El PSOE incrementa las presiones para forzar la dimisión de su alcaldesa en Móstoles, Noelia Posse. Con la precampaña ya lanzada, el partido no está dispuesto a que las irregularidades de la regidora al nombrar a familiares y amigos para desempeñar puestos de confianza al frente del consistorio empañen su mensaje en la carrera del 10 de noviembre, por lo que la ejecutiva federal suspendió ayer cautelarmente de militancia a Posse en un claro intento de que ceda el bastón de mando a otro miembro del grupo socialista. La propia alcaldesa remitió en las últimas horas una carta a la dirección socialista solicitando esta suspensión cautelar para no minar la imagen del partido y poder defenderse de las acusaciones del resto de grupos con mayor libertad, pero en sus planes no entra presentar la renuncia.
El secretario general de los socialistas madrileños, José Manuel Franco, no descartó incluso que, en caso de que continúe aferrándose a la alcaldía, apoyar una moción de censura que fuese promovida desde la izquierda y que propusiese como alternativa a otro edil del PSOE, aunque confió en no tener que llegar hasta este extremo y que finalmente Posse acabe presentando su dimisión al frente de este municipio del cinturón sur de Madrid que cuenta con más de 200.000 habitantes.
Mientras tanto, Ciudadanos abrió este jueves una ronda de contactos con representantes de otros grupos para explorar el nombre de un nuevo candidato en una moción. Más País, que con la renuncia presentada el lunes por sus dos concejales dejó al Ejecutivo en minoría, ya advirtió que el nuevo alcalde debería ser del PSOE.