ERC endurece su posición para apoyar a Sánchez tras las presiones de JxCat

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo BAreño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Quim Torra, este martes, junto a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y la ministra de Economía, Nadia Calviño
Quim Torra, este martes, junto a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y la ministra de Economía, Nadia Calviño Enric Fontcuberta

Votará no a la investidura si no hay diálogo para hablar de amnistía y autodeterminación

20 nov 2019 . Actualizado a las 08:58 h.

La abstención de ERC en la investidura se complica cada vez más. La presión que el presidente de la Generalitat, Joaquim Torra, y la dirección de Junts per Catalunya están ejerciendo sobre los republicanos para impedir que faciliten la formación de un Gobierno en España empieza a hacer mella en ERC, que este martes, un día después de que Torra declarara en el juicio por desobediencia que puede provocar su inhabilitación, endureció su postura hasta límites inasumibles por el PSOE. El presidente del grupo de ERC en el Parlamento catalán, Sergi Sabrià, insistió en que se mantienen en el no a Sánchez si no se habilita «un espacio donde negociar» al que su partido llevará propuestas basadas en «la amnistía» a los presos del procés y la autodeterminación». Pero tanto la amnistía como la autodeterminación están fuera de la Constitución. 

Torra llama a la mesa de partidos

Torra, pese a ello, sigue elevando la presión y este martes anunció que a principios de diciembre convocará a la mesa de partidos catalanes para «compactar» posiciones de cara «diálogo y negociación» con el Estado. Esa reunión no es para consensuar un voto común a la investidura, según la Generalitat, sino para pactar qué posición debe tener el Gobierno catalán con el futuro Ejecutivo que se forme en Madrid. El consejero de la Generalitat Damià Calvet adelantó que lo que compacta a la mayoría de catalanes es defender «el ejercicio del derecho a decidir, el rechazo a la represión y a la monarquía».

Aunque la convocatoria de la mesa de partidos en Cataluña era una exigencia de Sánchez para abrirse a un diálogo con Torra, la reunión es en realidad una forma de presionar a ERC y también al PSC, que fue quien impulsó la mesa de partidos. Los socialistas catalanes acudirán a la cita, pero pidieron concreción a Torra y también que haga un «esfuerzo» para que acudan todas las formaciones, ya que tanto el PP como Ciudadanos y la CUP no asisten a ese foro. Pero, lejos de ello, JxCat consideró «desfasada» la oferta de diálogo de ERC al PSOE para facilitar la investidura de Sánchez, basada en recuperar el marco bilateral de la declaración de Pedralbes, acordada entre Sánchez y Torra, y se remite ahora a la declaración de Llotja de Mar, suscrita por partidos independentistas para exigir el derecho de autodeterminación, entre los que, además de JxCat y ERC, figuraban formaciones como la CUP, Bildu o el BNG

Sigilo de Sánchez e Iglesias

A diferencia del ruido mediático en Cataluña sobre las negociaciones de investidura, tanto el PSOE como Unidas Podemos pretenden que los contactos avancen con el máximo sigilo, convencidos de que el Gobierno de coalición saldrá adelante. Según publicaron varios medios, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias mantuvieron el lunes una reunión secreta en la Moncloa para cerrar el acuerdo y decidir el programa y los ministerios de cada partido.

En el debate entró este martes el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, que llamó a formar un Gobierno estable bajo tres criterios: el respeto a la ley, a la Constitución y a «la unidad de España y la igualdad de los españoles».

Ana Pastor exige que sea Sánchez el que llame a Casado para plantear una alternativa 

El líder del PP, Pablo Casado, sigue sin comparecer en público para responder a preguntas tras las elecciones generales. Este martes evitó hacerlo después de la reunión de la ejecutiva del partido, eludiendo así tener que pronunciarse sobre la posibilidad de plantear una alternativa al Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos. Dos destacadas dirigentes populares, la ex presidenta del Congreso Ana Pastor y la vicesecretaria de Política Social, Cuca Gamarra, exigieron ayer, sin embargo, que sea Pedro Sánchez quien llame a Casado para explorar esa posibilidad. «Seguimos esperando a que llame. Sánchez lo primero que tiene que hacer es llamar y sentarse a hablar con él [Pablo Casado]. Espero que lo haga, no debería de terminar el día de hoy sin que llame al principal partido de la oposición», señaló Pastor. Insistió en que la vocación de diálogo del PP está «constatada», porque Casado acudió siempre a la Moncloa cuando fue llamado. Respecto a las fórmulas de colaboración con el PSOE que plantean Alberto Núñez Feijoo o José María Aznar, las consideró «opiniones». Pastor definió do el acuerdo firmado entre Sánchez e Iglesias como el «abrazo del boxeador», ya que son como dos púgiles «que se agarran para no caer».

Cuca Gamarra afeó también a Sánchez que dé «un portazo» al PP ya que «ni siquiera se les devuelve las llamadas». «Es un portazo, no de esta última semana hacia Casado, sino durante los últimos meses en los que cada vez que Sánchez lo ha llamado a la Moncloa ha acudido con una serie de pactos de Estado que siempre han encontrado la callada por respuesta», concluyó.