El líder de Cs reprocha a Javier Nart que se vaya del partido y no deje el euroescaño

m. e. alonso MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Albert Rivera y Javier Nart, en el 2015
Albert Rivera y Javier Nart, en el 2015 ANDREA COMAS | REUTERS

Rivera protagoniza también un rifirrafe con De la Torre tras la renuncia de este al escaño y a la militancia

07 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Albert Rivera se fue de vacaciones cerrando tras de sí la mayor crisis de Cs en sus trece años de vida. La marcha de Toni Roldán, Javier Nart o Francisco de la Torre, y de fundadores del partido como Xavier Pericay y Francesc de Carreras, abrió la caja de los truenos. Todos por el viraje del partido hacia la derecha. Pero Rivera modificó los estatutos y amplió el comité ejecutivo para dar entrada a sus afines y diluir a los críticos. Con el incendio sofocado, echó la persiana. Pero a su vuelta, se ha encontrado rescoldos calientes.

Nart, uno de los líderes del sector crítico, abandonaba este jueves el partido, pero no el escaño en la Eurocámara. «Me gustaría que los que se hubieran marchado de Cs no se quedaran el esfuerzo ni el trabajo ni el escaño ni los recursos de Ciudadanos, que son de Ciudadanos», le recriminó este viernes el propio Rivera.

El eurodiputado seguirá a las órdenes en Estrasburgo del también discrepante Luis Garicano, aunque lo hará como independiente como la exdiputada socialista Soraya Rodríguez o la de UPyD Maite Pagazaurtundúa. Cs podría expulsarlo, pero perdería uno de sus siete escaños, presupuesto y asesores. Le pasó en el 2018 cuando abrió un expediente de expulsión a Carolina Punset y ella dejó el partido y se fue al grupo de los no inscritos.

El otro golpe que ha recibido Rivera en las últimas horas le ha llegado del que fuera responsable de fiscalidad del partido Francisco de la Torre. Este renunció el jueves a su escaño en el Congreso y ayer, a la militancia. Y lo hizo echando en cara a Rivera, amén de reproches políticos, que no le llamase en julio para darle el pésame por la muerte de su padre. Después matizó que le escribió «una línea» en WhastApp. Rivera lo acusó de «utilizar la muerte de su padre para atacar a sus excompañeros».