Pablo Iglesias acepta la petición de Esquerra de crear una mesa de diálogo sobre Cataluña

ANDER AZPIROZ COLPISA

ESPAÑA

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El líder de Podemos confía en que la negociación con Esquerra para que los trece diputados independentistas se abstengan llegará a buen puerto

21 nov 2019 . Actualizado a las 20:52 h.

Pablo Iglesias es optimista. El líder de Podemos confía en que la negociación con Esquerra para que los trece diputados independentistas se abstengan llegará a buen puerto. Y de hacerlo, él se convertirá en vicepresidente del primer gobierno de coalición de la democracia.

El secretario general de Podemos, que este jueves ha participado en una charla en la Universidad Complutense titulada «La lucha antifascista en la Unión de Estudiantes Progresistas-Estudiantes de Izquierda», ha señalado que la exigencia de ERC de crear una mesa de diálogo sobre Cataluña no supone ningún obstáculo ni para su partido ni para el PSOE. Es más, ha considerado que ese diálogo es imprescindible para solucionar «el problema de la plurinacionalidad del Estado».

En cualquier caso, ha añadido, aún queda mucho trabajo por hacer para lograr los apoyos y las abstenciones que permitan a Pedro Sánchez sacar adelante su investidura, ya que PSOE y Unidas Podemos apenas suman 155 diputados, 21 menos de los que suponen la mayoría absoluta. «Estoy convencido de que tanto el PSOE como nosotros trabajaremos de forma responsable para lograr esos apoyos para que en este país haya un Gobierno de izquierdas que afronte los retos de estado que espera nuestro país», ha dicho en su primera aparición pública tras firmar el preacuerdo de coalición con su homólogo socialista.

Discreción

Iglesias ha evitado dar detalles sobre la marcha de la negociación con los socialistas. Se ha limitado a señalar que las conversaciones se están llevando a cabo de forma discreta y con seriedad. «Creo que van bien», ha rematado.

Nada que ver con la negociación del pasado verano, cuando las filtraciones desde uno y otro lado hicieron saltar por los aires los contactos para formar gobierno y desencadenaron una repetición electoral en la que tanto PSOE como Unidas Podemos cayeron en votos.