Policías gallegos en Cataluña: «Si no nos mandan refuerzos pronto, nos van a aplastar»

La Voz

ESPAÑA

Andreu Dalmau

«Hacemos todas las horas del mundo, pero hay un enorme descontrol en todas partes», denuncian

18 oct 2019 . Actualizado a las 08:04 h.

Los más de doscientos agentes adscritos a las unidades antidisturbios de la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía radicadas en Galicia que han sido desplazados a Cataluña para combatir los desórdenes públicos y los episodios de violencia callejera vinculados a las protestas secesionistas se encuentran en una situación límite. «Hacemos todas las horas del mundo, pero no tenemos apoyos ni refuerzos de ningún tipo. La cosa está en un punto que, si no nos mandan refuerzos pronto, nos van a aplastar», relata por mensajería instantánea uno de los policías coruñeses que está en la provincia de Gerona.

El relato del día a día de estos funcionarios de seguridad es dramático. «Hacemos más horas que Dios», ratifica otro policía. Cuenta su caso particular: «Empezamos la jornada en La Junquera, en el puesto fronterizo. La verdad es que estuvimos en calma y apenas hubo incidencias. Fue mucho peor cuando nos desplazaron a Gerona toda la noche para combatir los incidentes callejeros que se habían multiplicado a lo largo de la tarde», explica. El agente gallego reitera que los ataques son cada vez más duros y violentos: «No hay manera de controlarlos, ni con los excesos horarios que estamos haciendo».

«Las 19 horas de las que hablan los compañeros de Barcelona son ciertas», añade un tercero en referencia a los testimonios recogidos en La Voz de Galicia durante los últimos días. «El problema es que esto está más desorganizado que nunca», insiste otro de los agentes desplazados a Cataluña que ya participó en el despliegue efectuado hace dos años, con motivo del referendo ilegal del 1-O, que destapó la caja de Pandora del independentismo.

Este último policía reitera que es necesario el incremento de la presencia de nuevos efectivos en Cataluña. «Esto es una cuestión de número. Si no traen a más compañeros, esto es imposible de controlar. Los de los disturbios callejeros son muchos más y se mueven rápido. Si no hay relevos, este ritmo es imposible de mantener», explica. 

Mandos desbordados

Entre las quejas de los agentes destaca también la de la improvisación de los mandos. «Se les ve desbordados, como si recibieran órdenes contradictorias. Estamos mucho más perdidos que en el 1-O» , denuncia antes de insistir en la petición de refuerzos para atajar cuanto antes la violencia desatada en Cataluña. «Si se moviliza la gente que hace falta, el orden público se restablece de inmediato», añade.

Los agentes gallegos no culpan a sus mandos directos, sino a los cargos políticos que no toman la decisión de enviar más compañeros. «Los mandos no tienen personal para contestar la ola de violencia que se desata sobre todo por las noches», explica. «Ojalá se acabe todo cuanto antes sin que haya que lamentar daños personales», remarca.

El despliegue policial de Sánchez en Cataluña es un tercio del enviado para el 1-O, aunque se reforzará 

Ana balseiro

Casi dos millares de agentes, entre policías y guardias civiles, que este fin de semana se reforzarán con otros 200. Ese es el despliegue que el Ministerio del Interior ha realizado en Cataluña para controlar los disturbios que han estallado tras hacerse pública la sentencia del procés. Sin embargo, el dispositivo de seguridad enviado paulatinamente por el Gobierno de Pedro Sánchez es sensiblemente inferior -equivale a un tercio- al que desplegó el Ejecutivo de Mariano Rajoy para el referendo ilegal del 1 de octubre del 2017.

Las misiones en ambos casos son diferentes, ya que durante el 1-O se trataba de retirar las urnas para impedir la votación prohibida, y ahora los agentes desplazados lo han sido para servir de refuerzo a la policía autonómica -que ha movilizado a más de un millar antidisturbios-, en caso de que lo requieran. Si en el 2017 había una desconfianza mutua entre los agentes del Estado y los Mossos, ahora está superada: ambos se enfrentan juntos a los violentos en las calles.

De lo que tampoco parece haber duda es de que, como ya ocurrió dos años atrás, el repliegue se hará esperar, pues las fuerzas de seguridad esperan una escalada en la intensidad de la crisis de orden público que estalló el lunes. Y puede prologarse durante semanas. De hecho, los Mossos han alertado de ello a Interior, así como de que esperan hasta un millón de manifestantes este viernes en Barcelona.