moncloa

MELCHOR SÁIZ-PARDO MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Pedro Sánchez acumula 253 días en funciones
Pedro Sánchez acumula 253 días en funciones Mariscal | EFE

Los 253 días de Sánchez en funciones están todavía lejos de los 315 de Mariano Rajoy

07 ene 2020 . Actualizado a las 07:32 h.

No. Pedro Sánchez no lleva toda una vida en funciones como presidente del Gobierno. Y tampoco, si es investido finalmente el próximo martes, va a ser el jefe del Ejecutivo con más tiempo como interino en la Moncloa. Los días de vértigo de los últimos meses, plagados de momentos históricos, y el hecho de que Sánchez llegara a la presidencia a través de la moción de censura de junio del 2018 han provocado la percepción de que el líder del PSOE lleva más tiempo del real como presidente provisional.

Pero la verdad es que oficialmente Pedro Sánchez, como el resto de su Gobierno, entró en funciones el 29 de abril del 2019, al día siguiente de las penúltimas elecciones generales, las del 28A, en las que obtuvo 123 diputados. Por tanto, Sánchez va a ser presidente interino poco más de ocho meses, casi 37 semanas. Exactamente 253 días. Sánchez estará lejos de las 315 jornadas en las que Mariano Rajoy estuvo como interino tras las elecciones de diciembre del 2015 y después de que en enero del 2016 rechazara el encargo de Felipe VI de someterse a la investidura, que finalmente sí logró en octubre de ese año con la abstención del PSOE tras la expulsión del propio Sánchez como secretario general. 

Graves crisis

Han sido «solo» 253 días, pero ese período se ha revelado como uno de los más intensos de la historia reciente en España con imágenes icónicas como la exhumación de los restos de Franco el pasado 24 de octubre después de un polémico proceso judicial iniciado casi con la llegada del propio Sánchez a la Moncloa con la moción de censura.

El Ejecutivo socialista, siempre en funciones, se ha enfrentado también a la que quizás haya sido la mayor crisis de seguridad ciudadana en España desde la instauración de la democracia con los masivos desórdenes públicos a cuenta de la igualmente histórica sentencia del procés que condenó el 14 de octubre a los líderes de la intentona secesionista a penas de hasta trece años de cárcel. Los gravísimos disturbios en Cataluña, con inusitada violencia durante más de dos semanas, se saldaron con cerca de 600 heridos, más de 200 detenidos, 28 encarcelados y daños millonarios que todavía las aseguradoras no han terminado de calcular.

El procés, además de barricadas y fuego, ha traído al Gobierno interino otros graves quebraderos de cabeza por los continuos varapalos internacionales a la justicia española por el juicio a los políticos independentistas como la decisión del Tribunal de Justicia de la UE de avalar la inmunidad de Oriol Junqueras en diciembre o la negativa de Bélgica a seguir tramitando la euroorden contra Carles Puigdemont.

La del procés no ha sido la única sentencia para la historia durante estos meses de interinidad. El fallo de los ERE en noviembre, nueve años después de que comenzara la investigación, ha sacudido al Gobierno en funciones al condenar a toda una época del socialismo andaluz, de la que el equipo de Sánchez se ha esmerado en tomar distancias. 

Elecciones y cumbres

En funciones, el Ejecutivo socialista no solo ha tenido que poner en marcha unas segundas elecciones generales cuando fracasó su intento de investidura de julio. También ha debido encargarse de los comicios locales, autonómicos y europeos del 26 de mayo que los socialistas ganaron. Y no solo eso. El Gobierno de Sánchez, a pesar de su provisionalidad, se ha embarcado en organizar otros eventos no obligados como la Cumbre del Clima de Madrid cuando Chile falló.

Estos ocho meses de vértigo también han visto terremotos en un panorama político que nada tiene que ver con el de principios de abril. Con un Ciudadanos que tocó el cielo en los comicios generales de primavera con 57 escaños y que en noviembre ha entrado en una gravísima crisis al quedarse con tan solo diez.

El Ejecutivo provisional también ha visto como el PP ha salido de la crisis tras el varapalo de abril, cuando cosechó los peores resultados de su historia. Pero, sobre todo, ha sido testigo de la eclosión y el afianzamiento de Vox, que pasó de ser extraparlamentario a lograr entrar en el Congreso con 24 representantes en abril y ser hoy la tercera fuerza con 52 diputados.