Amnistía Internacional valora como justo el juicio a los políticos independentistas

cristian reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

La coordinadora de Amnistía Internacional en Cataluña, Adriana Ribas; el director de Amnistía Internacional España, Esteban Beltrán, y el asesor legal y de políticas de AI, Daniel Joloy
La coordinadora de Amnistía Internacional en Cataluña, Adriana Ribas; el director de Amnistía Internacional España, Esteban Beltrán, y el asesor legal y de políticas de AI, Daniel Joloy Andreu Dalmau

Admite que cabe que hubieran delinquido mientras critica las condenas a los Jordis

20 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Una de cal y otra de arena para la causa judicial del Tribunal Supremo contra los líderes independentistas, que acabó con la condena de doce de ellos el pasado 14 de octubre. Aunque Amnistía Internacional concluye que el desarrollo del juicio fue justo, la organización no gubernamental da un varapalo a los jueces, pues considera que la condena por sedición, aplicada a nueve de los doce procesados, es «desproporcionada», «peligrosa» y «vulnera el principio de legalidad».

Amnistía Internacional, que asistió como observadora a las 52 sesiones del juicio celebrado en el Supremo, presentó este martes su informe en el que señala que «no halló ningún factor que indicara que el juicio fuera injusto». «En virtud de los documentos a los que la organización ha tenido acceso y la observación del proceso en su conjunto, no se han encontrado elementos para afirmar que el proceso judicial haya vulnerado las garantías de un juicio justo», apuntó. Esta última parte es relevante en tanto en cuanto el propósito de los dirigentes condenados es acudir a las instancias judiciales europeas a pedir amparo.

En el caso de los exmiembros del Gobierno catalán y del Parlamento autonómico, el informe admite que «cabe que hubieran cometido un delito perseguible legítimamente teniendo en cuenta los cargos que ocupaban». No pide su puesta en libertad, no les califica como presos políticos y asume que la sentencia les atribuye responsabilidad por hechos que no se encuentran amparados por el ejercicio de su libertad de reunión, expresión o de la desobediencia civil. Los responsables de la organización en España no precisaron ayer qué delitos habrían cometido a su entender Junqueras y los demás integrantes de la Generalitat, aunque sí apuntaron que su condena por sedición «vulnera el principio de legalidad» internacional de derechos humanos.

El informe es especialmente contundente en lo que a los Jordis se refiere. «La condena de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart por sedición viola sus derechos y la libertad de expresión y de reunión pacífica; ambos deben ser puestos en libertad de forma inmediata», afirmaron en una comparecencia en Barcelona los responsables de esta organización en España. «Deben ser puestos en libertad y sus condenas por sedición deben ser anuladas», añadieron. La ONG establece una diferenciación muy clara entre los Jordis y el resto de los condenados. En tanto que Sànchez y Cuixart no eran miembros del Ejecutivo sino líderes de entidades de la sociedad civil, la entidad cree que están particularmente amparados por la libertad de expresión y de reunión pacífica. Y a su juicio, acciones directas no violentas, incluyendo actos de desobediencia civil «pacíficos» como entiende que fueron la concentración del 20 de septiembre frente a la Consejería de Economía y la ocupación de los colegios el 1-O del 2017, están amparados por el derecho internacional.

En el capítulo de recomendaciones, la organización reclama a las autoridades españolas que revisen «sustancialmente la definición de sedición» que hace el Código Penal, pues a su entender es vago y ambiguo y permite una interpretación «excesivamente amplia y peligrosa». Se trata, según Amnistía Internacional de garantizar que «no se criminalice, de forma indebida, actos de desobediencia civil pacífica ni se imponga penas desproporcionadas para acciones relacionadas con el ejercicio de las libertades de expresión y de reunión pacífica», como teme que pueda pasar a partir de ahora con las protestas.