El candidato socialista la transmite su voluntad de «reducir la tensión territorial y reanudar el diálogo»
17 dic 2019 . Actualizado a las 12:03 h.El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el presidente de Cataluña, Quim Torra, han conversado esta mañana por vía telefónica en una conversación que ha durado alrededor de un cuarto de hora. Según señalan fuentes de Moncloa cercanas a la presidencia, el diálogo ha discurrido «con normalidad institucional», y ha servido para que el jefe del Ejecutivo le trasladase a Torra su deseo de «reducir la tensión territorial y reanudar el diálogo». Sánchez quiere conformar un Gobierno a la mayor brevedad posible que le permita «dar estabilidad y encarar políticamente la situación en Cataluña», algo para lo que «se necesitará tiempo».
Sánchez confirmó la pasada semana desde Bruselas que las inversiones en Cataluña aumentarán al menos un 18% en los Presupuestos que presente su Gobierna a la Cámara.
Por su parte, Torra la trasladó a Sánchez que no cesará en sus reivindicaciones con los líderes independentistas en prisión y que tampoco aflojará a la hora de demandar una mesa de diálogo entre Gobiernos en la que se explore la posibilidad de celebrar un referendo de autodeterminación en Cataluña. Según fuentes del Gobierno autonómico, Torra le comunicó a Sánchez que la única solución al «conflicto político» pasa por «el ejercicio del derecho de autodeterminación y el fin de la represión, así como la libertad de los presos políticos».
Ambos líderes han acordado mantener un encuentro, pero aquí existe una sustancial diferencia en lo que apuntan las fuentes de Madrid y Barcelona. Mientras Moncloa afirma que Sánchez garantizó un encuentro presencial «cuando haya un Gobierno», en Barcelona garantizan que el jefe del Ejecutivo se comprometió a realizar esta cita «lo más pronto posible».
La llamada telefónica de este martes se enmarca dentro de una de las exigencias de ERC a Sánchez a cambio de favorecer su investidura. El presidente del Gobierno había descartado a Torra como interlocutor tras haber comprobado cómo azuzaba los actos violentos tras la sentencia del 1-O. Sánchez ha tratado de camuflar esta rectificación creando una ronda con todos los presidentes autonómicos y con el presidente de la FEMP. Siguiendo el orden que marca el protocolo, el orden seguido por el presidente del Gobierno fue en función a la antigüedad de los estatutos autonómicos, por lo que comenzó telefoneando al lendakari Iñigo Urkullu, al que le trasladó su deseo de que esta legislatura sea la «del diálogo territorial» y le garantizó que cumplirá cono el calendario de transferencias.
Después de Torra departió con el titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, quien le trasladó su preocupación por la amenaza de ciertas industrias gallegas y le reclamó el abono de los 200 millones de euros que el Gobierno central adeuda a Galicia por el IVA.
Según han trasladado fuentes de Moncloa, Sánchez también está comunicando a los líderes autonómicos su compromiso a celebrar todos los años en el Senado una conferencia en la que participen todos los máximos responsables de cada Comunidad Autónoma.