El Gobierno socialista quiere exhumar los restos de Franco cuanto antes

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado REDACCIÓN

ESPAÑA

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El Tribunal Supremo desestima por unanimidad el recurso de los herederos del dictador

24 sep 2019 . Actualizado a las 18:51 h.

Júbilo en Ferraz. La precampaña de Sánchez de cara al 10N no podría haber arrancado de mejor manera tras la decisión del Supremo de desestimar en su totalidad el recurso de los herederos de Franco, avalando así la postura del Gobierno de exhumar los restos del dictador del Valle de los Caídos y proceder a su reinhumación en el cementerio de El Pardo, y no en la céntrica Catedral de la Almudena, como reclamaban los nietos del dictador.

La sentencia del Supremo ha sido adoptada de forma unánime por los seis miembros del tribunal, que coinciden en que el interés general debe primar sobre el interés particular. Aunque todavía cabe la posibilidad de recurso —en el que previsiblemente los herederos de Franco pedirán ante el Constitucional la adopción de medidas cautelares— la intención del Ejecutivo es ponerse manos a la obra cuanto antes, tal y como avanzó ayer su vicepresidenta, Carmen Calvo. Para ello deberá aprobar una nueva fecha para proceder a la exhumación, un asunto que podría resolverse el próximo viernes 4 de octubre.

Junto al recurso ante el Constitucional y la vía del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que podrían paralizar la ejecución, el Ejecutivo todavía tendrá que afrontar un último escollo, que aunque parece menor, ha contribuido en los últimos meses a mantener la exhumación bloqueada. Se trata del titular del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 3 de Madrid, José Yusty, magistrado al que se ha relacionado con la ultraderecha a raíz de un artículo sobre la Memoria Histórica y que mantiene paralizada la licencia de obra ante el «riesgo evidente» que puede suponer la misma para los operarios, tal y como dictó en un auto de hace siete meses. 

La retirada de los restos del dictador del Valle de los Caídos fue una de las primeras decisiones adoptadas por el Ejecutivo de Sánchez, pero la batalla jurídica planteada por sus herederos supuso un auténtico quebradero de cabeza a Moncloa, quedando todas sus iniciativas atrapadas en la maraña de los tribunales. El PSOE reactivó el asunto en la campaña de las últimas elecciones, un punto que encajaba a la perfección con su estrategia de agitar el miedo a la ultraderecha. Y aunque todavía no hay sentencia, la decisión del alto tribunal ha trascendido coincidiendo con en el primer día de precampaña, eclipsando a otras noticias, como la rebaja del Banco de España de cuatro décimas (del 2,4% al 2%) de su previsión de crecimiento para este año.

Celebración en Ferraz

La noticia cogió al presidente del Gobierno en funciones de viaje en Nueva York. Pero no tardó en reaccionar a través de su Twitter: «Vivimos una gran victoria de la democracia española. Justicia, memoria y dignidad».

Conscientes del espaldarazo electoral, Ferraz rompió ayer su norma de no comentar los fallos de los tribunales y tan solo faltó descorchar una botella de champán. Sin embargo, en Génova son conscientes de que entran en un escenario resbaladizo, por lo que se limitaron a respetar la sentencia, «como siempre», apuntaron fuentes del partido. Tan solo el portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, Alfonso Serrano, realizó declaraciones: «Es una iniciativa del PSOE con el afán de dividir a los españoles, parece que cuando llega una campaña siempre se saca a Franco», dijo. 

En Cs, que en la última votación en el Congreso votaron a favor de exhumar los restos de Franco del Valle de los Caídos, también acusaron a Sánchez de seguir «una estrategia para obtener votos» a cuenta de «enfrentar a todos los españoles», denunció la portavoz de la ejecutiva, Lorena Roldán.

