Un Cs ninguneado por Torra fracasa en su moción de censura electoralista

Cristian Reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

 La líder y portavoz grupo parlamentario de Ciudadanos, Lorena Roldán, se dirige al estrado durante el debate de la moción de censura
La líder y portavoz grupo parlamentario de Ciudadanos, Lorena Roldán, se dirige al estrado durante el debate de la moción de censura Quique Garcia | EFE

El presidente catalán no intervino en el debate y los comunes votaron con los secesionistas

08 oct 2019 . Actualizado a las 11:14 h.

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, calificó este lunes de «histórica» la moción de censura «por la convivencia» que su partido impulsó en la Cámara catalana contra Quim Torra. Pero la votación se saldó con una clara derrota para Lorena Roldán, que perdió la cuarta moción de censura debatida en Cataluña desde la recuperación de la democracia. Roldán, sustituta de Inés Arrimadas como jefa de la oposición, obtuvo los votos de su partido y los del PP, en torno a un tercio de los escaños de la Cámara catalana. El PSC se abstuvo, mientras que Catalunya en Comú Podem votó en contra, junto a las fuerzas independentistas (JxCat, ERC y la CUP).

Torra hizo suya la máxima de que no hay mayor desprecio que no hacer aprecio. Podía participar en cualquier momento en el debate, pero lo evitó. Guardó silencio.

Casi dos años después de imponerse como la primera fuerza en votos y escaños en Cataluña, Cs regaló una victoria parlamentaria a Torra, quien días antes de la sentencia del procés y de sentarse en el banquillo en el juicio por los lazos del que podría ser inhabilitado, salió reforzado de una moción en la que obtuvo el apoyo de 76 de los 135 diputados, más que la mayoría absoluta que tienen los secesionistas.

Roldán unió su nombre como candidata a la presidencia de la Generalitat en una moción de censura a Josep Benet (PSUC), Pasqual Maragall (PSC) y Josep Piqué (PP). Ninguno triunfó. En el caso de Cs, su censura contra Torra llegó algo tarde, ya que hace un año, cuando los diputados secesionistas procesados fueron suspendidos y JxCat se negó a sustituirlos, el independentismo perdió la mayoría absoluta en la Cámara. Arrimadas, que había ganado las elecciones, pudo tener alguna opción entonces, pero no lo contempló.

A escasos días de la campaña para el 10N, Cs sí logró un objetivo, electoral, escenificado con la presencia de Albert Rivera e Inés Arrimadas en la tribuna de invitados. Por un lado, Cs se presentó como el adalid de la defensa de la convivencia y como el partido que más empeño pone en la lucha para frenar el «golpe separatista», según Roldán. Su partido, muy castigado en los sondeos, aprovechó para cargar contra los socialistas, por no apoyar la moción. Acusó al PSC de ser «cómplice» de los independentistas, y a estos, con Torra como presidente, les atribuyó que «amparen», «aplaudan» y «legitimen» a los terroristas. El líder del PSC señaló que no está dispuesto a apoyar «una maniobra electoral, aunque hay motivos para censurar a Torra», y le reprochó a Roldán que planteara la moción casi tanto contra el PSC como contra Torra. El PP también cargó contra el PSC y consideró «urgente» la vuelta al orden. 

«Discurso del odio»

Los comunes acusaron a Cs de practicar el «discurso del odio». ERC también cargó contra los socialistas, pero avisó a Roldán: «Usted nunca será presidenta de la Generalitat». JxCat, por su parte, instó a Cs a no usar el Parlamento para sus batallas de política española.