Villarejo califica de delincuentes a jueces y fiscales en la vista sobre su prórroga en prisión

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

El excomisario Villarejo permanece en prisión preventiva
El excomisario Villarejo permanece en prisión preventiva

«Tengo cien veces más material», amenaza el excomisario

24 oct 2019 . Actualizado a las 19:05 h.

El excomisario José Manuel Villarejo ejerció ayer como tal en la vista judicial donde se debía decidir si se prorroga su prisión preventiva al cumplir dos años en la cárcel. Volvió a amenazar con tirar de la manta — «tengo cien veces más material», llegó a decir— y no dudó en cargar contra jueces y fiscales a los que tachó de «mentirosos y delincuentes».

El excomisario se encuentra en prisión preventiva como principal imputado de una macrocausa, conocida como Tanden o caso Villarejo, en la que hay casi 50 personas investigadas, 16 piezas separadas —en las que se investiga, entre otros asuntos, el espionaje al extesorero Luis Bárcenas, la guerra sucia contra Podemos y los presuntos encargos del BBVA a Villarejo— y miles de datos todavía por desencriptar que el excomisario utilizaba para sus negocios.

Villarejo afrontó por videoconferencia desde Estremera una sesión en la que Anticorrupción y la acusación popular que ejerce Podemos y la particular del despacho Balder IP apostaron por mantenerlo en la cárcel atendiendo a elevado riesgo de fuga, de destrucción de pruebas, de obstrucción a la justicia y por un horizonte de condena que supera ya los cien años dada la cantidad de delitos por los que está siendo investigado, como organización criminal, cohecho, blanqueo, extorsión y revelación de secretos.

Durante la vista, Villarejo volvió a defender su inocencia y a recalcar que toda su actuación estuvo supeditada a las órdenes que, como policía, supuestamente recibió de los diferentes gobiernos que se han sucedido. Como ejemplo aseguró que había mantenido reuniones con miembros del Estado Islámico para evitar atentados yihadistas en España. Villarejo volvió a hacer alarde de tener más material comprometido y amenazó con darle salida para garantizar su defensa que, según dice, se cercena porque por un lado, no se le da acceso a todos los terabytes que se le intervinieron a su detención y por otro, porque solo se desencripta información que le perjudica.

«Por España»

Villarejo se presentó como un patriota. Defendió que todo lo que ha hecho a lo largo de su vida ha sido «por España», para gobiernos de distinto signo y en calidad de policía. Cargó la mano contra los fiscales de los que dijo que son unos delincuentes y unos mentirosos, y criticó lo que calificó como «linchamiento mediático» por las filtraciones de información que le perjudican.

En este momento de su argumentación sacó a colación el nombre de la actual ministra de Justicia, Dolores Delgado, para afirmar que intentó impedir que se difundieran los audios grabados en el 2009 en un restaurante de Madrid en los que ella hablaba mal, entre otros, del titular de Interior, Fernando Grande Marlaska.

No obstante, el centro de su estrategia de defensa fue apelar a su estado de salud, argumentando que la hipertensión crónica que padece es incompatible con su estancia en la cárcel y puede tener «efectos letales». Él mismo dijo que no quiere morir dentro de la cárcel después de que su abogado expusiera que si bien podrían salvarle de un infarto, un ictus sería fatal porque la ayuda médica no llegaría a tiempo.

Manuel García Castellón, juez de la Audiencia Nacional, tiene hasta el 9 de noviembre para tomar una decisión.