Ocho moteros acusados de atacar brutalmente a un grupo disidente aceptan 10 meses de cárcel

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

M. MORALEJO

Miembros de la banda Rebels viajaron desde Lérida hasta Alcalá de Henares para atacarles con barras de hierro, defensas extensibles y puños americanos

26 nov 2019 . Actualizado a las 12:36 h.

Un grupo de ocho moteros de la banda Rebels que en julio del 2015 viajaron desde Lérida para atacar brutalmente con barras de hierro, defensas extensibles y puños americanos a un grupo disidente de Alcalá de Henares (Madrid), han aceptado una condena de 10 meses de prisión tras alcanzar un acuerdo de conformidad con la Fiscalía.

En una breve vista celebrada este martes en la Audiencia de Madrid, los acusados se han mostrado de acuerdo con la rebaja del Ministerio Público, que pedía en principio para ellos más de seis años de cárcel por la agresión a ex integrantes de la banda que decidieron formar un grupo propio. La Fiscalía atribuye a Juan E.E, Joan E.D., Javier C.P., Antonio D.N., Joel P.G., Antonio V.C., Ginés J.F. y Óscar J.F. los delitos de robo con violencia, intimidación y pertenencia a grupo criminal.

Los miembros de Rebels han aceptado 10 meses y 16 días de prisión por el delito de robo con violencia con el empleo de medios peligrosos. Además han ratificado el criterio del Ministerio Fiscal respecto a daños y vinculación con grupo criminal, con una multa de 480 euros a razón de cuatro euros al día durante dos meses.

Por su parte, Juan E.E., presidente nacional de Rebels, y Joan E.D. han aceptado una sanción de 240 euros por lesiones, un delito que les enfrentaba a las peticiones más altas de prisión. El año de los hechos, seis partícipes de Rebels en Alcalá de Henares acordaron crear Dragons and Gallopers, un grupo ajeno a «las connotaciones ideológicas» del primero que siguió utilizando el mismo local.

Los acusados decidieron trasladarse hasta la localidad madrileña, donde en torno a las 22.30 horas del 10 de julio del 2015 irrumpieron de forma violenta, con amenazas de muerte, en el lugar de encuentro y agredieron con barras a los allí congregados, dañaron varias motos y robaron chalecos con insignias de la escisión.

La facción de Rebels en Lérida había jurado actuar en venganza contra los ex miembros, ya que en el acta de una de sus reuniones recogieron que Dragons and Gallopers, a quienes habían declarado personas «non gratas», tenían que «desaparecer sí o sí».