En donde se pronunciaron con más rotundidad fue en Vox. Su portavoz en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, alertó que «la profanación» sentará «un precedente muy peligroso»

Por su parte, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, no quiso conceder ninguna medalla a Sánchez, y se apresuró a atribuir «la conquista» al empeño «de los familiares de las víctimas». El portavoz de Más Madrid en la Asamblea autonómica y posible candidato a las generales, Íñigo Errejón, también celebró el fallo del Supremo.

Un obstáculo para la exhumación

La exhumación de los restos de Francisco Franco, que este martes ha avalado el Supremo por unanimidad, enfrenta ahora un último escollo judicial en la figura de un juez de Madrid, José Yusty, quien mantiene bloqueada provisionalmente la licencia de obras para actuar en la basílica de Cuelgamuros.

Pese que el Supremo representa a la cúspide del Poder Judicial, su decisión no despeja completamente el camino para la exhumación efectiva del dictador, 

Y que discurrirá por dos caminos: el procedimiento que bloquea la licencia de obras en la basílica y los recursos que la familia interpondrá para agotar todas las instancias judiciales posibles, esto es el Tribunal Constitucional y, como última posibilidad, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que pueden demorar la operación si la familia pide suspender la ejecución de sentencia.

A corto plazo, todas las miradas apuntan al titular del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 3 de Madrid, José Yusty Basterreche, sobre quien planea la sombra de juez afín a los Franco tras publicar en el 2007 un polémico artículo contra la Ley de Memoria Histórica del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Paralelamente al proceso que se sigue en el Supremo, este juez suspendió provisionalmente la licencia de obras del Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial para levantar las losas de mármol que descansan sobre una de granito de 2.000 kilos en la tumba del dictador en el Valle de los Caídos, a petición de un particular

Fuentes jurídicas consultadas por Efe señalan que el magistrado estaba a la espera de conocer el fallo del Supremo antes de fijar la vista de medidas cautelares en la que la Abogacía del Estado tratará de forzarle a pronunciarse sobre el fondo con un informe pericial que contradice el anterior.

Será ahí cuando el juez decida si mantiene el bloqueo a la exhumación por una cuestión técnica o da vía libre para levantar la fosa. Sea como fuere, su decisión ya será al menos recurrible ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) y tras ello ante la misma Sala del Supremo que no ha puesto reparos a la exhumación.

Las fuentes señalan que la posición del Supremo no condiciona el devenir del caso del juez Yusty y que incluso la ejecución del fallo del alto tribunal está supeditado al procedimiento que se tramita en este juzgado.

Sin embargo, al no conocerse la sentencia del Supremo, no se sabe si los magistrados harán alguna referencia en su contenido a este procedimiento que inste al juez Yusty a sentirse obligado a levantar la suspensión y a archivar la demanda, aunque todo apunta a que sí porque en sus informes, la Abogacía se hace eco de ello.

El otro camino, que puede durar años, transita por los recursos ante el Constitucional alegando vulneración de derechos fundamentales y como última etapa Estrasburgo, donde la familia defendería su derecho a enterrar a Franco en el lugar que elijan.

Otras fuentes explican a Efe que solo hay dos escenarios que podrían retrasar la exhumación: que la familia pida al Supremo una aclaración de sentencia para ganar algo de tiempo o que solicite al Constitucional la suspensión cautelar hasta que se resuelva el recurso, en caso de que accediera a tramitarlo.

Fuera del ámbito judicial, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ya ha avanzado su intención de exhumar al dictador «cuanto antes» para alejarlo de la campaña electoral, aunque ha admitido que lo único que falta para ejecutar la sentencia es concluir el procedimiento administrativo que tiene en marcha el Ejecutivo.

En el mismo sentido, fuentes próximas al Ejecutivo se muestran seguras de que la decisión de un juez no puede suponer una barrera contra el aval de seis magistrados del Tribunal Supremo, si bien otras fuentes jurídicas consultadas por Efe insisten: no se puede actuar en Cuelgamuros sin licencia de obras.